El inicio de las campañas políticas en Cajeme este pasado 24 de abril, fue atípico, no tanto por el número de candidatos que pretenden alcanzar la alcaldía; ya en dos ocasiones han contendido, el mismo número, (nueve), sino por la forma de iniciarlas.
En principio, gracias a Dios ya no se dio el pleito entre los candidatos y los partidos por ver quienes ganaban y utilizaban los postes de teléfonos y de la CFE para llenarlos de publicidad y como consecuencia creando inmensidad de basura que esto producía.
Se puede decir que todos los candidatos iniciaron sus campañas en forma diferente a los anteriores, una de ellas por el número de simpatizantes convocados.
Algo de observarse es que en ninguno de los candidatos se puede definir su identidad ideológica, porque tan pronto transitan en partidos de los llamados de derecha y de la mañana a la noche se convierten en izquierdistas y viceversa, es decir carecen de ideología propia.
También es de observarse que algunos personajes, ahora ya montados en sus respetivas candidaturas, en los años anteriores “no construyeron nada abajo”. No fueron cautos ni previsores y si no sembraron, es ilógico que vayan a tener una buena cosecha. Son como esos prestidigitadores que por medio de artilugios y métodos de confusión, pretenden crear ilusiones entre quienes los observan, para en lo particular lograr ellos lo que les conviene.
Hace poco más de cuatro décadas, un hombre inauguró lo que él llamó la democracia en Cajeme y con esto la alternancia de poderes, que durante muchos años fue casi imposible lograr en el municipio. Decían de él que era de la derecha extrema, pero en realidad resultó ser de más convicciones sociales que muchos de los que se adjudicaban y se adjudican ese adjetivo.
Su nombre todavía se le recuerda y en estos tiempos de busca de votos y condiciones tan desfavorable para lograrlo, se recuerda la forma inédita utilizada para lograrlo. El convenció a los electores en muchas de los casos sin pronunciar palabra, recorriendo la ciudad calle por la calle, paso a paso, casa por casa, solo extendiendo su mano y ofreciendo una tarjeta azul acompañado de la frase: dame tu voto, vota por mí.
Fue también el precursor en las campañas políticas en utilizar canciones; lo hizo con una canción pegajosa que después de 40 años todavía algunos candidatos la utilizan.
Hoy en día, un candidato sin partido, sigue esta estrategia, recorre la ciudad a pasos largos, marcando la huella, a “ raíz” del suelo, que de lograr su objetivo la gente lo tendrá que recordar igual que recuerdan a que hombre que tras de haber recorrido Ciudad Obregón palmo a palmo, luego buscó ser la primera autoridad del estado y cómo campaña se echó a andar recorriendo el largo camino de Estación Don a San Luis Rio Colorado.
Sin duda eran otros tiempos, pero los pasos son la mejor manera de dejaban huella;es quienes en estas campaña pretendan también dejar sus huellas, deben desandar caminos, calles, veredas, y estas no se dejan de la misma forma en Instagram, You Tuve, WhatsApp, ni Facebook.
Esta campaña política en pos de alcanzar la alcaldía de Cajeme, es en muchas formas atípica, ejemplo:
Un partido político hace campaña para posesionar en el ánimo de la gente a su candidato, sin la presencia de este. La perra pandemia del covit 19 afecta de diferentes formas; independientemente de su salud, lo afecta en lo político, los otros candidatos al parecer le llevan ventaja, Otro partido después de varios días de iniciar la campaña no ha podido iniciarla por falta de reglamentación de su documentación de su candidato.
Las campañas políticas de hoy son atípicas, no así el horizonte del electorado.
En Cajeme la crisis económica y social junto con la de inseguridad desde hace mucho están presentes, los nueve candidatos tendrán que darse cuenta de ello. La pandemia del covid 19 es otro cuento, desde luego que cuenta, pero cada uno de los nueve candidatos más que discurso tendrán que presentar buenas y convincentes propuestas.
Al ganador de la rifa del tigre quizá se le permita en cierta manera, como se estila, culpar a los gobiernos anteriores, ¿y luego? .