Una visión crítica desde la izquierda social.
1. Sobre los resultados electorales
Todo apuntaba a un triunfo natural y contundente de AMLO, pero honestamente en el ámbito estatal creí hasta el último minuto en el voto diferenciado. Qué pasó? que el coraje y el hartazgo social por la corrupción y la inseguridad a nivel nacional se reprodujo fielmente en Sonora por la opacidad en el desempeño de alcaldes y de diputados locales que desde el Congreso avalaron esa opacidad ¿Quién no habla de obras infladas, de asesinatos impunes, de la inseguridad cotidiana en los municipios de Sonora? todos emularon a Peña Nieto. Lo que le da la razón a AMLO, un presidente ejemplarmente honesto contribuye de arriba hacia abajo a combatir la corrupción, cuando no, la difunde, se vuelve permisiva, modus operandi. Con Fox y Calderón la corrupción fue un asunto de cuates, con Peña, una corrupción sistémica que contaminó a los tres niveles y ordenes de gobierno.
Otro factor que contribuyó a la contundencia de los triunfos locales de Morena lo constituye la inconformidad de algunas cúpulas priístas por la imposición de candidaturas de Beltrones, quiso carro completo en el PRI para pavimentarle el camino a la gubernatura a su hija, que también perdió estrepitosamente. Así que la derrota del PRI en Sonora tiene una causa definida: Corrupción e imposición, mala fórmula en pleno auge de las redes sociales.
2. Existe comprensión cabal de los candidatos electos de Morena sobre los factores que realmente influyeron en su triunfo electoral?
No lo creo, al menos no todos. Veo en sus rostros mas la alegría de quien se saca la lotería sin comprar boleto, que la humildad agradecida hacia el pueblo sonorense, insisto, no en todos prevalece esa incultura política, seguramente ya algunos empiezan a medir el tamaño del reto que les espera: cumplir con las expectativas de cambio ofertadas y sobre todo estar a la altura y responder con una eficiente gestión paralela a los esfuerzos institucionales de AMLO en el ámbito nacional.
3. Ganó la izquierda en Sonora?
El concepto de izquierda se ha desvirtuado tanto que, al menos en el terreno electoral, es solo un cliché. El propio PRD se encargó de desvirtuar tan noble y necesaria ideología en toda democracia moderna. Reconozco que hay una izquierda viva en México que se refleja en organizaciones autogestionarias, por cierto la mayoría de éstas conviven al seno de MORENA. Pero a la luz de los resultados electorales habría que preguntarse con rigor autocrítico quién realmente ganó las elecciones. A mi juicio, fue un triunfo fue de la ciudadanía, una ciudadanía al borde del estallido, lo que bien entendido, debería preocupar seriamente a los personajes hoy electos.
El proceso electoral recién concluido ha servido para catalizar y conducir pacíficamente ese estado de ánimo agraviado de la sociedad, eso sumado a un líder que ofreció una salida sensata, congruente, pacífica e inteligente. Sin ese líder quién sabe si las elecciones hubiesen sido tan exitosas, y vaya que lo fueron, descontento y liderazgo fue la fórmula que está posibilitando el cambio de régimen en este momento histórico, en el que AMLO cuenta ya con el reconocimiento de los principales líderes del mundo.
4. La relación causa-efecto del pragmatismo electoral de Morena en Sonora.
La designación de candidatos fue una estrategia estrictamente pragmática a cargo de Alfonso Durazo, su misión era posicionar de mejor manera la candidatura de Amlo en el Estado y punto. Subir en las preferencias para lograr un equilibrio favorable que garantizara el triunfo de Morena a nivel nacional, ese era su objetivo, de ahí por ejemplo las candidaturas de personajes populares y otros, incluso cuestionados por su inmoralidad durante la gestión panista de Padrés, no importaba. Lo que se buscaba era, en el primer caso, popularidad, y en el segundo, aportar estructuras para la promoción y defensa del voto ante la deficiente e insuficiente estructura propia de morena en Sonora.
Durazo cumplió con creces su misión en Sonora, pero los factores locales descritos propiciaron que su meta fuera rebasada ampliamente, y desde mi punto de vista, al resolver exitosamente un problema se gestó otro de mayor envergadura, me refiero al nuevo reto político de Morena en Sonora: Gobernar y legislar a la altura del cambio que demanda la ciudadanía, lo que requiere de perfiles y capacidades que en lo general no se tienen para gobernar en sintonía con las grandes tareas que habrá de emprender AMLO a nivel nacional.
No dudo de la capacidad de Alfonso Durazo para conducir exitosamente esta nueva tarea que imponen los históricos resultados obtenidos, el problema es que él ya alista maletas para desarrollar encomiendas de mayor envergadura en una de las esferas mas importantes del proyecto de nación. Quién lidereará ese esfuerzo en morena? Quién sentará las bases para alinear un proyecto y alienar a los electos en una filosofía común orientada hacia el buen gobierno?
5. Ganó para perder la izquierda electoral en Sonora?
Sí y no, eso dependerá de la estrategia de formación política que siga Morena en Sonora durante los 60 días que faltan para que los hoy electos asuman sus cargos, una estrategia orientada a minimizar y moderar el excesivo pragmatismo que los llevó al triunfo arrollador.
Creo que al mes de septiembre es posible contar con un grupo de diputados y diputadas que no centre su desempeño en funcionar como una aplanadora que lo aplasta todo con su inmensa mayoría, cuyos integrantes, si no brillantes, si comprometidos, leales e identificados todos con un proyecto que les imprima identidad y cuya agenda legislativa aborde temas urgentes para avanzar en la equidad, el respeto a los derechos humanos, el medio ambiente, la transparencia, el fortalecimiento municipal y el desarrollo regional, entre otros.
El problema de las capacidades en este proceso y reto público que tiene encima Morena podría abordarse en dos aspectos: 1). El conocimiento formal (aptitud), lo que se resuelve con capacitación en temas duros y mediante la incorporación de equipos multidisciplinarios que aporten diagnósticos, ideas, proyectos etc. 2). La adopción de una filosofía propia (actitud), valores, principios, definición de una misión y una visión colegiada, e incluso la identificación de un código de ética del grupo parlamentario, todo ello en talleres formativos con dinámicas de grupo de avanzada.
En materia legislativa el nuevo gran grupo parlamentario en Sonora tiene una ventaja: no hay relevo del ejecutivo estatal por lo que existe un plan estatal de desarrollo en vigor, así como programas y presupuestos establecidos al menos para el presente ejercicio fiscal. Ello les evitará eternas y desgastantes sesiones para validar la planeación del desarrollo, que bien podrían emplearse en la necesaria adecuación de la Ley Órgánica y la reestructura técnica y administrativa del Congreso, buscando la excelencia en su profesionalización para ponerla ad hoc a los retos institucionales de la nueva legislatura, sobre todo en aspectos que fortalezcan su capacidad de gestión, de propuesta, y su soberanía e independencia respecto al Ejecutivo Estatal.
A reserva de los resultados del diagnóstico a aplicar, desde la sociedad se observan graves deficiencias e incluso ilegalidades en el desempeño tradicional de los diputados, como es el caso de la operación del famoso fondo de gestión legislativa que implica la asignación de recursos para que los diputados hagan obras en sus municipios, una clara usurpación de funciones del ejecutivo que viola la constitución, y una evidente concesión del ejecutivo para el pago de favores, seguramente asociados a la revisión de las cuentas públicas.
6. Los retos y expectativas de los nuevos gobiernos municipales.
Los retos de Morena en lo que toca a los relevos de importantes gobiernos municipales son aún más complicados que los de la Legislatura Local.
El municipio es de los tres niveles de gobierno, el más antidemocrático, no hay contrapesos, el presidente municipal es el ejecutivo, es decir el gerente, el administrador, y simultáneamente preside y tiene voto de calidad en el Cabildo (lo que análogamente es el congreso en los otros niveles de gobierno) y como sabemos, éste órgano, por colegiado que sea, está integrado por representaciones de los partidos políticos, no de los ciudadanos, y lo peor del caso es que no existe representatividad geográfica. Bien pueden ser todos los regidores de un Ayuntamiento de una sola colonia o localidad y no pasa nada, es legal, pero profundamente antidemocrático.
Por ello, bajo el marco jurídico actual y como consecuencia de éste, el municipio es el nivel de gobierno mas rezagado en materia de democracia y eficiencia administrativa, es el más politizado en la medida en que cada tres años los alcaldes incorporan, basifican y sindicalizan discrecionalmente a quienes le son adeptos, principalmente a quienes le acompañaron en la aventura de su campaña electoral, mas allá de diagnósticos, perfiles etc.
Esperemos que AMLO promueva la democracia de abajo hacia arriba y logre en el horizonte de su sexenio una profunda reforma al articulo 115 constitucional que define el marco de actuación del municipio en la federación así como su organización administrativa.
Lograr un relevo aceptable, acorde a la oferta presentada a la ciudadanía, pasa por la dificultad del pobre nivel de democracia institucional en el ámbito municipal, por lo que la efectividad del relevo depende muchísimo de la visión y voluntad política, la capacidad gerencial y sobre todo la capacidad de gestionar posibles conflictos de interés del presidente electo al seleccionar a sus futuros colaboradores, lo que históricamente se ha hecho sin contar con un riguroso diagnóstico de la administración municipal.
Ese es el principal reto a vencer. Las funciones del presidente se enmarcan en dos esferas: la política, y la administrativa; habrá quienes posean ambas cualidades o una mas desarrollada que otra, eso depende de su formación en el sentido amplio del término, habrá quienes no posean ninguna.
La breve historia del municipalismo de la izquierda en Sonora, cuando el PRD fue gobierno en el Sur de Sonora registra un caso lamentable: el de Guaymas, donde la carencia de ambas cualidades de la entonces alcaldesa generó una evidente ingobernabilidad que se tradujo en un Cabildo en permanente conflicto con la Presidenta Municipal y el relevo de funcionarios municipales hasta en 72 ocasiones, lo que a la postre terminó en su destitución y abonó con mucho al desgaste político del PRD en Sonora.
Entonces, gracias a esa ola el PRD gobernó, es un decir, casi al 30% de la población de Sonora, ahora no se trata de una ola, sino de un tsunami, y la oposición que más se asemeja a la izquierda gobernará el 86% de la población, y sin visualizarse hasta ahora, igual que antes con el PRD, un proyecto municipalista común, una plataforma mínima que configure una visión y una estrategia compartida para establecer el buen gobierno.