“La paz narca no prosperó, el abrazo presidencial no funcionó
Ningún libro, que obsequió la esposa del presidente, sirvió.
Qué jodidos estamos todos… Ustedes”. El Cholito del barrio... gritó.
“El hombre es un lobo para el hombre” (homo homini lupus. Thomas Hobbes. El Leviatán). Donde su naturaleza o la esencia humana lo llevan a una lucha continua contra sus semejantes. Tal parece que ese enfrentamiento constante, desde la prehistoria, se ha agudizado en los últimos años con la misma crueldad e inhumano sadismo. El pandemónium persiste, solo falta que con tantos colgados, degollados, descuartizados y desollados, que los mismos asesinos, no solo se entreguen a la antropofagia prehispánica practicada por los aztecas; sino que también se trafique con la piel humana y se vistan con ella, como trofeos “de guerra”.
La antropofagia se está practicando actualmente; ejemplo: el caníbal de Atizapán, Ciudad de México, y un video que circuló en redes, donde se muestra la crueldad de un asesino, “abriendo en canal” a una persona viva, y supuestamente se come un pedazo de pulmón, con una demencial actitud, y se observan las contracciones cardiacas (latidos) a tórax abierto: ¿será cierto? O ¿los efectos de las adicciones les producen trastornos mentales, que distorsiona la percepción y los hace cometer estos crímenes con inusitada saña? Hasta para ser adicto, se debe tener, tal vez cierto nivel cultural para “estar conscientes” de interpretar el comportamiento de la persona (Aldous Huxley, no literal. Las puertas de la percepción).
Un adicto con cierta cultura, tal vez lo sea para crear arte u otra manifestación cultural. Muy raros.
Con todo esto, algunos “intelectuales de izquierda”* u “open mind” siguen pugnando por legalizar las drogas. En un futuro, de legalizarse todas las drogas psicotrópicas (sustancias que actúan a nivel encefálico, alteran el ánimo, la percepción y el comportamiento humano), se compren sin receta médica controlada, como el alcohol, y se pueda adquirir cocaína y heroína en una esquina de barrio. No solo veremos “mariguanoles” (personas cruzados con alcohol y mariguana), que los hay, también “cocoles” (“pericoles” o pericazos; los cruzados con alcohol y cocaína); causa de los trastornos de conducta en estos individuos. Está documentado que en países donde se han legalizado la droga, los índices de violencia no han disminuido (Portugal y EE.UU. por ejemplo) y en países donde el nivel educativos es alto, como Dinamarca, los indicies de drogadicción es el mismo (bajo), pero es una sociedad menos corrupta y menos violenta.
(Nota al margen*: Quizás sea -para algunos de estos intelectuales- un requisito para que una persona “sea intelectual”: tener gran cultura general, escritor, ser de izquierda, homosexual (puede aplicar), open mind e inspirarse en pericazos”. Pero no es así, personas de cualquier credo, preferencia ideológica o no, puede serlo).
La historia del crimen está plagada de estos trágicos hechos, de la barbarie humana (Acteal, Ayotzinapa, 68, Lebaron, y últimamente como ejemplos: Jovencita de 18 años de edad, drogadicta que asesinó a su madre y a un tío en la Cd. de México. El pasado 12 de agosto asesinan a un médico, una enfermera y a una paciente, en un hospital infantil de Ecatepec, Estado de México). La violencia familiar, social, los homicidios (asesinatos de seres humanos, incluye el termino, a los feminicidios), etc., tiene sustento en muchos de los casos el uso de adicciones. Los adictos pueden ser asesinos en potencia, como tantas veces se ha documentado, incluyendo el suicidio.
Desgraciadamente la mayoría de individuos que recluta el crimen organizado, son personas jóvenes, que al no encontrar opciones de un trabajo digno, sin oportunidad de una buena educación para desarrollarse y adaptarse a los procesos sociales y culturales; algunos optan por la vía “más fácil” de pertenecer a grupos delictivos. Cierto que esto no solo sucede en jóvenes o personas de bajos recursos socio-económicos, no es privativos de esta clase, existe también en clases medias y altas, que quieren sentirse poderosos (momentáneamente), a pesar de las fatales consecuencias.
Todo esto fundamenta, entre otros factores, que se vive en un Estado Fallido (fallido en el combate a la pobreza, en la inseguridad y en ciertos niveles sociales, con niveles de atención en salud precarios; lo que los expertos, como el Dr. Ruy Pérez Tamayo, llaman: La Patología de la Pobreza).
Los sucesos pasados años atrás, y los más recientes, abonan a pensar que el México Bárbaro (de John Kenneth Turner, guardando las proporciones de aquella época), ha estado presente desde siempre. Salvo que ahora abundan en mayor número los delincuentes de cuello blanco, políticos, periodistas chayoteros sexenales, y partidos políticos cuya militancia chapulinezcas, de los que se entregan sin pudor al mejor postor en turno; esto es persistente.
“El hambre es cabrona, pero más el que la aguanta”. El poder seduce y obnubila la mente, aun sin hambre. Sin importar las formas de adquirirlo; incluso hasta asesinando.
Los contubernios con la delincuencia organizada de los gobiernos, TODOS sin excepciones, siempre se ha documentado por varios y valientes periodistas, que afortunadamente contamos con ellos en nuestro País, investigadores serios a pesar de los riesgos que conlleva el oficio, como: Anabel Hernández, Diego Enrique Osorno, y muchos más. Últimamente tres jóvenes escritores audaces; Manu Ureste, Zedryk Raziel y Arturo Angel (reporteros de investigación del medio periodístico digital: Animal Político), documentaron en su libro: El Caso Viuda Negra, las corruptelas del sexenio de Peña Nieto y que salpica a varios personajes de la desprestigiada política a la mexicana; y que algunos están coludidos con el actual gobierno, en el ya tan evidente pacto de impunidad Peña-AMLO.
Ante La inseguridad nacional y la pasividad contemplativa y tolerante de los gobiernos, actualmente “corregida” y aumentada, con tantos crímenes, de corrupciones cupulares y desde más abajo, que no se resuelven, menos se combaten por las autoridades, tenemos una sociedad temerosa, agraviada, con menos fuentes de empleos, pequeños y medianos comercios han cerrados como consecuencia de ello (extorsiones, secuestros y cobro de piso, etc.).
El México Bárbaro sigue vigente. ¡HASTA CUANDO!…se escucha un grito desesperado dirigido a los oídos sordos de un gobierno que, una de sus principales funciones es seguir polarizando al pueblo (sabio, según el gobernante, contra la “mayoría de ignorantes” que nos incluye al resto de los mexicanos, menos a los burros de sus compadres… “sin agra”). ¡Ya Basta!
“Tú lo serás… grita esa mayoría del pueblo mexicano”.
raulhcampag@hotmail.com
@RaulHectorCampa1