En días pasados los regidores recibieron impreso el polémico Plan Municipal de Desarrollo (PMD) de Cajeme, que antes se había votado en una inolvidable sesión donde al secretario del Ayuntamiento no le salieron bien las cuentas al momento de contar y va de retro.
Más allá de lo anecdótico y de las faltas ortográficas e inexactitudes que presenta el documento, prefiero hacer énfasis en las incongruencias entre lo que se expresa en las casi 100 páginas y las prácticas del gobierno Vamos todos por Cajeme.
Son 5 ejes rectores y 4 transversales con sus líneas de acción que a la letra se leen muy bien, sin embargo, este gobierno está por cumplir con su primer tercio y en los hechos ya niega a lo que se compromete a lograr hasta el año 2021 y árbol que nace torcido…
Para empezar, el alcalde Sergio Pablo Mariscal Alvarado fue prácticamente obligado por los medios a que hiciera público el gasto de sus viáticos. Apenas el sábado subieron la información de 2 trimestres con el argumento que se estaba capacitando al nuevo enlace.
Aunque en el plan se afirme que todas las actividades se revestirán de transparencia con las prácticas más innovadoras y “atenderemos los principios básicos del Gobierno Abierto” para que de “forma eficiente llevemos a cabo la comunicación entre la administración y la población”.
De los gastos en los primeros 6 meses, septiembre-marzo, se puede inferir que el señor Mariscal y su equipo disfrutan de un tour gastronómico cada vez que salen a una comisión, lo que contrasta con lo que plasmó en el PMD en eje rector Cajeme Honrado y Austero.
Se autodelatan al decir que “La opulencia histórica de los gobierno en este país contrasta evidentemente con la realidad de muchas familias”. Mientras AMLO visita negocios populares en su recorrido por el país, aquí siguen las reprobables comilonas de antaño.
En ese apartado se dice que “Nuestra política de austeridad será la regla con la que administramos nuestras finanzas”. Dicho que contrasta con los números rojos en que operan las paramunicipales, lo cual no representa ninguna diferencia con el pasado inmediato.
Otro punto a destacar es que las prioridades son disminuir el gasto corriente y de mejorar la recaudación de los ingresos propios. Aun cuando es de los municipios más endeudados del país, la tesorera Karina Montaño quiere aumentarla con otros 100 millones.
Dónde queda pues el sello de 4T con todo y que el ex rector de Itesca se jacta ser gente de izquierda como si eso fuera garantía de algo. En todo caso, Rosario Robles también lo profesaba y ya sabemos cómo y con quién desechó sus convicciones. Feligrés de la izquierda de caviar.
De ahí que no sorprendan los resultados de una evaluación de alcaldes que hiciera la empresa Caudae, donde el presidente Mariscal Alvarado aparece en el lugar 29 de una lista de 55 ediles y lo ubican con un bajo promedio del 33.5% de aprobación.
Le preguntaron a 385 cajemenses sobre los atributos de su autoridad municipal. En cuanto a honestidad obtuvo 30 puntos, mientras que en capacidad 35 y en integridad apenas 21. Aquí se puede consultar los valores y metodología. http://caudae.com/docs/Posicion.pdf