En memoria de tres maestros paristas muertos en Chiapas:
Tirso Cruz Yuca, Rodolfo López Toledo y David Gemayel Ruiz Estudillo.
Vox populi: “Del golpe le atarantaron la cabeza y allá fue a caer”. Parece que la voz popular se cumple en el magisterio, de otra manera no es explicable la indefensión de este frente a la supuesta reforma educativa.
Primero, a decir de varios abogados la violación al primer párrafo del Art. 14 Constitucional: “A ninguna ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna”. Disposición Constitucional que la contradice el Art. 53, Cap. VIII de la Ley del Servicio Profesional Docente: “En caso de que el personal no alcance un resultado suficiente en la tercera evaluación que se le practique, se darán por terminados los efectos del Nombramiento correspondiente sin responsabilidad para la Autoridad Educativa o el Organismo Descentralizado, según corresponda”.
El personal que no alcance un resultado suficiente en la tercera evaluación a que se refiere el artículo 53 de la Ley, no será separado de la función pública y será readscrito, (con los respectivos ajustes salariales) para continuar en otras tareas dentro de dicho servicio, conforme a lo que determine la Autoridad Educativa o bien, se le ofrecerá incorporarse a los programas de retiro.
¿Por qué el magisterio no ha diseñado una estrategia de lucha jurídica que resuelva de una vez las preguntas fundamentales? ¿Perjudica esta disposición los derechos de permanencia y antigüedad adquiridos? ¿Son estas disposiciones jurídicas, violatorias de los derechos ya adquiridos?
Porque hay interpretaciones contradictorias. Me decía un constitucionalista que la interpretación que hacen los abogados de la Ley no depende de la letra o del espíritu de ésta, sino de lo que pesa el cliente.
Por la cantidad de maestros, por el papel que desempeñan y que han desempeñado históricamente en la ampliación y consolidación del país, me parece que si son un cliente de peso y que es urgente incorporar con fuerza y determinación la lucha jurídica. Porque desde una mirada de neófito en leyes, la ley encierra muchas contradicciones, por ejemplo: reconoce la identidad pluricultural de nuestro país y se plantea garantizar la igualdad, que al parecer, entiende como uniformidad y estandarización; al igual que, en la práctica parece confundir la rectoría del Estado, por la centralización de los planes y programas, de los procesos evaluativos y hasta de la nómina.
¿No entra en contradicción este centralismo con la identidad federada de la República y la autonomía de los estados?
Porque pedagógicamente si es una aberración plantearse el reconocimiento pluriétnico y multicultural del país e intencionar una educación intercultural e incluyente, con programas uniformes y prácticas de evaluación standarizadas, tanto para estudiantes como para docentes, en todo el país.
De estas contradicciones, aparentes o reales, surge la necesidad del empoderamiento del magisterio, porque la vía de la violencia está agotada, la desproporción de la fuerza solo le ha aportado al magisterio: detenciones, sangre, atropellos y muerte, como sucedió ayer con el maestro David Gemayel Ruiz Estuillo.
Es necesario explorar con mayor amplitud y profundidad la vía jurídica, la visibilidad y posicionamiento en las redes sociales y la organización en red de todos los estados del país, porque vienen más embestidas, entre ellas la nueva ley del ISSSTE que envía el pensionissste a una afore