Independientemente de la guerra de cifras que se desató tras la culminación de la marcha que según Porfirio Muñoz Ledo viene a significar el inicio del fin para Andrés Manuel López Obrador y la Cuarta Transformación, hay tres puntos importantes, tres enseñanzas que destacar en relación a la misma.
Primero, a la marcha en cuestión le faltó lo más importante; la presencia, el alma del pueblo.
El rostro del campesino, del obrero, del ama de casa y del estudiante, estuvo ausente en todo momento en esto que en suma, únicamente es la justificación perfecta para aquellos personajes impresentables ( por decirlo en suave manera ) que esconden sus miserias y fines perversos tras un movimiento digno de mejor causa con el que pretenden engañar a la sociedad en un papel que no les queda y que tarde que temprano quedarán desenmascarados.
Ya lo dijo aquel; al pueblo se le puede engañar una vez, pero no se le puede mantener engañado para toda la vida.
Y, número dos; más allá de la euforia que pudo significar el resultado de la marcha de la mentira por cuanto a que mienten cuando afirman que la reforma electoral promovida por López Obrador busca la desaparición del INE y del Tribunal Electoral, una movilización como esta no les alcanza para desestabilizar un movimiento que se halla muy encarrerado y que hasta ahora le ha significado a Morena el triunfo en 22 gubernaturas, la mayoría ( aunque no absoluta en la Cámara baja si se quiere) en ambas cámaras lo mismo que la mayoría en buena parte de los congresos locales, así como mantener a su favor las más importantes alcaldías del país.
Nada de que preocuparse, pues.
Y es que sencillamente no son para preocupar los rostros de gente totalmente desacreditada e identificada con la antidemocracia y la marrullería como son los casos de un delincuente electoral confeso como Vicente Fox, un Santiago Creel, la perversa y ex convicta de Elba Esther Gordillo, la Márgara Zavala de borolas ,el mismo Alejandro Moreno, Alito, para los brothers, lo mismo que la ex dirigente del PRI nacional, Beatriz Paredes Rangel, representante de la rancia raigambre priista y ni hablar de un Roberto Madrazo, la personificación perfecta del fraude y la mapachería en general.
Todos ellos en sí, los enemigos públicos de una marcha que pudo tener mejores resultados, pero sin ellos.
Y, tres, el mensaje más importante, la lectura que deja la marcha de carquís, de los perfumados, pues, es que por ningún lado se vio ese posible personaje surgido de la sociedad civil que pudiera convertirse en el candidato que necesita la oposición para dejar de estar huérfana de un auténtico representante de sus intereses que desde luego, no son los del pueblo.
Por lo que hace al único discurso que se escuchó en la farsa de la redención ( el resto, sencillamente no tienen la voz completa como para subirse al estrado ) queda en eso, en un discurso más que no levantó la menor expectativa y con el que tampoco le alcanza al lituano José Woldenberg como para poderse posicionar como el ansiado representante de esta camarilla de paniaguados de Claudio Kotex González que este pasado domingo 13 de noviembre soñó con arañar la gloria.
Por lo que tiene que ver con los números alegres y hasta ridículos de que hablan algunos de hasta 600 mil concurrentes, pudieran ser hasta más, (yo me quedo con la cifra en la que coincide la mayoría, unos sesenta mil) vale decir aquí que el tamaño tampoco importa cuando carece de lo más importante, de la vox populi que aquí y en china, sigue siendo la voz de Dios. Sugerencias y comentarios; premiereditores@hotmail.com