Leí un artículo que aterroriza. Sucede en la India, un país que se antoja muy lejano y diferente. El título del citado escrito de Gardiner Harris es "Al luchar su hijo con el asma, expatriado sopesa si se quedan en Delhi".
Reproduzco unos párrafos: “Cuando me convertí en corresponsal del Sur de Asia para The New York Times hace tres años, mi esposa y yo estábamos emocionados y preparados para los pordioseros insistentes, el dengue endémico y temperaturas veraniegas que alcanzan los 50 grados centígrados. Pero teníamos poca idea de cuán peligrosa sería Delhi, India, para nuestros dos niños.
Poco a poco aprendimos que la verdadera amenaza de Delhi provenía de su aire, agua, alimentos y moscas. Estos peligros enferman, incapacitan y matan a millones de personas en India anualmente, creando uno de los peores desastres de salud pública en el mundo.
Delhi está entre las urbes más pobladas, contaminadas, insalubres y bacterialmente inseguras del planeta. Su ambiente está mucho más contaminado que el de Beijing, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud.
No es sólo el aire el que inflige daño. Al menos 600 millones de indios, la mitad de la población total, defeca al aire libre, y la mayoría de las aguas residuales es depositada sin tratar en los ríos.
El río Yamuna casi no fluiría a través de Delhi si no fuera por las aguas negras sin tratar. Agréguele los perros callejeros, los monos y el ganado incluso en áreas urbanas, y los excrementos frescos en todas partes. Los insectos se posan sobre estas heces y luego en las personas o sus alimentos, enfermándolas.
La mayor parte del agua entubada está contaminada y podría ser una razón crucial de que el crecimiento de casi la mitad de los niños de India esté atrofiado.
En Delhi, los niveles de partículas finas que causan más daño pulmonar exceden los niveles peligrosos en invierno porque la quema de basura y otros fuegos pequeños son muy comunes”.
Aquí termino la transcripción pero aclaro que Gardiner Harris y su familia abandonaron la India, regresando a los EUA.
Cualquiera puede pensar que esta narración es demasiado cruel para ser cierta. Pero es absolutamente cierta.
¿Y si le dijera que guardadas las proporciones, en nuestro VALLE DEL YAQUI, el lugar en que vivimos usted y yo y nuestras familias, el número de afectados y muertos por la contaminación ambiental es tan exagerada como en Delhi?
Quizá nuestro ambiente sea todavía más peligrosamente tóxico. Es un ambiente creado por la irresponsabilidad de los agricultores y la indolencia de las Autoridades. A todos nos envenenan las prácticas agrícolas criminales que por décadas continúan a pesar de la conciencia general de sus graves daños irreversibles para la salud.
¿No nos consta que las víctimas de los químicos somos todos, pero especialmente los más pobres? La contaminación y nuestra indiferencia además de matarnos, nos hace egoístas.
En Ciudad Obregón, en el Valle del Yaqui, tenemos los registros más elevados de enfermedades y defunciones causadas por el cáncer. Un dato tristísimo: el mayor número de las víctimas del cáncer en sangre, piel y sistema respiratorio son nuestros queridos niños y sus abnegadas madres. Los datos, en el IMSS.
¿Por qué se aplican en la agricultura local productos venenosos, prohibidos en países civilizados?¿Por qué aceptamos que se atente impunemente contra la vida humana, animal y vegetal de nuestro municipio, de nuestro espacio vital? Al tolerarlo, somos cómplices de asesinato. ¡Laudato Sí!
ESCRITORIO ECONÓMICO
CARTAS CIUDADANAS (63) (Entre la utopía y la ingenuidad)