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Soy afortunado en contar en Face Book con unos cinco mil amigos que con ingenio y buenos chistes me hacen todos los días sonreír, cuando no reír abiertamente, con sus puntadas. Es muy buena esa de que Claudia Pavlovich aceptó el consulado en Barcelona para atraer a México y especialmente a Sonora, inversiones de España. El verdadero representante del gobierno de México en aquel país es el embajador, no la cónsul, y una de sus tareas principales es fomentar las relaciones comerciales..
Los comentaristas más serios consideran que la decisión de AMLO de dar cargos a ex gobernadores priistas no va más allá del objetivo politiquero de exhibirlos en la debilidad de sus convicciones priistas, no diré que como buscachambas porque con toda seguridad todos hicieron sus ahorros para el caso de quedar fuera del presupuesto.
Otro de mis amigos apunta que desde antes del nombramiento Claudia había resuelto irse a Europa a estudiar una maestría, y es quien se acerca más al motivo real de la aceptación. Pero hay que puntualizar que no pretende estudiar Derecho, eso debería haberlo hecho cuando fue estudiante en la Universidad de Sonora, la maestría a la que apunta es de Arte.
El motivo real para irse de cónsul es que le interesa estudiar a conciencia los detalles de las obras del genial maestro Antonio Gaudí, de manera especial en el templo de La Sagrada Familia. Para no pocos será una novedad que la “ex” se interese por el Arte, pero así es. Mientras fue gobernadora practicó una rama diferente, que fue la actuación. Interpretó el papel de que gobernaba y hay quienes opinan que lo hizo con gran realismo aunque hasta hoy descubren que era pura ficción. En fin, se nos va.
En el consulado se ocupará de resolver los problemas de mexicanos que allá se quedaron sin dinero para volver a la Patria, que perdieron los papeles que los acreditan como turistas, que cayeron a la de rejas por abusar de las copas y otros asuntos igualmente importantes.
¿PUEDE RETENERSE ESE TESORO CULTURAL?
Tanto el presidente AMLO como el secretario de Relaciones Exteriores han planteado en las “mañaneras” la posibilidad de que la colección pictórica de Banamex salga del país una vez que la empresa bancaria se venda. Visité dos veces las salas en las que se exhibía esa colección en el mero centro, conformada casi en su totalidad por obras de artistas mexicanos. Si mal no recuerdo, ocupaba el palacio de Iturbide (corríjanme si me equivoco).
Tengo, además, el hermoso libro de más de 250 páginas en el que las publica con gran fidelidad cromática Fomento Cultural Banamex A. C. edición de 1992.
La verdad es que no puede evitar el gobierno que el propietario o propietarios de ese tesoro se lo lleve a otro país. Los mexicanos perderíamos una batalla legal si se llegara a eso. Es más aconsejable realizar una negociación para el efecto de que se quede con nosotros en las condiciones que convenga a los nuevos dueños.
Aprovecho la ocasión para declarar, a quien pueda emocionarse con el libro que cito, que no lo presto.
carlosomoncada@gmail.com
