La Universidad de Sonora se declara lista para celebrar el X Congreso Estatal de Ciencias Exactas y Naturales, en los próximos días. En los enunciados sobre los objetivos que se persiguen, uno me llamó especialmente la atención: permitir a los profesores preparatorianos y a sus alumnos a punto de graduarse, asomarse a los programas, laboratorios, investigaciones que se realizan en el área de dichas Ciencias.
Afortunados son los jóvenes que tienen tempranamente definida su preferencia por una carrera y no enfrentan dudas; otros dejan que los padres escojan por ellos, porque el papá abogado quiere otro abogado en casa y el papá ingeniero, un junio ingeniero; algunos toman un camino porque es el que seguirán sus amigos cercanos. Hay que acercarse a los profesionales de la Orientación Vocacional que por lo general con la descripción de la carrera creen que es suficiente para despertar el interés.
Pero la verdadera orientación es la que observarán en el campus que los invita a una estancia de años de estudio, en los laboratorios que podrán conocer ya, ahora, en los logros de la tecnología y la ciencia que tendrán a la vista durante el Congreso con la mayor proximidad.
La Universidad no espera a que transcurran tres o cuatro meses para que lleguen los jóvenes estudiantes. Se acerca desde ahora a ellos (y si van también los padres y los profesores, tanto mejor).
¿EN LA VARIEDAD ESTÁ EL GUSTO?
No recuerdo a un gobernador que haya realizado tantos cambios de colaboradores antes de dos años, como los que lleva en su cuenta el doctor Alfonso Durazo. Es más, es difícil encontrar uno que en todo el sexenio haya hecho tantos movimientos.
Y con alguna excepción, no los ha mandado afuera, a que busquen otra chamba, sino los ha reacomodado en la estructura de gobierno. Podría pensarse que si los titulares simplemente cambian de oficina y continúan con el cheque quincenal asegurado, no pasa nada. ¡Pero vaya que pasa!
Los subdirectores y las secretarias acostumbrados a un ritmo de trabajo y al modo y el estilo de mandar del que se fue, reciben a otro que de momento no saben si será mejor o peor, pero sí que es distinto. Se debe invertir tiempo en el ajuste de personalidades y, desde luego, en que el nuevo jefe se ponga al tanto del desarrollo de los programas que ponen en sus manos.
Como no conozco a los funcionarios afectados, no estoy en condiciones de opinar si los cambios han sido necesarios, y sobre todo, si serán de utilidad para los ciudadanos. Ojalá que así sea.
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