Dentro la perspectiva de cierto sector de la sociedad -aunque estará mejor pronunciado decir desde mi perspectiva- dentro del ámbito político existe una fuerte tendencia a que cada uno de los participantes poseen la verdad absoluta a diferencia de los otros personajes de partidos políticos ajenos al propio.
Día tras día se puede observar esta situación, sólo falta revisar de manera periódica el accionar de los actores políticos en nuestro país; sin distinción alguna de partido político, sea desde un regidor, diputado local, diputado federal, alcalde, gobernador, senador, presidente de la república, secretarios de gabinete y por qué no, hasta ex presidentes de la república.
Todos ellos - y si bien es cierto, en muchas de las situaciones de la vida diaria no es apropiado generalizar, creo que acá si tendría cabida hacerlo, aunque dicho sea de paso no podemos decir que todos entren en este costal, aunque todo parece indicar que la mayoría entra- se plantean con una gran seguridad para plantear ante sus “rivales políticos” la formula “verdadera” para solucionar los problemas de nuestro país, ya sean modificaciones a estructuras ya establecidas, planes de seguridad, estrategias económicas, propuestas “innovadoras” ante cualquier situación existente, o por lo menos las que ellos crean convenientes para tratar, porque hay otras que aunque actuales, se hace caso omiso de ellas.
Por desgracias, esta situación no tiene que ver con el señalamiento a algún partido político en especial, si no a una estructura política inmersa en nuestra sociedad, ya que esto lo puedes ver en cualquiera de los existentes, no existe una verdadera auto critica de lo que se esta realizando al interior de los mismos, porque las reestructuras de las que tanto han hecho mención en los últimos tiempos han servido para dos cosas: para nada y para adornar lo de siempre.
Ejemplos sobran de como nos quieren seguir vendiendo la “formula de la verdad”, el gobierno actual está haciendo todo mal, y los que otros tienen la formula de como solucionar las problemáticas que esta administración no ha podido realizar, sin embargo, cuando los “otros” estuvieron en el cargo, tampoco pudieron solucionar lo que pasaba en la sociedad y si en ese momento no lo hicieron, ¿Por qué tendría que suponer que ahora si lo harán? O ¿Por qué tendría que pensar en darle una continuidad a un proyecto político que para ojo de muchos no ha funcionado hasta el momento?.
El desfile de antifaces ya inició hace algún tiempo y todo ello por ir en búsqueda de la silla presidencial del siguiente año, las teorías de la verdad se empiezan a escuchar por todos lados, televisión, radio, redes sociales, etc., por cualquier medio salen los aspirantes políticos a “enamorarnos” con su posesión de la verdad para solucionar los problemas del país y para reforzarnos que esa es la “única verdad” y todo lo que plantean los otros aspirantes esta fuera de la “realidad”.
Sería muy interesante preguntarles a cada uno de ellos que tipo de “realidad” está mirando o de que forma la está viviendo, ya que la “realidad” de los políticos y todo el sistema alrededor de ellos no necesariamente es la “realidad” social, porque no es lo mismo que no te alcance ganando más de 70 mil pesos mensuales a que no te alcance ganando 80.04 pesos diarios (2,401 mensuales aprox.). ¿Acaso es la misma realidad?.
Ya es tiempo de que nosotros como sociedad generemos nuestra propia visión de realidad y sobre todo se la hagamos saber al sistema político. A estas alturas no sólo basta por elegir al menos peor, sino buscar y/o generar una opción que esté más acorde a la “realidad social”, al interés de todos y todas, no sólo a los pertenecientes al sistema, los amigos, los intereses partidarios, etc.