A querer y no, el flamante senador por Sonora Arturo Bours Griffith, empresario y descrito como una “gran persona y un gran ser humano” por Alfonso Durazo Montaño, quien lo llevó como su suplente en la fórmula al Senado de Morena, ya se metió en una situación incomoda.
Quizá no este consciente del todo de su posición y de lo delicado de sus expresiones, sin embargo parece no haber recibido el famoso curso de inducción que les han dado a los noveles legisladores morenistas, pero alguien tendrá que hacerle entender que representa al gobierno de la cuarta transformación de México y que por más que el se sienta comprometido con el PRI y el sistema que le ha dado tanto, además claro de los intereses empresariales del Grupo Cajeme y su familia, no debe andar por aquí y por allá contradiciendo las propuestas, postulados y bases ideológicas y programáticas de Andrés Manuel López Obrador y despotricando contra la izquierda.
Me queda claro que no se trata de un militante y que puede tener personalidad propia, sin embargo al haber sido invitado a ocupar la suplencia de Alfonso Durazo, estuvo claro desde un inicio que se iba a convertir en Senador de la República más temprano que tarde, pues quien fuera el dirigente estatal de Morena había sido invitado ya meses atrás a convertirse en el eventual secretario de Seguridad Pública del nuevo gobierno, por lo que resultaba “muy delicado definir a quien se invitaría como suplente”, como él mismo expresó en alguna entrevista que le hice.
En pocas palabras Bours Griffith debió entender y asumir el compromiso político en que se estaba metiendo, aunque fuera de dientes para afuera.
Y mire, la decisión por este empresario del sur del estado fue polémica desde el principio, porque los grupos de base de Morena, la izquierda que por tantos años ha luchado por tener una posibilidad de asumir el poder, la cuestionó, señalando que no era justo que un representante de uno de los grupos de poder contra los que lucharon por tanto tiempo tuviera una entrada por la puerta grande y nombre de Morena y la izquierda.
Usted sabe los Bours han sido factor de poder en nuestro estado desde hace décadas, y ya tuvieron un senador en la persona de Eduardo Bours, que al tiempo se convirtió den gobernador, además su hermano Ricardo fue alcalde de Cajeme y aspira a convertirse en candidato a la gubernatura del PRI.
Lo de menos es que Arturo Bours Griffith diga que se opone al proyecto del Aeropuerto en Santa Lucía y que quisiera despertar el domingo 2 de diciembre con la noticia de que no era cierto que se cancelaba Texcoco, pues al final se trata de una decisión ya tomada, le guste o no.
El detalle es cuando se va a las definiciones políticas, pues dice (siendo senador de Morena) que a él no le agrada la idea de que alguien emanado de la izquierda gobierne Sonora y que se trata de que llegue alguien con un perfil más social, pero definitivamente no de la izquierda, es decir nunca de la base política que le llevó al Senado.
Vamos incluso habló de su primo Ricardo Bours Castelo, de quien dijo sería un gran gobernador, no importa que sus posibilidades de ser postulado como candidato sean únicamente por medio del PRI.
Lo más curioso es que todo esto lo dijo enfrente del dirigente estatal de Morena Jacobo Mendoza y algunos otros representante de ese partido como Alfredo Gómez Sarabia, secretario de Ayuntamiento de Hermosillo y enlace directo de Alfonso Durazo con la política estatal, que estuvieron ahí como invitados de la Mesa Cancún, en su reunión del viernes 23 de noviembre, es decir el senador Bours no tiene rubor alguno en manifestarse en contra de los principios, postulados, liderazgos y posibles precandidatos de Morena, partido que lo llevó al poder y le dio oportunidad de convertirse en Senador, cargo en el que apenas tiene 2 semanas.
Sin duda al ser empresario de altos vuelos a Bours Griffith no le tiemblan las piernas a la hora de mostrarse tal cual es y decir exactamente lo que piensa, porque para empezar no existen consecuencias posibles de parte de quienes lo llevaron al poder, a menos que le apliquen “la de Rochín” y eventualmente terminen por desconocerlo como su senador, aunque al final del día el daño ya estará hecho, pues el senador Bours ocupará el cargo por 6 años y eventualmente (como él mismo no descartó) podría meterse en alguna carrera para ser candidato a la gubernatura de Sonora aunque de momento no tenga planes para hacerlo.
Incluso retó a los periodistas ahí presentes para que de él escriban “lo que les dé la gana”, pues tienen derecho de hacerlo, el detalle es que quizás no midió el alcance y sobre todo el impacto de sus dichos entre la base militante de Morena y sus dirigentes históricos, muchos de ellos genuina y legítimamente de izquierda, y quienes tienen la profunda convicción de que llegaron al poder para marcar un cambio y no para seguir con lo mismo y amparando a los mismos grupos de poder, para que sigan haciendo lo que les venga en gana.
Así las cosas.
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