¿Roban, porque los otros lo hicieron? Tal parece que en política (la mala praxis política), esto es la regla; como si los puestos públicos se hicieran ad hoc para robar a través de recibir moches o tráfico de influencias, en concesiones, licitaciones manipuladas y otras “malandrinadas”. Por supuesto que existen honrosas excepciones.
Es un clamor de siempre de la ciudadanía quejándose de las corruptelas de funcionarios y políticos de TODOS los gobiernos ancestrales; pasados o presentes. Por estas corruptelas, se provocan crisis financieras, que repercuten en la realización de obras y servicios que los gobiernos estas obligados a realizar, a través de la aplicación de estos recursos vía impuestos, a la sociedad en general.
Tal vez por esto, a la mayoría de los mexicanos (excepto los políticos y otros personajes no gratos), nos han hecho que seamos individuos “crisis resistentes”. Desde que tenemos uso de razón siempre hemos estado en crisis. Los políticos y otras lacras no tienen económica y culturalmente jodidos.
Algunos personajes han sido tan cínicos, como aquel presidentillo de un pueblo de Nayarit, que no recuerdo el nombre (del cínico), más si su apodo; el “famoso” LAYIN, que abusando de su “carismático populismo” declaró en su campaña de reelección, que si robó PERO POQUITO. Como aquella muchacha que le preguntaron que si estaba embarazada; y ella contestó: NO MAS TANTITO.
A ningún funcionario o político se le debe perdonar sus latrocinios, solo porque otros los hicieron y quedaron impunes, ya que ellos piensan que tienen ese “derecho como los otros”, de hacerse de mulas Pedro y salir cargados con toda una recua, al final sus funciones que “el voto del ciudadano” les encomendó o algún influyente padrino lo recomendó.
Así lo han hecho desde siempre y como dice la gobernadora de Sonora; “pues eso no se vale”. Esperamos y todos deseamos que es de la “Honestidad Total” marque un precedente, cuando menos en la historia del Estado, al final de su mandato, de aquí a seis años, y no quede en el discurso de campaña electorera. Esperamos también que la ciudadanía tenga memoria histórica y no olvide los latrocinios de todos los demás gobiernos. Sean rojos, azules, amarillos o variopintos (políticos chapulines de tres pistas o camaleónicos trapecistas de varios partidos).
Alguien escribió o lo dijo: “El primer acto de corrupción que un funcionario público comete, es aceptar un cargo para el cual no tiene las competencias necesarias”. A veces no hay los perfiles idóneos, que requiere el puesto. Su “filosofía” se basa en: “no pido que me den, sino que me pongan donde hay”. Volteen al entorno de algunas instituciones del sector público.
A los políticos o a algunos funcionarios quizás les moleste o les vale… y mandan al carajo aquella recomendación que popularizó en un discurso Benito Juárez (quizás que tampoco él cumplió), cuando fue gobernador de Oaxaca: “…Bajo un sistema federativo, los funcionarios públicos no pueden disponer de las rentas (entiéndase impuestos) sin responsabilidad. No pueden gobernar a impulsos de una voluntad caprichosa, sino con sujeción a las leyes. No pueden improvisar fortunas, ni entregarse al ocio y a la disipación, sino consagrarse asiduamente al trabajo, disponiéndose a VIVIR, EN LA HONRADA MEDIANIA que proporciona la retribución que la ley señala”.
Cualquier vago (sin agra), les diría: “hay les hablan y no es la virgen quien les susurra”. Para que no les sigan SU-SURRANDO.
Con respeto. #PARACAMBIARYOMEINCLUYO.
Dr. Raúl Héctor Campa García.
raulhcampag@hotmail.com