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En el entendido de que si esta columna llegara a parar a manos del departamento de prensa o de Estado del nuevo gobierno gringo, el suscrito no volvería a ingresar a los yunaites ni en brazos del mismo pelos de elote de Donald Trump, tengo dos bajadas para estos apuntes con que saludo la llegada de la nueva era de Trump.
La primera tiene que ver con el ascenso al poder de quien a partir de ayer se convirtió en el presidente número 45 de los Estados Unidos y la segunda con la aparición en la escena pública del ex gobernador de Sonora y ex presidente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones.
Para el primero de los casos tengo la siguiente: No sorprendió a nadie el nuevo Hitler de América en su discurso de toma de posesión. Insiste en su estúpida postura de levantar el muro en la frontera norte de México y de bloquear a aquellos inversionistas gringos que quieran invertir en nuestro país, como ya lo hizo con la Ford Motor Company y la firma Chevrolet que cedieron a sus presiones y amenazas.
En el segundo de los casos, no hubo que pensarla, brotó espontánea luego de que le reenviara a un amigo, el mensaje subido ayer, a las redes sociales, por parte del ex dirigente del PRI, Beltrones Rivera y que subí también al “ feis”,bajo el siguiente título: Lo que Peña Nieto debió haber dicho y que no dijo. De hecho, a esto habría que agregar que únicamente se limitó a saludar el arribo de Trump y éste le contestó que el muro va.
Mi amigo me devolvió el reenvío con el siguiente mensaje que da lugar a la segunda bajada de esta columna : Lo que natura no da, Salamanca ni Harvard lo otorgan.
Y, agregaría yo: Sería tanto como pedirle peras al olmo.
A lo más que atinó el ejecutivo federal es enviarle a Trump la cabeza y todo lo demás del chapo Guzmán, como regalo de toma de posesión.
Los que también dejaron ir una oportunidad de oro son, además de los dirigentes de los partidos políticos (supuestos representantes del mexicano de aquí y allende las fronteras ) los jefes de las cámaras de legisladores, la baja y la alta, muy ocupados, de momento, en justificar el reciente gasolinazo y los tres ya anunciados para febrero próximo.
Ante la postura belicosa del pelos de elote, precisa en su mensaje que, “ de ninguna manera compartimos la decisión de construir un muro, porque corresponde a una visión simplista del gran problema migratorio, enfáticamente debemos rechazar la absurda pretensión de que además lo paguemos, lo que carece de toda base jurídica y del sentido común. Antes, Beltrones le recomendó al gobierno de Peña Nieto, “ firmeza, unidad, dignidad, apego a derecho y prudencia” en la negociación de la relación bilateral con el nuevo gobierno. Por lo que hace a las amenazas de Trump por cancelar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, dijo que si bien se pueden replantear sus reglas, esto no implica que se toleren las amenazas del nuevo mandatario estadounidense.
Los mexicanos, -- le dijo – queremos trabajar por una prosperidad compartida, pero nunca renunciaremos a la defensa de los derechos humanos y la ampliación de las libertades, que es en lo que creemos, se puede negociar y revisar la relación comercial o la integración regional, adecuando a nuestro tiempo lo previsto en las reglas del Tratado de Libre Comercio, pero hay que decirlo claro, ya que todo mundo sabe que los mexicanos nunca estaremos de acuerdo en que se amenace a los trabajadores y productores o a quienes en uso de su libertad invierten en México. Luego de advertir que no es posible combatir los riesgos comunes y las amenazas globales si pretenden debilitar a México,-- un país vecino debilitado y ofendido no resulta buen aliado, Beltrones considera necesario hacer un llamado a la razón al mismo Trump, ante lo que pidió escribir con respeto y con seriedad al presidente Trump, al vicepresidente Michael Pence, a los líderes congregacionales Paúl Ryan, en la Cámara de Representantes, y Mitch Mcconnell, en el Senado, “ para externarles nuestras preocupaciones por el buen estado de las relaciones bilaterales, así como explicar de qué manera tenemos una importante relación, más allá de lo inmediato, en turismo, en negocios, en educación, en intercambios culturales, en comercio, en frontera e industria”.
Lo dicho: Lo que natura no da, Salamanca ni Harvard lo otorgan.
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