Llevo en mi senda sembrada de abrojos […] Veo tu imagen traidora y me despierta el dolor […] "Desolación ". Triste canción, cantada por Los Alegres de Terán.
El trayecto hacia la democracia en nuestro país, ha estado sembrado de espinas, dolor y de traiciones; espinas que se lanzan como dardos sangrantes hacía la ciudadanía, que desde hace tiempo anhela tener un país civilizado políticamente, con gobiernos y ciudadanos responsables. Independiente de los logros, de ser una nación con Instituciones sólidas, que las tenemos, pero que pueden ser perfectibles. En ellas, la mayoría de la población nos hemos educado, formado y trabajado en diferentes oficios; técnicos y profesionales. Instituciones que si no son perfectas, se pueden mejorar en lugar de destruirlas. Cierto es que algunas se han “maleado”, no por sus objetivos bien definidos, sino más bien por gentes que han desvirtuado sus funciones por interés personal o de grupos.
Los Institutos políticos (los Partidos), que deberían ser los garantes de la incipiente democracia, han echado por tierra estos intentos, porque ni dentro de ellos se ha permitido la democracia, menos la externa. Esto se ha visto desde los dedazos de aquellos personajes del nacimiento del PRI (y sus antecedentes “revolucionarios” – PRN y PARM-), y nombrar a los “candidatos” presidenciales, siguiendo la línea vertical hacía gobernadores y presidencias municipales; los llamados “tapados”, remedo, de ahora, con el “moderno” apodo de “las corcholatas” del gobernante. El desaseo electoral, con el llamado carro completo de antaño, es añorado por los que en los últimos tiempos electoreros han llegado al poder. Los herederos, paridos “dolorosamente”, de aquel caduco sistema no se ha ido, porque siguen infiltrados o han engendrados nuevos partidos. Incluyendo a MoReNa y MC.
Eran la excepción de aquellos primeros tiempos, el Partido Comunista y el PAN, como verdaderos partidos de oposición, diferenciados por el imbécil y ancestral adjetivo de “izquierda o derecha” (imbecilidad dicho por Ortega y Gasset, en La Rebelión de las masas. No se calienten) y al partido hegemónico de aquellos años, con el de “centro”, pero que como cabras (grandes) desbocadas, se iban por donde las circunstancias sexenales o por donde le daba la gana (“centro izquierda o centro derecha”).
Afirmo que eran, porque poco queda de sus luces, al ser infiltrados por el viejo PRI, con sus espectrales mañas, que ha desfigurado totalmente el sistema político mexicano convirtiéndose, actualmente, en ajonjolí de todos los moles. Los vimos metidos en el 2000-2012 en el gobierno PANista y que a partir del 2012, el retorno del PRI algunos regresaron a sus guaridas priistas.
El esfuerzo de aquel plural Grupo de San Angel, para sacar al PRI y terminar con el gobierno de un solo hombre sexenal y del Partido hegemónico; grupo donde se congregaron diferentes corrientes políticas del país, tal parece que se está volviendo nulo, aunque si se sacaron a muchos “bueyes de la barranca”. La ciudadanía los sacó, pero se acobijaron con más ganas dentro de los gobiernos posteriores, hasta en el actual. Ahora los encontramos metidos en un “corral más sofisticado”, en un palacio colonial, que ya lo “hubiesen querido Obama y otros”, o hasta el mismo constructor de Los Pinos, el general Lázaro Cárdenas. Este nuevo potrero está repleto de tartufos sexenales, que nunca faltan (N.P). Si, esos que cambian de partido como niños recién nacidos y lactantes, cambian de pañales. Siguen prendidos de la ubre, son mamones. Saltimbanquis que creen que “les han realizado una cirugía genómica para cambiarles el gen, el ADN PRIista”. A pesar “del tratamiento genómico” no ocultan su genotipo y menos su fenotipo (“genio y figura, hasta la candidatura” y ¿con quién? Con el partido que sea, como dijo la viejita que fue a la visita conyugal a un reclusorio… “con el que sea”).
Antes de la Creación del IFE, la organización de la elecciones está contemplada en la Constitución de 1917, que se ha modificado hasta 1987, pero siempre bajo la “coordinación y vigilancia” del gobierno, función que se le daba al Secretario de Gobernación, a otro miembro del gabinete en turno, un diputado, un senador y “dos representantes de los partidos políticos” (1946. Manuel Ávila Camacho Promulga la Ley Electoral y Comisión de Vigilancia), pero sin tener la autonomía del gobierno. En distintos años se ha estado reforma la Ley Electoral, hasta llegar a la conformación del IFE en 1990, sin quitarse totalmente la autonomía, solo con ver como estaba formado el Consejo: El Presidente del Consejo General, que era el Secretario de Gobernación; Seis Consejeros Magistrados, personalidades sin filiación partidista con una sólida formación académica y profesional en el campo de derecho, propuestos por el Presidente de la República y aprobados por las dos terceras partes de la Cámara de Diputados. El Director y el Secretario General del Instituto. Dos diputados y dos senadores (representantes de los dos grupos parlamentarios más numerosos en cada Cámara, “el gobierno lleva mano…negra”). Un número variable de representantes partidistas que se fijaba de acuerdo con los resultados que obtuvieran en la última elección. Siempre estaba inmiscuido el gobierno (Bartlett sabe muy bien la historia de la tenebra electoral e intromisión del gobierno). Esto es un larga de senda sembrada de abrojos, sin una plena autonomía del gobierno. Hasta aquí una manipulada “democracia”, por el Estado.
Fue hasta 1996 a la fecha, donde se reforzó plenamente la autonomía del IFE (Actualmente INE), donde se desliga plenamente del poder Ejecutivo y se conforma el órgano electoral por Consejeros Ciudadanos. (Fuente breve: www.ine.mex. Historia del Instituto Federal Electoral. La organización de las elecciones en México antes de la creación del IFE (1917-1987). Leer: Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Artículo 41 (6 páginas).Ed, Lexnaya 26 de enero 2017.Mex,
Aun así, por la esencia de la política a la mexicana, la democracia ha estado en peligro, pero también en vías de la perfectibilidad. Sin faltar los propósitos oscuros, para que el actual gobierno, de nuevo como antaño el PRI, puedan manipular descaradamente las elecciones para el continuismo, sino de un solo hombre (¿le alcanzará la edad?) si la del Partido en poder. Quizá, por la mezcolanza de su conformación por PRIANISTAS y otros (N.P.), también modifiquen el nombre del Movimiento que llegó al poder (MoReNa) y ahora sea Movimiento de Degeneración nacional (MODENA).
A pesar de todos los obstáculos puestos por los políticos, el INE, puede perfeccionarse, pero nunca perder la autonomía y desligarse totalmente de gobiernos manipuladores. EL INE, quieran o no algunos políticos fascistas agazapados, ha sido y es la esperanza de allanar los procesos democráticos electorales en México, quitándo al árbitro gubernamental. Que nunca más vuelvan los acarreos indignantes – ahora propios de todos los partidos- , nunca más los troques de redilas o autobuses repletos, para cantar vergonzantes “victorias” como el “carro completo” del PRIismo ramplón y rastrero… que por cierto, el PRI, sigue dentro de los Partidos políticos.
Espero que el ciudadano responsable, cuando despierte no le pase como el cuento corto de Augusto Monterroso: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”. ¿Será Manuel Bartlett ese dinosaurio?
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@RaulHectorCamp1