|
“La verdadera felicidad proviene de la sabiduría y virtud y no de la posesión de bienes externos”. Aristóteles.
Ninis, Fifís y Aspiracionistas
Los seres humanos siempre hemos sido, la gran mayoría, aspiracionistas, cuando menos a buscar de alguna u otra manera la felicidad; objetivo algunas veces metafísico, pregonado por los principales filósofos griegos de la historia (Sócrates, Platón y Aristóteles).
Friedrich Nietzsche, decía que vivir plácidamente y sin ninguna preocupación, es el estado ideal de la pereza; es una aspiración de personas mediocres que no le dan gran valor a la vida. Opone el concepto de dicha a la felicidad. La dicha es “estar bien”, gracias a las circunstancias favorables, o la buena fortuna. Que puede ser efímera.
La frase de Ortega y Gasset: “Yo soy yo y mis circunstancias”, les pude caer a muchos “dichosos políticos circunstanciales” y a sus familiares (de todos los partidos, para que no tengan escoriaciones en sus – ahora-delicada pielecitas… algunos).
En artículos anteriores me he referido a los términos Ninis y Fifí y sus connotaciones, en uno de ellos agregué otra clasificación que aplica sobremanera a las clases media bajas o media jodidas y hasta los de más abajo: LOS SINSIN, Sin oportunidad de estudiar y sin oportunidad de trabajo, son los pobres que muchos, solo “aspiran, aunque sea respirar en este mundo”. Agrego ahora otro concepto “peor”, para los que no producen y ni dejan producir en términos de capitales de producción: son los fifís SINGANTHO, Sin ganas de trabajar y holgazanes (“Shingan-todito”), también aplica para algunos políticos de siempre, que se les paga por lo que NO hacen y por echarle la culpa a otros de eso que no hacen.
Solo retomaré el concepto FIFÍ, usado frecuentemente por nuestro Sr. Presidente, que, según algunas definiciones, el Fifí es una persona que se comporta con refinamiento amanerado y ridículo. Se la da de señorito, ocioso de familia rica (o igualada), persona presumida que sigue la moda …o se acomoda.
Todo lo anterior viene a colación, por un reportaje que el periodista, acérrimo crítico del Presidente, Carlos Loret de Mola hizo sobre la faustosa Residencia (o casita) donde vive el hijo mayor del “preciso, presi”; José Ramón López Beltrán, en Houston, Texas. Supuestamente esa propiedad es de su esposa, la renta o se la “prestan” y supuestamente ella es la del “biyuyo”, donde el ahora junior hijo de papi, se da vida de millonario, Pero… ¿qué presidente no ha tenido “prole” con estas características?
Como abnegado padre, el Presidente salió en defensa de su hijo, argumentando que: “Loretito” (Así le dijo despectivamente el mandatario, al periodista), no hace reportajes, hace espectáculos (no mencionó que EL, es el personaje principal de los referidos “espectáculos”). Si bien los hijos mayores del Presidente, por su edad, ya “pueden volar solos”, son libres de pensar y hacer lo que les plazca.
Además (hasta donde yo sé, continúo diciendo el Presidente), la esposa de José Ramón es “rica de abolengo”.
Sea cierto o no, ella puede “darse sus gustitos… y con Pepe Mon también, con una casita y más (casi como la casita del Pedregal de la canción parodiada por Oscar Chávez). En esto, tendrá razón el Presidente. Aunque, tal vez, Pepito Mon (cuarentón), su hijo, le vale “mother la austeridad Republicana” de su padre, y también el mote de Fifí con que señala a sus adversarios, ricos y a otros “igualados” clase media o baja, por ser aspiracionistas. ¿Su hijo le prestará un par de zapatos? Si, tiene razón, es la vida de su hijo, aquel que dijo “que no trabajaría en el gobierno de su Papi” e iba a ver a que se dedicaría en este sexenio. Cierto es que la familia presidencial a mejorado económicamente – y no es pecado, mientras no haya peculado.
La historia actual de José Ramón y la ahora aristocrática familia, parte desde que: 1.- Vivieron en un modesto departamento en la Unidad Habitacional en Huipulco, cerca de La Ciudad Universitaria; posteriormente, 2.- Se mudaron a un lujoso departamento de un condominio, en la calle Cuitláhuac #90, entre calle de Las Fuentes y Tesoreros, en la Colonia José Toriello Guerra de la Delegación Tlalpan. Era la época de su larga campaña de su padre como candidato a la Presidencia de la República. En ese entonces, en el 2016-2018, fuimos casi vecinos, cuando por cuestiones de salud de mi esposa, nos fuimos a radicar a la Cd. de México; nosotros rentábamos un modestito departamento con dos pequeñas recamaras y un solo baño, por esa misma calle No.190, a más de 150 mts donde vivía la actual familia antes de mudarse al Palacio Virreinal. Caminar por esa calle, llamaba la atención que hubiera varios guardias y algunas patrullas a las afueras de ese condominio. Cual metiche mitotero, le pregunté a una señora que vendida tacos de canasta en una de esquina de la calle Cuitláhuac, esquina con Las Fuentes, que si ¿Quién vivía allí y por qué tantas guardias? Ahh pos el Peje, López Obrador – me contestó. Le dije: “de lengua me da tres tacos”. No hay –me dijo- solo de canasta y si, ahí vive el Peje; al que lo cuida el pueblo. “Pos si la policía es pueblo uniformado”.
Después que ganó indiscutiblemente la Presidencia, rehusó vivir en la casa presidencial suntuosa de los Pinos y. 3.- se mudaron a un “austero y lujoso” Castillo Virreinal de la época de la Colonia. Tal vez Pepe Mon, en su infancia escuchó la canción del grillito (a propósito…) cantor: Cri Cri: El Rey de Chocolate y, soñó que ese era su papá, viviendo “en un castillo con paredes de membrillo…”. Quizás desde entonces a los hijos mayores del presidente les nació el amor de fabricar chocolates y “tirolear” con tan suculento producto los techos del castillo de Papá. Quizás a José Ramón le “entro el aire” de transformarse (por “cuarta-tes” … perdón 4ta vez), en Fifí y buscarse una bella “Princesa Caramelo”, para destilar “pura miel”. Siguió soñando con tener un Castillo, como su Padre. Entonces decidió convertirse en: 4(t). – un Fifí aspiracionista y dar un “Marriage of money” (traducido “coloquialmente corriente” como braguetazo) y conseguir su anhelo de vivir en “una modesta casita en un paraje de ensueño, en un afrodisiaco país” … cerquita de México “que herido”.
No hay nada de malo ser aspiracionista, aunque digan que es “huevon” (no me consta, ni quiero averiguarlo), y que se haya hecho realidad su sueño. ¡Qué envidia! Diría el piojo clase mediero.
Pepe Mon, con seguridad no estará de acuerdo con la frase, acerca de la felicidad de Aristóteles.
A menos que el Presidente tenga otros datos, y su “desconocida” nuera, no esté ligada a los contratos de adjudicación directa, con “PEMEXGATE” actual, en ese “exótico territorio de ensueño”.
“Sabeee”, dijo el buqui (churi, lepe, plebe, morro, etc.) de un pueblito serrano.
“Algunos políticos piensan y se expresan como social-comunistas, pero les encanta vivir como burgueses”. Ah y les encanta la democracia … dirigida, a sus intereses.
Pero como dice la escritora Elena Garro (QDEP), en su novela Recuerdos del porvenir; “cada 6 años le cambian el nombre al País”. Como en la Pandemia, esperaremos la 5T. “IN THE MOTHER”.
raulhcampag@hotmail.com
@RaulHectorC1
