Hoy se abrirá al público una exposición titulada “La gran fuerza de México”, nombre que se refiere a la presencia de las fuerzas armadas en la independencia, desarrollo, paz y progreso del país. Incluye actividades informativas de diversa índole y permanecerá abierta al público, de hoy al 25 de octubre, en las instalaciones de la Unión Ganadera. Usted píquele al carro, a la camioneta o a la moto como si fuera hacia donde se instalaba la Feria Exposición de cada año y por ahí es.
No pocos mexicanos desconfían de la presencia de militares cerca de quienes fueron elegidos para gobernar. Se han enterado, al meterse en los libros de historia, de la frecuencia con que los generales daban cuartelazos y se montaban en el poder, renuentes a convocar a elecciones. Y no hablo de México, donde no se registraron tantos golpes de estado como en Centro y Sudamérica.
Cuando me inicié en el periodismo, a la mitad del Siglo pasado, no faltaban noticias de los cuartelazos del general Rojas Pinilla en Colombia; Marcos Pérez Jiménez en Venezuela; Getulio Vargas en Brasil; Fulgencio Batista en Cuba; los Somoza en Nicaragua; Trujillo en República Dominicana y una docena más. México había dejado en el siglo anterior el peligro de dictaduras militares, y a partir de 1946 no hubo más presidentes de origen castrense; pero lo que sucedía en el exterior era motivo de preocupación.
Los mexicanos bien informados sabemos lo mucho que debemos a los miembros de las fuerzas armadas, sobre todo cuando ocurren sismos, inundaciones y golpes similares de la naturaleza y hay que acudir al auxilio de miles de afectados. Y en tiempos recientes, la colaboración del Ejército y la Marina ha ido más allá. En la construcción de grandes obras, como los aeropuertos, las carreteras, el Tren Maya, ha brillado el talento de los ingenieros militares que al prestar sus servicios generan ahorros considerables al Erario.
Para deshacer el temor y el prejuicio que causan los rumores, nada como conocer la verdad. Vayamos a recorrer la exposición “La gran fuerza de México”.
LAS ENFERMEDADES DE AMLO
Con inocultable satisfacción, la oposición investiga la salud del presidente López Obrador y escucha que el propio mandatario, opuesto al ocultamiento, menciona dos fallas en su organismo. Le han buscado resbaladero por todos lados y es el último que les falta explotar.
Habrán de aceptar, sin embargo, desde ahora, que las deficiencias físicas de AMLO, originadas por el incesante trabajo, se pueden eliminar con medicamentos, pero los males de la oposición, no. No existen antídotos contra la corrupción, la maledicencia, la calumnia, el apetito de riquezas mal habidas, la mentira y la discriminación… entre otros.
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