Cuando surgió el proyecto para la formación de un Frente Amplio Opositor, a través de la convocatoria que hizo Javier Corral, Gobernador de Chihuahua; para el Encuentro Chihuahua, en esa ocasión acudieron personalidades del ámbito político, empresarial, académicos, notables ciudadanos independientes, que algunos habían manifestado la intención de buscar una candidatura, se auguraba otro panorama en la vida política del País.
Todos se dieron cita a tan interesante encuentro, claro, con excepción de los representantes de MORENA y por supuesto del PRI y algunos de sus filiales. La finalidad central de este encuentro, fue constituir un frente político competitivo ante las elecciones próximas del 2018, contra un sistema político desgastado, con una falta de credibilidad ante la ciudadanía, por actos ancestrales de corrupción, sobretodo del PRI, pero que también ha trastocado a todos los partidos. La intención del original FAO (Frente Amplio Opositor, ahora FCM), es o era acceder al poder y formar un gobierno de coalición, con las distintas fuerzas políticas que lo conforman: la intelectualidad, académicos y sobretodo con la ciudadanía. Tal parece que estas tres últimas partes (la ciudadanía-sin partido- los académicos e intelectuales), se fueron relegando o se hicieron a un lado; y surgieron a la dirección del Frente con otro nombre, Frente Ciudadano por México, signando el “pacto” (firmando, pues) por los presidentes de los tres partidos que participaron (PAN, PRD, MC), aunque después se agregó o quiso subirse al carro, el partido rémora del PRI y del mejor postor (el PANAL de la Sra., Gordillo).
Muchos ciudadanos y militantes de estos tres partidos, vimos con muchas posibilidades este Frente “Aliancista” para formar un verdadero gobierno, si “cuajaba”, para ganar las elecciones del año que se avecina. Si bien, se estructuró un proyecto de gobierno; pero tal parece que no se establecieron, desde el principio, las reglas claras de la forma de cómo se iba a elegir al posible candidato del Frente; por esto se inicia la sospecha y la cierta desbandada de militantes de algunos de los partidos que lo conforman, sobre todo del PAN y últimamente del PRD. Los del Partido Movimiento Ciudadano (MC), quizás están al acecho de posiciones (candidaturas “menores”) a través del Frente. ¡Claro! A estos, si les conviene estar en el Frente. Esto llevó a la separación de algunos militantes del PAN y en especial de la aspirante que mejor posicionada estaba, en ese entonces, tanto al interior del su partido (PAN), como al exterior. “Le vio las uñas al fantástico cachorro” e intuyó que, dentro del Frente, la decisión de elección sería a conveniencia de los tres dirigentes de los partidos aliancistas (Barrales, Anaya y Dante): Así se lo hicieron saber a Margarita Zavala.
Lo que en un principio se pensó del FCM y algunos lo siguen pensando – también lo pensé- que era o es un proyecto viable, tal parece que se empieza a desmoronar – si es así, que lástima-, se vislumbraba una gran construcción para llegar a la cima del poder y tratar de darle, quizás, el verdadero significado para lo que realmente es la esencia de la política, la que debería estar al servició de la sociedad y la buena administración de los bienes públicos.
Las ambiciones personales y de grupo, han afloraron en el trascurso de estos pocos meses, desde el encuentro Chihuahua, a la fecha. Al principio, dirigentes de Partidos estatales, como la del MC en Sonora, apresuradamente declaro que ellos no iban con el Frente (ahora tal parece que ella si va), después (hace días), el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, declaro que si no se convocaba a elecciones abiertas para la designación del candidato, el no iría con el frente, después otros miembros del PRD ex dirigentes en Sonora, como el “Diablo Millán” (que más sabe por viejo, que por diablo), entre otros, declararon que tampoco están de acuerdo con el FCM. Tal parece que no hubo entendimiento o no se entendió el lenguaje, convirtiéndose esta posible construcción política, en una Torre de Babel, donde, como aquella mítica construcción, citada en el Génesis de la Biblia, sobre una edificación de una gran torre (“desde el inframundo político”), pretendían alcanzar el cielo, pero al final, tal parece que, por la “alteración en el lenguaje”, no se pusieron de acuerdo.
Hemos dicho, y lo reitero, como así lo dijo también el Presidente de Ciudad de Guadalajara, Alfaro, que las circunstancias en algunos Estados, son muy diferentes a las nacionales y en Sonora no es la excepción, incluido Cajeme. En Cajeme, el MC y PRD NO PINTAN, como los demuestras las elecciones pasadas, tanto del 2015, 2012, 2006 y 2003. Pero, si se pueden colgar del gancho Panistas, estos dos Partidos. En el Estado, y lo digo sin cortapisas, los PANISTAS, deberían ir solos: Primero por dignidad y segundo, para recuperar la credibilidad en el partido de la ciudadanía …y eso dependiendo de los candidatos. Algunos del PRD han dicho, que eso de que el agua y el aceite “no se llevan” es obsoleto, pero solo cuando se persigue un interés personal o de grupo. Aunque tienen razón, pues desde 1937 ya lo había dicho el Filósofo y pensador español, José Ortega y Gasset, en su libro La Rebelión de las Masas: “Ser de izquierda es, como ser de derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil; ambas, en efecto, son formas de la hemiplejia moral… hoy las derechas prometen revoluciones y las izquierdas proponen tiranías… “
Si bien es cierto, puede suceder – Deseamos muchos que NO- la dilución del Voto ya sea con o sin el Frente, el posible ganador sea de nuevo el Partido de corruptos y corruptores o el del mesianismo, que ha tomado como lema de campaña, lo que la gente quiere oír: el combate frontal a la corrupción, pero sin embargo muchos de sus actuales adeptos, han pertenecido al primero, incluyendo al mesías, pero que le apuestan a la amnesia política del pueblo.
Mientras el sistema electoral de México sea el mismo y no se legisle para tener segundas vueltas en las elecciones, vamos a tener gobiernos realmente espurios (aunque por las leyes vigente “les den legitimidad”), como los que hemos tenido, ya que no cuentan con el cincuenta más uno, de la aprobación de la ciudadanía. Otro es que mientras no salgan a votar más del 60 % del padrón electoral, vamos a tener el “gobierno que nos merecemos”.
#PARACAMBIARYOMEINCLUYO.Dr. Campa
Dr. Raúl Héctor Campa García raulhcampag@hotmail.com
