En todos los años que tengo cerca de los sistemas penitenciarios, he visto muchas injusticias, pero pocas como ésta: Irene Manzo está privada irracionalmente de su libertad por actitudes legaloides, secundadas por un juez indolente, miope, torpe y/o mal intencionado.
Irene está confinada en el Cereso de Ciudad Obregón desde el 6 de febrero de 2017 por argucias legales que la hicieron víctima de acciones y actitudes misóginas, al equiparar una deuda eminentemente mercantil con un caso penal para extorsionarle y privarla de su libertad, con toda la alevosía , premeditación y ventaja.
Justicia que no es expedita, no es justicia...
A Irene Manzo Reyes se le concedió un amparo federal desde el 25 de julio pasado, expediente 510/2017, sin embargo, de forma por demás lastimosa sigue presa, ya que el amparo está en revisión y en proceso de algún pronunciamiento del juez. Irene fue candidata a diputada en el sur de Sonora, quiere y debe estar libre este diciembre para atender a su familia, en especial a su señora madre quien está muy grave.
Es toda una tragedia que por encima del abuso jurídico, una vez obtenido el amparo de la justicia, los jueces sean tan lentos para resolver el fondo del asunto (los amparos en revisión debieran definirse en no más de 72 horas), de forma indolente no toman en cuenta las condiciones de la señora Manzo en este caso, pero más grave es ver, que esa lentitud en la impartición de justicia se deba a tráfico de influencias y torcidas intencionalidades.
¡Qué diferencia con el caso Padrés!
En este país vivimos una administración de la justicia selectiva, discriminatoria. Sesgada, fundamentada en "tanto tienes, tanto vales". En corto, la justicia se negocia, se compra, se pone a la venta del mejor postor, ese es el caso por ejemplo del exgoberandor Guillermo Padrés, es público y notorio el abuso de poder y recursos que hizo en su mandato, sin embargo está a punto de salir libre de manera por demás insultante para los sonorenses.
El caso de Irene Manzo es lo contrario, bajo condiciones distintas, bajo cargos y supuestos falsos que presentan una desproporción por la privación de su libertad, por su detención irracional, es obvia la injusticia, es obvio el abuso jurídico para mantenerla presa, aun y a pesar del amparo de la justicia federal que es lentísima en su aplicación... Muy distinto al proceder contra Guillermo Padrés, a quien se le ha pavimentado el camino hacia la libertad.
Conclusiones
El día de hoy deberá pronunciarse el juez Miguel Ángel Betancourt del Juzgado Tercero del Colegiado de Distrito en Hermosillo, sobre el amparo en revisión y otorgar la libertad a Irene Manzo, ojalá exista prudencia, imparcialidad, mesura pero sobre todo conciencia jurídica por parte de este juez... y terminar de una vez esta verdadera pesadilla para una mujer víctima de violencia jurídica y doble victimización, lo que es también sin duda violencia económica y de género. ¡Es toda una injusticia!
https://proyectopuente.com.mx/2017/12/11/irene-manzo-reyes-una-gran-injusticia/