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El proceso electoral 218, ya terminó y lo que se veía llegar pasó y lo que paso quizás fue lo mejor que puede pasarla a este País (así sea, lo deseamos). Tenemos nuevo Presidente electo de la República Mexicana, en donde no hubo lugar a dudas, triunfó con un gran margen, que invalidaría cualquier intento de impugnación. Andrés Manuel López Obrador, en su perseverancia en los últimos 18 años, supo construir este triunfo.
Haya sido como haya sido, llegó legalmente a convertir en realidad su sueño tesonero: ser el Presidente de México. Como tal y en bien de la Nación, la ciudadanía debemos ser respetuosos de la investidura presidencial y hacer votos para que gobierne con aciertos, a un País lleno de contrastes socio-económicos y culturales diversos. Desear al nuevo gobierno entrante le vaya bien, para que le vaya bien al País. Que no quede solo en la retórica del discurso político. Obras son amores, otorgar el beneficio de la duda y darle el tiempo para estos propósitos.
Todos los ciudadanos queremos que ese propósito no quede en la expresión galdosiana de “quiero y no puedo” (de Benito Pérez Galdós, autor de la novela Doña Perfecta; donde refleja la realidad de una España dividida del siglo XIX, tradicional, rancia e intolerante y otra liberal, según el cristal de cada partido). El entrecruzamiento de valores contrapuestos, que dividen al ciudadano pensante, puede dar, en efecto, un mal resultado. ¡Chafarrinón! Dirían los españoles.
Este proceso electoral, dejo entrever situaciones de “claro-oscuros”. Por un lado, una mayor participación ciudadana; con un poco más del 60% de votantes, donde si bien es cierto hubo un voto racional por el hartazgo del mal proceder casi rutinario de políticos y partidos y por otro lado el voto irreflexivo e irracional dado a muchos candidatos ganadores, no por ellos en sí, sin duda se lo deben al arrastre del que fue candidato presidencial por MoReNa.
El maremágnum de votantes, también, similar a una rebelión de las masas, parte de una sociedad moldeable, que siempre han existido, por parte de liderazgos, que las encauzan a su favor (ejemplo de esto las prácticas clientelares de algunos dirigentes, desde siempre). Quizás parte de lo bueno, es que disminuya el multipartidismo y ya no otorguen registro a los partidos que no llegaron al 3% de la votación y no den registro a nuevos partidos que medran indignantemente el erario público. Que desparezcan los partiditos rémoras o satélites.
Volviendo al Proceso electoral:
Del total de votantes – que por supuesto no representó el imposible 100 % del padrón electoral- alcanzó un poco más del 62% que acudieron a sufragar. El padrón de electores del INE es de 87,317,606, entonces los que votamos, fuimos 54,136,915; desde el punto de vista de la civilidad, está bien, ojalá mejore con el tiempo, para tener más ciudadanía responsable.
De este universo AMLO obtuvo el 53 % de votos, o sea 28,692,565 que representaría el 33 % aproximadamente del total del padrón real (87 millones y fracción de la lista nominal); lo que significa, que como todos los presidentes que ha tenido el País, ninguno realmente ha llegado al 50% mas 1 del listado; pero, por las leyes electorales del País, es legítimo el triunfo, pero avalado solamente por un 30% y fracción de los que sufragan el voto “responsablemente” (estos quizás sean los menos), por lo que es imperativo, como en los países con ciudadanía responsable (más civilizados), que en los futuros comicios, se legisle para las segundas vueltas. Pero hasta aquí “habemus Presidente, consumatum est”.
Es evidente, se percibe e incluso se comenta por algunos politólogos, que, por la estructura de MoReNa, con tanta mayoría de ex Priista y de otros partidos, MoReNa, es producto del “mimetismo político”, por la habilidad, principalmente del PRI, o de MoReNa de tener ciertas semejanzas. Definiendo el mimetismo, adaptándolo a la política: “…es una habilidad que ciertos seres vivos –en este caso zoon politikón- poseen para asemejarse a otros organismos (con los que no guarda relación – como con algunos ex militantes de otros partidos, como Panistas; excepto los del PT y PRD, que “comparten misma doctrina”)- y se asemeja a su propio entorno para obtener alguna ventaja funcional”.
Las semejanzas serían, en el caso del PRIismo con MoReNa:1.- Se menciona que un 80% de su estructura son militantes que se mudaron del PRI. 2.- Votación con carro completo, que tal vez exista el riesgo de una hegemonía como la que tenía el PRI. 3.- Mayoría en el congreso, que por un lado pueda ayudar a que las pretensiones del Presidente, para bien de México, se lleven a cabo, o, todo lo contrario; imposiciones verticales que puedan afectar al ciudadano común (deseamos que no pase, como los anteriores gobiernos). 4.- Las designaciones de candidatos –que triunfaron por el efecto AMLO- sin un proceso democrático (sin ver perfiles, de algunos candidatos) como sucedió EN TODOS LOS PARTIDOS, semejando a los antiguos tapados del PRIISMO ramplón y reptante… menos en el PAN …también.
De nuevo, la alternancia está llena de expectativas, en que el País mejore, pero para esto, también debemos ser buenos ciudadanos y por supuesto LA PATRIA ES PRIMERO… pero la patria no empieza o termina en las fronteras. LA PATRIA EMPIEZA EN CADA UNA DE LAS FAMILIAS DE MEXICO. Como tal hay que defender por mejorar la integración de las familias, el derecho a la vida, desde la concepción, la potestad de los buenos padres (mamá y papá) de sus hijos, combatir realmente la pobreza, bajando sustancialmente los índices de la misma, ataque frontal a la cultura de la muerte, que inicia desde la gestación, en contra de los más vulnerables y por supuesto combatir la corrupción sin impunidad de los delincuentes, sea quien sea. Un pueblo culto y con igualdad de oportunidades en educación y trabajo, será menos corrupto. Promover el respeto mutuo entre todas las personas, etc. Un Presidente no puede hacer todo, tiene que ser apoyado por una ciudadanía responsablemente participativa, para alcanzar el objetivo real de la política: El bien superior de la ciudadanía, el Bien Común. Habemus Presidente. Consumatum est.
#PARACAMBIARYOMEINCLUYO
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