El juego nacional de hacer especulaciones y adivinanzas sobre el posible candidato de MORENA a la Presidencia de la República, se complementa en Sonora con un juego similar. En éste se trata de adivinar qué miembros del gabinete del gober Durazo cambiarán de posición y a quiénes les diran: “Gracias y que te vaya bien”.
Algunos tendrán una salida digna: renunciar para correr tras una candidatura federal o de presidente municipal, pero este rubro no se ha tocado aún.
El cambio o cese de funcionarios lo fundamentan los que le entran al juego, en que no pocos de ellos fueron nombrados para puestos en los que carecían de experiencia. Señalan, por ejemplo, a Dolores del Río, ubicada en un cargo que exige el conocimiento del mundo criminal. Algo debe haber aprendido en su trienio de presidenta municipal, aunque entonces el crimen organizado carecía de la fuerza de que hoy hace gala. A Dolores la colocan en la Secretaría de Gobierno. ¿Y adónde mandan a Álvaro Bracamonte? Las opiniones difieren pero se unifican en que permanecerá en el gabinete.
La licenciada Armida Grijalva fue presidenta del Instituto Estatal Electoral (con otro nombre ahora). Se ignora si esa experiencia le sirve para resolver asuntos laborales en la Secretaría del Trabajo, pero hay que abonarle que en este primer año no hubo huelgas. Hay quiénes consideran que el mérito es del líder Javier Villarreal.
Imposible negar los conocimientos científicos que sobre Educación poseen el Secretario del ramo Aarón Grageda y el Subsecretario Ricardo Aragón Pérez. Los críticos reprochan que arribaron a sus cargos sin estar familiarizados con la grilla de grupos en diversas zonas del Estado (y yo agregaría: en el momento más difícil de la pandemia). En mi opinión, deben continuar ahí (y si en las alturas deciden removerlos ni modo que vaya a salvar mi opinión).
La secretaria Célida entra en todas las listas de cambios, y no ha logrado hallar una razón para presumir de que a ella se debe siquiera en mínima porción la inminente transformación de Sonora gracias al turismo, que en realidad será resultado del apoyo que ha dado el gobierno de AMLO al gober Durazo.
En fin, el juego es entretenido si bien es seguro que los cambios y enroques, cualesquiera que sean, ni nos beneficiarán ni nos perjudicarán sino todo lo contrario.
EL LITIO, ¡OJO!
Continúo estudiando el libro “El litio y su dimensión geopolítica”, de Alfredo Jalife Rahme y otros expertos, lo que informo a lectores de esta columna y a políticos en general para que luego no digan que no se los advertí.
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