Uno de los más inteligentes analistas políticos de México, Leopoldo Gómez, ha dicho hoy en Milenio que solo recurriendo l voto útil no alcanzarán José Antonio Meade, Ricardo Anaya o Margarita Zavala a Andrés Manuel López Obrador. Los argumentos del politólogo son contundentes:
1. “Una transferencia de votos como la que se dio en 2006 o 2012 sería insuficiente para darle un vuelco a esta elección”.
2. “En 2006 Madrazo no cayó más de 3 o 4 puntos porcentuales, los mismos que subió Calderón. Incluso en el momento más crítico para el priista, al inicio de mayo, cuand
o tocó piso, la transferencia —momentánea— de votos hacia Calderón no superó los 5 puntos porcentuales”.
3. “Para 2012, la lectura es más complicada, pues vista del inicio al fin de la contienda fue López Obrador quien más puntos ganó, en parte a costa de Josefina Vázquez Mota. El mayor swing de votos del PAN al PRI se observó en los primeros meses de las campañas, pero ni siquiera entonces superó los 4 puntos porcentuales”.
4. “En conclusión, ni cuando el PAN y el PRI eran mucho más cercanos, su intercambio de votos alcanzó la magnitud que hoy se requeriría para remontar una ventaja de más de 10 puntos”.
5. “Esta vez, para competir por el primer lugar no basta una apuesta por el voto útil. Dar la batalla exige movilizar nuevos electores y restarle apoyos directamente a López Obrador. Después de todo, para eso son las campañas”.
No es solo el voto útil, es también la alianza Meade-Margarita (EPN-Calderón)
Está más que cantada esa alianza, de plano. El tuit de ayer del candidato del PRI, tan elogioso de la candidata independiente, no deja lugar a dudas:
Y no van contra AMLO, sino contra Anaya
Dice Polo Gómez que competir por el primer lugar exige “restarle apoyos directamente a López Obrador”.
Como ello es imposible, Meade y Margarita continuarán con su proyecto de destruir a Ricardo Anaya, candidato del PAN-PRD-MC.
Al insistir en las malas cualidades de Anaya, que las tiene y son muchas, Meade y Margarita buscarán sumar el voto útil del PAN.
Pero, además de ello, tendrá que renunciar Margarita a sus aspiraciones para apoyar abiertamente a Meade (o Meade o las suyas para apoyar absolutamente, y con todos los recursos del priismo, a la señora Zavala).
En principio lo lógico sería que la independiente se sumara al proyecto del candidato del PRI, pero no tiene por qué ser necesariamente así.
Si Margarita llega a los 15 puntos en las encuestas —y creo, como todo el mundo, que pronto llegará— estará en la pelea y lista para encabezar cualquier estrategia en la que participen los líderes reales del PRI.
El PRI y el presidente Enrique Peña Nieto es mucho lo que le deben a Felipe Calderón y a Margarita Zavala.
De hecho, hay evidencia de que EPN pudo ganar las elecciones de 2012 porque entonces presidente de México, Felipe Calderón, trabajó para ello. Álvaro Delgado lo documentó en el libro El Amasiato.
En ese tiempo, José Antonio Meade era secretario de Hacienda de Calderón y, algo todavía más relevante, el enlace más importante entre el gobierno panista y la campaña priista, algo que se le facilitaba porque Meade era —sigue siendo— un amigo muy cercano de Luis Videgaray, hombre fuerte de peñismo.
El factor Manlio
En resumidas cuentas, Meade y EPN no tendrán ningún problema en volver a negociar una elección con Margarita Zavala, la esposa de Calderón ahora candidata a la Presidencia de México.
Para que el priismo de abajo no ponga el grito en el cielo, lo que hará falta será incluir en el arreglo al militante del PRI con más credibilidad en las bases del partido: Manlio Fabio Beltrones, que ya participa en la campaña de Meade pero al que habrá que ofrecerle algo que lo motive todavía más, como ir a fondo en la reforma del sistema político que el sonorense lleva años buscando.
Manlio necesita, en el final de su carrera, conseguir algo tan relevante para México como cambiar, ya, al sistema presidencialista totalmente agotado.
https://www.sdpnoticias.com/nacional/2018/04/03