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Apuntes de la vida política en Cajeme (1)
Constituido en noviembre de 1927, el municipio de Cajeme inició como tal el primero de enero de 1928, perteneciendo anteriormente al municipio de Cócorit, como una comisaría. Este último siguió funcionando como municipio por poco más de un año, hasta que se invirtieron los papeles y pasó a ser una comisaría de Cajeme, que en ese tiempo contaba con alrededor de 8000 habitantes.
El último comisario del pueblo de Cajeme fue Ignacio Ruiz Armenta, a quien, por decreto firmado por el gobernador del estado, General Fausto Topete Almada, se le designó también como primer alcalde de cajemense, misión que cumpliría desde el primero de enero del 1928, hasta el 15 de septiembre de ese mismo año. El decreto conteniendo su nombramiento le fue entregado en las instalaciones de la Comisaría del pueblo, ubicada en ese entonces en la esquina de las calles Hidalgo y Jalisco, por el Sr. Constancio Lugo Medina, en representación del H. Congreso del Estado.
Ruiz Armenta, oriundo del pueblo de Cocorit, se desempeñó inicialmente como miembro de la policía montada y a la vez que como recaudador de rentas y en la primera de sus labores, cuando debían llevar a una persona detenida a las instalaciones de la comisaría, lo hacían lazándolo y amarrando la piola a la cabeza de la silla de su caballo.
Cabe señalar que a la ceremonia de instalación del nuevo municipio, no asistieron las dos principales figuras de la política en México, los sonorenses, General Plutarco Elías Calles y General Álvaro Obregón, así como tampoco lo hizo el gobernador del Estado, General Fausto Topete Almada y en la primera sesión de cabildo, solo se ventiló su instalación, mientras que en la segunda, efectuada dos días después, el tres de enero, a las 21:00 hrs., se tomaron siete acuerdos, siendo el primero de ellos el siguiente:
“Dígase al señor Asunción Pesqueira, Notario Público número once, con residencia en este lugar, que mientras el Plan de Propios y Arbitrios de este Ayuntamiento es aprobado en el H. Congreso del Estado, hace suyo en todas sus partes, para los efectos de los pagos correspondientes el que actualmente rige en la municipalidad de Cócorit” (Telegrama del Diputado Agustín A. Gutiérrez, felicitando a este cuerpo edilicio, por caberle el honor de ser el primer Ayuntamiento de este Municipio).
El segundo punto fue para informar acerca de un oficio emitido por el Jefe de Departamento de Propaganda Comercial de la Secretaría de Industria, Comercio y Trabajo, en el que transmitió información del agregado comercial en Madrid, España, sobre la posibilidad de entrada para el garbanzo cajemense en el mercado de aquel lugar, estimándose el precio en una peseta por kilo. También se dan nombramientos a los miembros del Cabildo y se asignan comisiones.
Al entrar en funciones el nuevo Ayuntamiento, había carencia total de mobiliario y equipo con los cuales realizar sus funciones. Dadas estas circunstancias, los Regidores -en sesión de Cabildo- autorizaron al Presidente Municipal a realizar compras de todo lo necesario para sus actividades.
También se le facultó para adquirir un automóvil, necesario para que el tesorero realizara sus cobros y la entrega de notificaciones y para las visitas que debería hacer el alcalde a los diferentes puntos del Municipio. Cabe aclarar que -en ese tiempo- las administraciones duraban dos años en su encargo y la presencia del alcalde electo debía renovarse a los doce meses, relevándolo después el primer regidor.
Pero Ruiz Armenta duraría en la alcaldía, menos de nueve meses, pues en ese lapso de tiempo Cajeme viviría uno de sus momentos históricos de más trascendencia: la muerte del General Álvaro Obregón, ocurrida el 17 de julio de 1928. Con esto, al poco tiempo el municipio viviría también uno de sus capítulos más dramáticos, pues a la muerte del General Obregón, el Gobernador del Estado le comunica a Ruiz Armenta la salida de un tren especial desde Hermosillo, donde viajarían personalidades comisionadas para recibir el cuerpo del General en la ciudad de Culiacán y posteriormente acompañarlo a la ciudad de Huatabampo donde se le daría cristiana sepultura. Ruiz Armenta no subió a dicho tren, nombrando en su representación al Regidor Alejandro Méndez Limón.
La primera administración municipal que debería haber terminado el 16 de septiembre de 1929, no concluyó así pues la muerte del General Obregón cambió todos los planes y proyectos políticos.
Ignacio Mondaca que en teoría debería concluir ese periodo, bruscamente fue destituido en mayo de ese año, por el General Plutarco Elías Calles, quien al mismo tiempo mismo designó como su suplente al Cnel. Gustavo Dolores Cuevas, estando a nada de que en los momentos en que se dieran esa destitución y nuevo nombramiento, Calles mandara fusilar a Mondaca y Méndez. A cambio de eso, se les dio la orden de abandonaran el municipio.
A partir del mandato del primero de ellos y hasta la llegada de Manuel Escamilla (es decir, en un periodo de cinco años con seis meses) fungirían ocho alcaldes, todos ellos designados por decreto y de éstos, solo los tres primeros serian de afinidad obregonista, mientras que los otros dos serían de extracción callista.
