Columna de Hierro
Ahora sí que el empresariado mexicano está en su mejor oportunidad de demostrar de qué están hechos para que también se diga lo bueno de ellos.
Es decir, no solo lo malo.
De que son hambreadores, de que viven en los tiempos del porfiriato y que darían lo que fuera por volver a las tiendas de raya.
Y yo conozco algunitos por aquí en Cajeme.
El escenario que toca a la puerta del país está, como dijo el tabasqueño, “ como anillo al dedo” para que saquen la casta y se asuman – ahora que la nación lo reclama – como los verdaderos salvadores de la patria, del proletariado pues.
Y de rescatados, que siempre han sido, puedan ser ahora los rescatadores de este trago amargo por el que atraviesa el mexicano.
E iba yo a decir que están en su mejor momento de devolverle un poco al pueblo de lo mucho que han logrado, pero la verdad sea dicha:
En este caso, más bien se trata de devolverle a Hacienda lo “ muchito” que le han escamoteado, lo que en los hechos es lo mismo; devolverle al pueblo lo mucho que le deben.
Se trata de 50 mil millones de pesos.
Y quienes lo deben, no vaya usted a creer que los debe el parque industrial de Monterrey o el conjunto de 29 parques industriales con los que cuenta el estado de San Luis Potosí en donde tan solo Logistik de Artha Capital, tiene una extensión de 3 mil hectáreas para ser el parque industrial más grande de todo el país.
Nada de eso.
Se trata de tan sólo 15 simples mortales, los que bien pudieran ser asignados a un cobrador de Credi Soluciones o alguno de esos aboneros que no sueltan a su presa hasta arrancarles el pago completo.
También estaba pensando en uno de esos aboneros de Coppel que son más tercos y aferrados que un “ ojo de pescado”, que no los quita usted por nada de entre los dedos de los pies, pero en este caso sería inútil por la sencilla razón de que, de acuerdo a lo que se dice, la familia en cuestión es uno más de la negra lista.
Y aquí viene lo interesante del asunto:
Ocurre que en estos momentos, como resultado de la pandemia que tiene de rodillas a la economía del mundo, en México, que no es la excepción, más de 250 mil micro, pequeños y medianos negocios estarán cerrando sus puertas, arrastrando con ello a que 1. 5 millones de mexicanos pierdan sus trabajos.
Y si a esto le agregamos los 16 millones de empleos informales que generan estas micro y medianas empresas, la catástrofe económica será de mayores conecuencias.
Pero, ¡ Momento!.
Que no panda el cúnico.
La solución está muy simple.
Con tan solo el hecho de que la mitad de estas empresas, es decir, siete, cumplan con sus millonarios adeudos, el gobierno de la república se compromete entrar al rescate de todos ellos y en vez de un millón de créditos que ya se hallan comprometidos, se estarían entregando 3 millones de estos créditos a razón de 25 mil pesos cada uno.
Y, como dice el director de la ANPEC, la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes, don Cuauhtémoc Rivera, “ ya para mayo, podría ser demasiado tarde, porque el flujo de dinero ya se necesita. Los pequeños comerciantes están muy presionados rezando por no quebrar para llevar de comer a la casa, mantener salarios y pagar a proveedores y servicios”.
Como quien dice, ahora es cuando se hace más que oportuno que estos 15 hombres de empresa se llenen de gloria cumpliendo con sus obligaciones fiscales.
Total, a fin de cuentas, si los impuestos son por el orden de los 50 mil millones de pesos, ¿de qué tamaño tuvo que ser el ingreso?
Y nadie más que ellos lo disfrutaron.
Ahora sí que es justo y necesario que devuelvan a las arcas el impuesto que “ olvidaron” enterar a la autoridad fiscal.
La pelota está en manos de estos 15 olvidadizos capitanes de la empresa y muy en especial don Carlos Salazar Lomelín, el flamante presidente del Consejo Coordinador Empresarial hasta cuyo escritorio fue a parar la lista de los 15 acaudalados magnates que ahora tienen en sus manos la salvación de estos 250 mil pequeños empresarios y sus más de diez millones de trabajadores formales.
Asiento aquí por último el compromiso hecho por el presidente López Obrador:
"Si son 50 mil millones de pesos -como tienen con qué- si nos pagaran esos 50 mil millones en vez de un millón de créditos a pequeños negocios serían tres millones. Hago el compromiso de que ese dinero sería para las pymes, pequeños negocios tanto de la economía formal como de la informal".
La moneda está en el aire y el tiempo apremia.
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