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Namakasia
El presidente del PRI estatal dijo, en el registro del candidato Ernesto Gándara ante ese partido, que era el único que procedía con responsabilidad, es decir, que respetaba con propiedad los pasos que exige el trámite. Lamentable habría sido que Ernesto no hubiera asimilado lecciones anteriores.
En 2009 se lanzó a la calle como precandidato dejando atrás la tramitología, y retó a su jefe, el gobernador Eduardo Bours afirmando que no “lo sentaría” nadie. Luego, cuando el escogido por el PRI fue Alfonso Elías Serrano, no lo apoyó como mandan las normas de todo partido político lo que hizo que Bours, en reciente entrevista, lo llamara “traidor”.
Bueno, los tiempos son difíciles. Y tanto, que los partidos que integran la Alianza se están jugando la sobrevivencia en la próxima elección. Si la pierden, el PRD no tendrá para dónde hacerse, y los otros dos, de por sí debilitados en la actualidad, quedarían heridos de muerte. Pero quizás algunos podrían salvarse en lo personal, como el dirigente del PRI Ernesto de Lucas Hopkins, que tiene antecedentes en el ramo de seguridad pública.
En 2005, el gobernador Bours lo hizo Secretario de Seguridad y el Congreso se alzó protestando, en su mayoría, porque el propuesto estaba muy verde, tanto en edad como en experiencia. El gobierno tuvo que chicanear el asunto. Bours mandó al Congreso una iniciativa para modificar la Ley de Seguridad a efecto de fusionar el Consejo de Seguridad Pública con la Coordinación a cargo entonces de De Lucas, y crear una Secretaría Ejecutiva de Seguridad que no sería, afirmaba el interesado, una secretaría de despacho ni implicaría reforma constitucional. Se esforzaba en que los diputados le dieran la oportunidad de recibirlo, dijo a las féminas de la Asociación de Editoras y Periodistas de Sonora, para desenredarles el enredo (“Crítica” 20-X-2005). Obtuvo el cargo pero por breve tiempo.
Con este currículo, Ernesto de Lucas podría conseguir trabajo como auxiliar del gobernador (si gana) Durazo. Dejo esto como idea. Porque tampoco estará bien ensañarse con los que pierdan.
UN PARTIDO COSQUILLUDO
Volvió a Sonora la guapa ex diputada Carolina Lara Moreno, después de un trienio sabático, como delegada de un nuevo partido. Y ya fue saludada con una ola de duras críticas porque decidió apoyar la candidatura, en Bácum, de un individuo apellidado Aboytes, que dejó reprobables huellas en aquel municipio y regresa con antecedentes penales en Gringolandia.
No debería sorprender mucho esa decisión, pues el presidente de ese nuevo partido, a nivel nacional, Gerardo Islas Maldonado, cuando vino a darle posesión a Carito (perdón por la confianza), dijo que las puertas estaban abiertas para todos los que sienten “las cosquillitas de la política” y no encuentran apoyo en otros partidos. El cumplimiento de esa promesa ya comenzó a cumplirse en Bácum, y sin duda tendrá éxito pues lo que abundan en esta época electoral son los cosquilludos.
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