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Se los está advirtiendo la presidenta municipal, que conste. Los guaymenses tendrán que aguantar durante meses (póngale medio año, aunque seguramente será un poco más) las molestias e incomodidades derivadas de una ciudad en reconstrucción. Porque las modificaciones urbanas serán extensas y profundas.
Si el gobierno del Estado les anunció la construcción de una carretera de Chihuahua al puerto y amplios muelles y bodegas para incrementar el transporte internacional, ni modo que la fachada de la ciudad se quede como está: desvencijada y sucia, y que los servicios públicos continúen deficientes.
Los porteños tendrán que acostumbrarse a las zanjas en la vía pública, las calles de la noche a la mañana cerradas, las banquetas mochas, las desviaciones del tránsito, la extracción de árboles para cambiarlos de ubicación. ¡Una lata! Pero todo esto sucede cuando se moderniza una población.
Me parece que pasará lo que en la Ciudad de México en tiempos de Carlos Hank González. Calles de dos sentidos se convirtieron en ejes viales, anchos, sin camellones, con un solo sentido; centenares de palmeras y otros árboles fueron sacados de raíz y trasplantados donde eran necesarios. Se afectaron banquetas de particulares. Algunos inmuebles fueron expropiados. Aquello fue la locura. ¡Pero qué estupendos resultados!
Les deseamos buena suerte a los guaymenses, mucho aguante. No tardarán en cosechar los frutos de la paciencia.
¿Y LA PRÓXIMA RECESIÓN GRINGA?
Los augures de lo negativo tratan de asustar con la pregunta ¿qué le pasará a México con la nueva recesión de los Estados Unidos, que según informes serios está ya encima?
¡Como si nunca nos hubiéramos enfrentado a tras recesiones! Cuanto ocurra en el vecino país hará eco en el nuestro. Los golpes que sufre la economía norteamericana golpean nuestra economía. Aunque también se han registrado allá hechos negativos que nos traen consecuencias positivas. Una guerra que arrastra al frente a millones de jóvenes güeros se traduce en ampliación de oportunidades de trabajo para nuestros braceros morenos, tanto mojados como legales.
Mantengámonos informados sobre la dirección y medida del fenómeno, y estemos atentos a las recomendaciones de nuestro gobierno. Calma y confianza. No asustarse con las versiones sin fundamento.
carlosomoncada@gmail.com
