Dice un periódico local que se formó o se está formando un patronato para ver qué se hace para “relanzar” a MUSAS. El Instituto Sonorense de Cultura y los artistas que ahí laboran están entregados a hacer lo que debe hacerse; para comenzar, remediar los errores de pasados sexenios cometidos por quien se creía dueño del Museo.
Promovía donaciones y no las registraba de acuerdo con las normas legales, y ahora es difícil probar que determinados cuadros anotados como donativos no se recibieron por caminos chuecos. El que se consideraba dueño es individuo de cultura limitada, y es probable que no haya actuado de mala fe. Simplemente, no sabía hacer lo que debió haber hecho. Ahora alimenta una cortina de humo para que no se advierta su omisión, pero ya documentada.
La actual administración está dedicada a poner orden, lo que es su deber, y de paso procede a las reparaciones del inmueble que fue víctima de negligencia y flojera. Cuando se habla de “relanzar” a MUSAS ha de entenderse que en el pasado reciente lo lanzaron a su fin; ahora, al relanzarlo, se le está rescatando.
UN LIBRO “NUEVO” DE 12 AÑOS.
El periodista Arturo Soto, o sea, mi cronista favorito, recomienda la lectura de “la nueva novela” de Carlos Sánchez, que se llama “En el mar de tu nombre”. La recomendación es válida porque está apoyada con buenas razones.
Sólo hago la pequeña observación de que la novela nueva, nueva no es. Apareció hace diez años y fue editada por el Instituto Sonorense de Cultura como premio al autor por haber ganado el Concurso del Libro Sonorense.
LA DEMOCRACIA A SEÑAS
Por conducto de la cotidiana síntesis de las columnas importantes que aparecen en los medios gracias al profesor José Guadalupe Montaño, me entero de que lo que se dice, discute, propone y se aprueba en sesiones de Cabildo, en Cajeme, no sólo es difundido por los medios convencionales sino también mediante el lenguaje de señas.
De esa manera los asuntos que se tratan en el Ayuntamiento pueden llegar a conocimiento de los ciudadanos privados del sentido de la audición.
Desde su anterior administración, el presidente municipal Javier Lamarque mostró el empeño democrático de que los ciudadanos se enteraran de cómo se gobierna a la comunidad, pero ahora refinó el procedimiento. Bien por la democracia.
carlosomoncada@gmail.com