El más reciente boletín de la Dirección de Comunicación Social del Congreso informa que el diputado Armando Gutiérrez está muy complacido de que el gobernador Durazo “retome” las iniciativas promovidas antes por el legislador.
Si a mí, como periodista, me hubieran propuesto alguna vez para ocupar la citada Dirección, no hubiera aceptado. Quienes han desempeñado ese cargo --¡saludos, queridísima Oralia Acosta!—son, a mi juicio, héroes. No han tenido que batallar con un jefe sino con treinta y tres. Tienen la obligación de plasmar en boletines lo que les diga el diputado que se les acerca.
En el boletín que menciono ni siquiera dice que el diputado está complacido de que las iniciativas del gobernador coincidan con las suyas; da la idea de que el Ejecutivo se las copió. Pero aunque hubiera empleado el verbo “coincidir”, no dejaría de ser una impresión personal la que contiene el texto y no me parece, como periodista que está atento a esos boletines informativos, que los funcionarios de Comunicación deban ocuparse de lo que no es noticia.
Se me ocurre que si los coordinadores de los grupos parlamentarios determinaran qué asuntos de los legisladores de su respectivo partido se canalizaran a la Dirección de Comunicación, le aliviarían a ésta la carga de trabajo, y a los periodistas nos evitarían los boletines huecos.
EL AGUA, EN LISTA DE ESPERA
A estas alturas de lo que lleva el gobierno del licenciado Durazo, creo que se puede afirmar que las obras de alto calado que realizará su administración están delineadas, y algunas, en marcha: el cambio de las vías férreas en Nogales, la producción de energía solar en el desierto de Altar, la carretera a Chihuahua y obras derivadas de ésta para Guaymas.
Tengo la impresión de que una obra monumental para dar solución definitiva al problema del agua, por ejemplo, el tan soñado Plan Hidráulico del Noroeste, PLHINO, tendrá que esperar. Requeriría una muy alta inversión mayoritariamente federal.
El gobernador ha hablado de plantas desalinizadores (en plural, es decir, no sólo una) como solución posible, pero aún ésta reclamaría una inversión considerable.
Pero si son válidas estas consideraciones, puede esperarse que los gobiernos federal, estatal y municipales se ocupen de trabajos encaminados a mejorar la administración del cobro y distribución del agua y la reparación de las redes para disminuir la pérdida del recurso. Nutridos grupos de sonorenses del sur pusieron ya ejemplo de que lo más importante es comenzar. En Cajeme realizaron una manifestación con misa consagrada a todos los santos para que manden lluvias. Está bien. Algo es algo.
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