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¡Déjese Mancera de Sixtinas y cumpla con sus obligaciones!
I.- Otra más de las ocurrencias del todavía Jefe de Gobierno de la Ciudad de México y… ¡doctor en derecho!; deportista para demostrar que la cirugía a corazón abierto que le practicaron, no le dejó secuelas y, además, practicante del boxeo (por eso anduvo con cabestrillo por lesión en el codo); otro disparate de don Miguel Ángel Mancera (socio mayoritario de los restaurantes de los restaurantes: Bisquet Obregón), es comprometerse a levantar en la plaza de la Constitución, fundamento del carácter laico del Estado y los gobiernos, lo cual lo incluye, una copia de la capilla Sixtina de la monumental catedral de San Pedro, asentada en el Estado de El vaticano (donde el Papa es César y sucesor del apóstol, cuyo nombre significa piedra y “sobre ella construiré mi iglesia”). Será una copia del mismo tamaño para darle un tono católico-cristiano a la visita de Francisco quien viene, no digo con la espada desenvainada, pero sí con discursos contra la pobreza mexicana, el cambio climático y la sangrienta inseguridad; además de contra los pederastas para que a quienes les quede el saco se pongan, como mandó hacer para los curas abusivos.
II.- No será, como Pastor, una visita cómoda para Peña cuando lo reciba como Jefe de Estado de El Vaticano. El despropósito de Mancera es para ganar indulgencias y popularidad para la sucesión peñista que ya está a la vuelta de la esquina; o cuando menos lo está para los que se están acomodando. Es una provocación, ya que en nuestro país existen musulmanes, cristianos y judíos, a quienes hay que respetar sin desatinos como el de ocupar el Zócalo de la capital del país, para generar más procesiones del resto del país que ya de por sí serán cuantiosas, para ver al Papa y masivamente recibir su bendición. Desobligado de sus funciones, Mancera tiene a la ciudad con coladeras destapadas, por donde acaba de caer un recién nacido y murió. Pero parándose el cuello, declaró que pagaría los gastos funerarios. La basura por montones es el rostro de la ciudad. Y qué decir de los baches; verdaderos cráteres en las calles por donde circula el transporte público y privado, dizque controlado mediante un nuevo reglamento de tránsito, con multas draconianas y cientos de impedimentos hasta para circular bicicletas, motocicletas y peatones.
III.- Imitar la Capilla Sixtina en un espacio representativo de la laicidad del Estado, es una soberana estupidez. Una locura. No le basta con entregarle las “llaves de la ciudad” a don Francisco y postrado rendirle homenajes para hacerle al católico; pero no cumple con sus obligaciones mínimas: coordinar a los delegados para cogobernar en beneficio de los residentes de la capital del país. Sobrevive la ciudad a la constante contaminación. El narcotráfico. Los homicidios. Los secuestros. Los feminicidios. Y de pilón una abusiva administración pública con miles de engorrosos trámites, desaprovechando la comunicación digital. En suma el mancerismo es ineficaz y solamente se dedica a construir obras efímeras, como la capilla Sixtina, su nuevo circo.
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Año 21 No. 7716
