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Miércoles 5 de Mar de 2025

Consejo Ciudadano para el País

Raúl Héctor Campa García
Miércoles 08 de Julio de 2020
 

“Más vale una pálida tinta, que una brillante memoria”.

Para olvidar, de momento la pandemia.

Cuándo realizaba mi Residencia de especialidad en Pediatría, era muy común, que los maestros nos expresaran, o entre nosotros mismos, la máxima de: “más vale una pálida tinta, que una brillante memoria”; cuando olvidábamos de momento, datos importantes de los pacientitos hospitalizados para ver su evolución o complementar su tratamiento, según cada caso. Esto, invariablemente lo hacíamos en el pase de la visita diaria (la primera del día y las necesarias). 

 

Esto les falta, tal vez a muchos políticos autóctonos, que, si no leen, no se preparan o se olvidan de lo que leen, que tengan su apuntador; si no es electrónico, utilicen una pálida tinta, o “arrastren el lápiz, para no “abusar de la tecnología”, como lo recomienda él Presidente de México, quizás él, utiliza la escritura cuneiforme o en papiro (papiro de cuero de Peje – semejante al papiro de Ebers, el antiguo tratado médico y de farmacopea.1500 años a.C.). 

Con anotar, aunque sea con una pálida tinta, les suba más rápido “el agua al tinaco”, diría un querido compadre. Los políticos, sufren de amnesia selectiva y sólo se acuerdan “ocurrencialmente” lo que le conviene a su partido, sin importar lo que sería mejor para el País. Con las computadoras, Tablet u otros medios, ahora no hay pálida tinta, pero la circulación sanguínea es deficiente por anemia (“pálida sangre”) u otra patología, que no oxigene bien el cerebro; sufren de “hipoxia cerebral”, y más cuando presentan “apnea del sueño”, en alguna curul del congreso.

 

La constante polarización política del País está presente. No es una situación actual, se sufre de tiempo atrás. Antes del año 2000, el gobierno hegemónico del PRIismo era más represor física y mentalmente, ante cualquier intento opositor. Los extremos ideológicos eran críticos acérrimos, del partido en el poder, las masas universitarias de antaño, idealistas, más que pragmáticas, eran y siguen siendo botín de los bandos que compiten por el poder (Partidos), son también, las clases sociales más vulnerables, con el indignante manipuleo electorero de las dádivas, en lugar de promover la subsidiariedad. 

Aún, como lo decía José Ortega y Gasset (no literal) con: “…la imbecilidad de los estigmas de las izquierdas y derechas…”. Ambos extremos en aquellas épocas, eran la oposición a esa dictadura perfecta del PRI, que describe el escritor peruano, Mario Vargas Llosa. Dictadura, que algunos politólogos, ven atisbos, de regreso con el actual gobierno de un solo hombre y no de un solo partido (¿Quizás esto se pretenda, a imagen y semejanza del viejo PRI?). 

 

Ante la problemática política, social, económica, educacional, y de salud, entre otros, me vino a la memoria, aquel  Consejo Ciudadano, llamado grupo de San Ángel (por el sitio donde se reunieron por primera vez – casa de Jorge Castañeda Gutman), que precisamente, el mes pasado se cumplieron 26 años de su conformación (1994), convocado por varias personajes: Intelectuales, políticos, profesionales diversos, gente representativa de la ciudadanía y de todos los sectores; que nació, por el hartazgo social y político, con el partido en el poder (PRI), sus fraudes electorales y rapacerías en la elecciones de 1988 (y antes), donde Manuel Bartlett, fue uno de los principales miembros de los inquisidores por parte del sistema. Por todo eso y los problemas internos del mismo Partido, se escinde y se conforma una Corriente Democrática (1988), con una gran cantidad de sus militantes y con militantes de otros partidos de izquierda, de donde posteriormente se construyó, el hoy agónico PRD. 

Por estos añejos problemas y los acontecidos al inicio de 1994, como: levantamiento del ejercito zapatista, el asesinato de Colosio, de Francisco Ruíz Massieu, entre otros graves sucesos nacionales, se esperaba, en las elecciones federales de año 1994, “un choque de trenes”, metáfora que en su momento escribió Demetrio Sodi. Palabras que retomó el culto escritor Carlos Fuentes (“tomó nota, tal vez con una tenue tinta de su bolígrafo”), que fue uno de los principales inspiradores y promotores del Grupo San Ángel, transformando la metáfora de Sodi, en lo siguiente: “… que la sociedad civil, tenga imaginación, para traducirla en responsabilidad de las partes y asegurar, así, que el día de las elecciones los trenes no choquen, las locomotoras se detengan y en la estación todos podamos abordar el convoy de la democracia”. Solicitó, Fuentes, a Salinas: “Actuar como Presidente de todos los mexicanos, no como jefe de un partido, una facción o una generación … para pasar a la historia como el Presidente de la transición democrática”. El Presidente Salinas respondió a Carlos Fuentes: “Hay que hacer algo”. Salinas, no pasó a la historia por ser el Presidente de la Transición democrática. Fue Zedillo. Salinas paso a la historia, como antidemocrático y otras cosas. 

 

Son 81 personajes que dé inicio, conformaron el Grupo San Ángel, según la crónica de uno de sus distinguidos miembros: Alfonso Zarate, que lo plasma en su libro: Zarate- Alfonso. La generación de 1994 que marcó la historia: Grupo San Angel. Editorial Planeta. México 2019. 

A parte de Carlos Fuentes, Castañeda, Zarate, Aguilar Zínser, José Woldenberg, Fox, Fernández de Ceballos, Tatiana Clouthier, Amalia García, Elba E. Gordillo, Enrique Krause, Denise Dresser Ricardo García Sainz, Granados Chapa, Teodoro Césarman y el líder de la izquierda, con calidad moral, Ing. Heberto Castillo, entre otros. Algunos, pocos, con dudosa reputación política, si se analiza bien la lista.  

 

Tres fueron los objetivos del Grupo San Ángel: 1.- Evitar el choque de trenes. 2.- Construir un andamiaje jurídico que garantizara en el futuro que las elecciones fueran justas, equitativas. 3.- Contribuir a abrir espacios democráticos en el País.  El Código electoral, correspondía a esa identidad.

De este grupo de ciudadanos nació el Instituto Federal Electoral, cuyo primer Presidente del Consejo electoral, como órgano ciudadano autónomo, de la Secretaria de Gobernación, fue José Woldenberg 

En las próximas elecciones puede ocurrir un verdadero “choque de trenes”, y antes eso puede ser conveniente otro Consejo Ciudadano, tal vez no parecido al Grupo San Ángel, pero conformado por ciudadanos que no partidicen los acuerdos. Con Personas de una probada calidad moral, intelectual, de ciudadanos participativos, sin estar afiliados a partidos políticos, que estén representados todos los sectores sociales y se tomen acuerdos colegiados para el bien del País y sus habitantes, como un verdadero órgano autónomo.

Quizás el Presidente de México, pase a la historia, como un verdadero presidente democrático, recordando la petición de Carlos Fuentes, de: “… Actuar como Presidente de todos los mexicanos, y no como jefe de un partido…”. Y no como un Presidente que coopte o influya en las futuras elecciones y pasar a la historia por intentar instituir la antigua dictadura perfecta, pero no la de su Partido, sino la de un solo hombre en el poder. 

Ojalá, él Presidente, que se aprecia de ser un “Filósofo de la historia” (amante de saber, historia), en sus apuntes escritos con la pálida tinta de una cinta de su antigua máquina de escribir Remington u Olivetti, seleccione y acuerde con verdaderos ciudadanos que quieren al País, lo que más convenga en todos los aspectos, sin coartar el libre albedrio de las personas.

“Quédese en casa”. Bueno ya que vuelva de su cita con Trump. Pero use cubrebocas, no vaya Usted a contagiarse…de coronavirus también.    

raulhcampag@hotmail.com 

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