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Hay que reconocer que tiene razón Cayetano Lucero al esgrimir, como prueba de que ya la ex gobernadora Pavlovich la libró, que el gobierno finge demencia ante los millones de pesos que se tragó el Hospital General de Especialidades, tan llevado y cantado y presumido… Y tan necesario para la gente, y tan mal construido y tan falto de equipo.
Es evidente que clavaron las uñas (qué digo las uñas, ¡las garras!) en el presupuesto y que el gobierno federal hizo el ridículo porque al menos dos veces se anunció que el Presidente vendría a inaugurarlo.
No estoy de humor para ir a revolver mis apuntes y papeles de archivo para decir las fechas exactas en las que el candidato Alfonso Durazo habló de corrupción en el gobierno de Claudia y criticó la actuación de la fiscal general, que ahora tiene en su equipo. Como no entiendo la política a la mexicana, tampoco entiendo que le hayan dado premio a Claudia en lugar de haberla investigado y castigado, esto último, de haber encontrado fundamentos.
Se anuncia para estos días una visita más del presidente AMLO, quien explicó en la “mañanera” que viene a visitar a los guarijío, a los yaquis, a los seris, a los mayos, a cuanta etnia se le atraviese. Eso está muy bien. Que venga a visitar a los indígenas y se preocupe por ellos es muy tierno. Pero no está claro por qué, ya que se encuentra en Sonora, no concreta de manera definitiva si es práctico el cuento de crear un distrito de riego para los yaquis, sacándole más agua (¡más agua todavía!) a los sonorenses del Valle del Yaqui, si se terminó por fin la rehabilitación de la carretera internacional y, desde luego, cuál es la situación financiera del Hospital General.
No es necesario aguardar otra visita, por más que las hace seguido. Si ya está aquí, para qué darle tantas vueltas a los mismos asuntos.
EL HUMEDAL DE HERMOSILLO
Me quedé absorto contemplando la belleza de lo que hemos conocido como Paseo de La Sauceda. Hay agua en abundancia, hermoso paisaje natural, árboles que invitan al descanso y al ocio constructivo. Ideal para desarrollar ahí un gran pulmón para Hermosillo.
La Naturaleza hizo su parte. ¡Cuántas otras ciudades del país, sobre todo del norte, pagarían por este tesoro! ¿Por qué las autoridades no estudian un plan, presupuestan, calculan, y hacen la suya?
Hay hermosillenses preparados con experiencia profesional idónea, que con enorme gusto ayudarían. Aquí sí que es urgente poner el dedo sobre el renglón y no quitarlo sin haber obtenido un resultado.
carlosomoncada@gmail.com
