Hay quienes dicen que no cuenta con capital político para lanzarse a la empresa la que se dispone a hacerlo. Esto No una empresa mercantilista, donde el capital económico es fundamental, sino una empresa meramente política: llegar al congreso de la Unión.
Tal vez lo anterior sea cierto, pero también lo es el que demuestre valor y coraje a enfrentarse a este mundo del que tal vez nunca pensó hacerlo, pero siempre hay una razón para emprender cosas nuevas y quizá una de ellas sea el hartazgo que muchos ven y sienten, pero esto ahí se queda, no se dá el paso siguiente.
El lanzó el reto, a sabiendas- dice- de las cosas que estén por venir.
Recuerda y menciona también- Los sabios consejos de un hombre que fue su amigo, Jesús Corral Ruiz,:aquel que un día se decide abrazar el mundo de la política consiente está que se enfrentará de pronto a un sin número de enemigos que podrán salir de la nada. De todo hay conciencia.
Terencio Valenzuela Gallegos, al lanzar su convocatoria para contender por la diputación por el sexto distrito electoral, lanza el reto a los partidos políticos de enfrentarse a ellos, la diferencia que él lo pretende hacer sin partido.
El primer paso está dado al decir yo quiero hacerlo y fue el primero.
LO segundo será marcar la huella, una huella que muchos ya la conocen, esto si en el mundo de los negocios, en el mundo mercantilista en el que al igual que a sus inicios muchos le dijeron que era difícil salir adelante en esa empresa toda vez no contaba con capital, entonces sí, económico, pero el valor , el trabajo y el esfuerzo en ese tiempo fueron por analogía lo que le valió salir adelante.
También ahora, análogamente eso le puede ayudar a andar en ese camino difícil y pedregoso de la política.
Ya en el año 1976, hubo un hombre en la política local que sentó precedentes, a este hombre muchos fueron los que lo tildaron hasta de mentecato, pero un buen día rompió la hegemonía del partido que había gobernado casi desde siempre el municipio, este hombre fue Adalberto Rosas López.
Este hombre tal vez cierto o no como se le tildaba, palabras en boga en aquel tiempo de ser un hombre burgués, y por la tanto perteneciente a la clase burguesa, gobernó el municipio, curiosamente los mismos hombres de su partido lo traicionaron, es decir el PARTIDO ACCION NACIONAL.
Terencio Valenzuela no corre el riesgo que lo traicione ningún partido, por lo contrario depende de su esfuerzo y sus propuestas el que arranque y borre a muchos hombres y mujeres del padrón electoral de los partidos con más fuerza en el municipio y como consecuencia lógica se sumen a él.
En su propuesta debe tomar en cuenta como lo ha hecho hasta ahora sus raíces, su tierra, su familia.
Por allá en la sierra debe darse cuenta que tiene mucho capital del que algunos dicen que no cuenta, es decir capital político, ahí está todo ese corredor, del que casi la totalidad de los gobernantes de los diferentes niveles y partidos los han tenido en abandono: Techomoa, Tacupeto, El Palmarito, Nuri, Movas, Onavas, Tesopaco, Cuba, Guadalupe.
Terencio ya que se atrevió a lanzar este reto, debe y tiene el compromiso moral con todos sus paisanos de superar el esfuerzo de algunos de sus ancestros mismos que tuvieron el privilegio de Pionar este Valle y ser de los primeros en habitar este municipio y de otros que desde los inicios de esta ciudad y el municipio han contribuido al desarrollo económico de la región.
En la memoria y en la historia de Cajeme y los cajemenses están algunos hombres de esos lugares donde Terencio conoce bien y viceversa a él lo conocen bien.
Está por ejemplo Don Luis Antillon Peñuñluri, quien alcanzó a ser presidente Municipal de Cajeme, cierto que no por mucho tiempo porque la muerte lo sorprendió siendo el gobernante municipal.
Esta un hombre toda humildad y sencillez al que los serranos recuerdan con muchos agrado, Arnoldo Soto Soto, quien a base de sus gestiones algunas comunidades lograron alcanzar beneficios reales y tangibles.
Más allá hurgando en el pasado el nombre también de una persona con gratos recuerdos en todos los pueblos de la sierra, Don Arnulfo Valenzuela.
Otro que está en la memoria de muchos sierreños, por su don de gente, Luis Peñuñuri.
Y antaño, en los albores del siglo antepasado Francisco Martínez Rojas nacido en Nuri en 1888 y entre otras actividades le tocó en suerte ser de los empleados de confianza del General Álvaro bregón..
Así pues la historia en lo que se refiere a hombres de la sierra en el desarrollo económico y político de Cajeme es grande.
Terencio Valenzuela Gallegos tiene la oportunidad de al menos igualarlos, pero un compromiso moral de superarlos.
Tal vez sin partido sea más grande el reto, pero como en todo, esto tiene sus ventajas y desventajas, según el cristal como se les vea.