Cuando Luis Encinas era gobernador, se reunió en la frontera de Sonora y Chihuahua con el mandatario de esa entidad, general Práxedes Giner Durán, para hablar sobre la posibilidad de unir a las dos entidades por tierra. Fue una reunión de sólo unas horas en la que estuvo presente el destacado político Rodolfo Elías Calles como invitado especial, y como representante del Poder Legislativo, el diputado Emeterio Aguayo. Corría, si no me equivoco, el año de 1963.
Los gobernadores expusieron como razones para atacar el proyecto las mismas que arguyeron en su reciente encuentro los mandatarios actuales, pero no tomaron decisiones ejecutivas. Sin embargo, la noticia despertó interés nacional, como lo mostró el hecho de que el diario “Novedades” envió a cubrirla al periodista Daniel Cadena Z.
No les estoy contando algo que leí en un libro de historia o en una revista, sino lo que vi y oí con mis ojos y oídos pues asistí a la reunión. Era una época en que los periodistas no nos ateníamos a los boletines oficiales, procurábamos estar presentes en el escenario de los sucesos. Se dispuso una avioneta para el diputado Aguayo y el periodista de Novedades, y como quedaba libre una plaza, me colé en el aeroplano.
En el transcurso de los años algo se avanzó, pues fue posible pasar de una entidad federativa a la otra por el norte, viajando por Agua Prieta, por lo que toca a los sonorenses, para entrar al territorio vecino apuntando hacia Janos; también se puede pasar partiendo de Esperanza, Cajeme, hacia Yécora. Hace ya sus buenos 30 años que estuve por última vez en Yécora y vi el señalamiento que apunta a Chihuahua.
Pero la primera ruta se encuentra muy al norte, y la segunda, muy al sur, y en ambos casos los caminos están lejos de ser auténticas carreteras. Por otra parte, si uno examina el mapa de la República advierte que la ciudad de Chihuahua y Guaymas, que son los destinos a unir, se encuentran a la misma altura… cuando menos en el papel. Dios sabe cuántos barrancos y cerros habrá que librar y a qué costo.
El hecho es que los pasos que se están dando ofrecen amplias esperanzas de que la carretera planeada y tantos decenios deseada, se hará. Y si se tiene en cuenta que el proyecto marcha cuando el gobierno de Alfonso Durazo sólo lleva seis meses, yo diría que las cosas van bien, mejor dicho, muy bien.
ARTE Y GASTRONOMÍA
Mi admirada amiga Lupita Beatriz Aldaco, directora general del Instituto Sonorense de Cultura, es infatigable en la tarea de abrirle rutas al Arte. El programa que consiste en montar exposiciones de pinturas (y podría ser también de esculturas pequeñas) en los restaurantes, es estupenda. Sólo que la gastronomía abre el apetito, en este caso, el apetito de otra edición de Cocina Sonorense, o una investigación sobre el desarrollo en Sonora de la industria restaurantera, o charlas simpáticas (no mamotretos aburridos) sobre platillos raros. En fin, considero que a la CANIRAC el ISC le abre un amplio campo de acción.
Y NO CREAN QUE OLVIDAMOS A LOS HÉROES DE CABORCA. ESTA COLUMNA LES RINDE TRIBUTO EN EL ANIVERSARIO DE SU HAZAÑA INMORTAL.
carlosomoncada@gmail.com