Los últimos acontecimientos tanto nacionales, como al exterior, especialmente con el recién estrenado Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica y los “desatinos” del Presidente de México, han ocupado los espacios noticiosos en forma global. El de México con su fallida crematística-economía política- del País, entre otras no menos desafortunadas, que han bajado los índices de aceptación de su gobierno, a un 12 % de población (ni el voto de confianza de los militantes de su Partido, que ni con su todavía corporativismo llega si acaso a un 30% al interior del mismo PRI).
Por otro lado las políticas antiinmigrantes, económicas – su intención de no continuar con TLCAN-, subir los aranceles de exportación a México, retomar la terminación del muro fronterizo “separatista” e indignante del presidente de USA, que lo perfilan como una persona prepotente, bravucón, tendiente al bullyng especialmente contra México, xenofóbico, misógino y un sinfín de adjetivos, que evidencianuna historia clínica para pensar en una patología psiquiátrica.
Ambos gobiernos; el de nuestro vecino del norte, de Donald Trump, en sus primeras dos semanas de la toma de posesión, decretando mandatos contradictorios internos y externos, con una actitud de confrontación con aquellos que no están coincidiendo- especialmente de la prensa- en su pretensión de la forma de gobernar. En México en cuatro años de gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, con los problemas internos de la Nación, las incipientes y ríspidas relaciones con el Presidente del País vecino, han provocado, en ambos Países un sentimiento que puede caer en un patrioterismo, dividido. En USA, la mitad de la población está en desacuerdo con Trump y en México la política del “bullyng” de aquel, han despertado los sentimientos nacionalista en la mayoría de los mexicanos, en aparente apoyo al débil Presidente; aunque algunos politólogos tienen la suspicacia que esta parafernalia debidaa los últimos acontecimientos en la relación diplomática Trump-Peña, pretenda que los problemas internos del País queden en
segundo término y quizás ¿en el olvido momentáneo?El también “sospechosismo” está en gran parte de la ciudadanía.
Los gasolinazos, los actos de corrupción que han caracterizado a este y otros gobiernos, la corrupción de la mayoría de los políticos, sus altos salarios y dispendios; las violaciones a los Derechos Humanos, el problema magisterial, la inseguridad, la violencia y asesinatos,unos perpetrados por los narcos, la impunidad “selectiva”, solapada por el mismo gobierno a la clase política (a su círculo de poder nepótico), los altos índices de pobreza, la insensibilidad de algunos de la clase pudiente y políticos chambones, la falta de valores, llevan por esta situación a la posibilidad latente de un estallido social violento (en ambos países). Ojalá y NO.
Problemas socialesestos, que habrá que estudiar sus posibles causas y soluciones. Tal vez la precaria situación de una pobreza extrema, la corrupción recurrente, falta de una buena educación, la falta de oportunidad de trabajo y de desarrollarse como una persona de bien, con valores éticos y morales, sean los factores desencadenante. Un pilar de solución sería la Honradez en los actos de gobierno y de la misma sociedad, donde todos tenemos que estar involucrados. Tarea difícil pero no imposible.
Algunas gentes dirán y con parte de razón, que los problemas del otro País, que los arreglen ellos. Lo primero es arreglar el desmán interno, de nuestra casa; para poder tener la congruencia de negociar con el vecino, con mutua y sana conveniencia.
El “más si osaré cualquier enemigo”- ya no es un extraño- de nuestra nación; esos enemigos que están dentro y fuera del País han hecho que el nacionalismo dormido este despertando. Pero no se ha visto quien o quienes lo guie organizada, ordenadamente, no disperso, buscando una real Unidad Nacional. Hay muchas voces, unas con mucha credibilidad y en otras se deja ver el oportunismo mesiánico, de llevar agua a esos molinos de viento, que pueden causar un trágico vendaval.
Los Sentimientos dela Nación, proclamados en Chilpancingo, Guerrero (14 de septiembre de 1813) por el Insurgente José María Morelos y Pavón, en esa época vigente por la guerra de Independencia de México, quizá habría que hacerles ciertas modificaciones en algunos de sus 23 puntos (a todos), para que se adapten al contexto actual (Cierto es que ya en la Constitución de México están plasmado y actualizados, pero pueden ser perfectibles en algunos puntos, sobre todo al respeto a la vida y a la dignidad de la persona humana).
Por poner un par de ejemplos de la proclama de Morelos y Pavón: en el primer punto que a letra señala:1.- Que la América es libre independiente de España y de toda otra Nación, Gobierno o Monarquía, y que así se sancione, dando al Mundo las razones.
Cambiaría: Que la República Mexicana es libre e independiente de cualquier Nación, Gobierno, Monarquía y hegemonía dictatorial, siempre será un gobierno laico, con libertad de credo (se modifican del 1 al 4 originales).
5º Que la Soberanía dimana inmediatamente del Pueblo, el que sólo quiere depositarla en el Supremo Congreso Nacional Americano, compuesto de representantes de las Provincias en igualdad de números.
Sugerencia actual: México es un Pueblo Soberano, representado en el Congreso de la Unión por un Senador y un Diputado por cada Estado y en estos, en el Congreso local, solo la existencia de un Diputado por cada distrito. Anulando a los plurinominales o de mayoría relativa, o sea “las de cochi”. (Para disminuir considerablemente el dispendio económico del congreso más caro del mundo). Etc, etc…
Es la hora que nuestra Constitución de México, no sea letra muerta, que no sea violada por los gobernantes, y hacer de ella una lectura obligatoria de todos los ciudadanos de México, por los gobernantes y congresistas; conocerla y aplicarla al pie de la letra. (¿Sabrán “LER”?).
Hay mucho malestar ciudadano, hasta el hartazgo, pero con deseos y propósitosde hacer de nuestra tierra un mejor País con oportunidad para todos de vivir una vida digna; una Nación con gente solidaria y subsidiaria con los vulnerables, disminuir la pobreza y evitar que emigren a otros países, a buscar ese anhelo deseado de tener de perdida lo básicamente indispensable que todo ser humano debe tener. Buscar el bienestar del Pueblo, es la función de los gobernantes, que no han tenido la voluntad de hacerlo.
Espero que estos ataques viscerales de Trump, sirvan para reflexionar y ser una mejor Nación. En México tenemos mucho porque sentirnos orgullosos, pero algo nos falta.
Cambiemos a buena actitud todos y sobretodo los gobernantes conozcan y gobiernen con H O N E S T I D A D. ¿Cuándo? Ya es hora.
#PARACAMBIARYOMEINCLUYO
Dr. Raúl Héctor Campa García.
Ciudad de México. 2 de febrero de 2017.
Raulhcampag@hotmail.com