Hace varios años aliento la idea de realizar un reportaje sobre el programa “Diputado (o presidente municipal) por un día, que según mis cuentas pasó ya de 25 años. Diversas circunstancias, y en fecha reciente, la pandemia, lo frustraron. Y ahora mi condición física me impide andar en vueltas reporteriles.
Pero explico la idea ahora que los jóvenes diputados y diputadas 2023 andan por aquí, y a ver si surge un reportero listo que quiera entrarle y salirse de los aburridos temas trillados.
El reportaje consistiría en una investigación sobre el destino actual de los niños y adolescentes que en los últimos años del Siglo XX y los primeros tres lustros del actual fueron diputados por un día, y hoy son ciudadanos. ¿A qué se dedican hoy? ¿Algunos se dedican a la política y son miembros de determinado partido? ¿Cuántos se casaron y cuántos rompieron el vínculo matrimonial? ¿Hubo alguno o algunos que incurrieron en delito y cayeron a la cárcel? ¿Qué temas tratados en las sesiones de diputados infantiles fueron adoptados por los diputados adultos? ¿Consideran que les sirvió de grandes la experiencia que vivieron en el Congreso del Estado?
Las fuentes para armar las listas de diputados infantiles son el Congreso y el Instituto Estatal Electoral, y para determinar cómo han vivido esos muchachos los años que siguieron a su graduación, la Secretaría de Educación y Cultura. Y seguramente sería necesario ir a municipios donde se hubieran dado casos interesantes, en donde las fuentes informativas serían los ayuntamientos..
¿Qué tal? ¿Le entra alguien?
LA INÚTIL ONU
La guerra de Rusia y Ukrania, que estremeció las páginas de los medios en todo el mundo, perdió interés. Ahora, si acaso, se les destina espacios en planas interiores y a veces cero en los noticiarios de radio y televisión.
La diplomacia de la Organización de las Naciones Unidas ha valido gorro. Los misiles siguen cruzando de un país al otro causando muertes y destrucción, principalmente en Ukrania. Potencias como Alemania, Francia, Inglaterra y los Estados Unidos lanzaron dramáticas exhortaciones a la paz, pero el apoyo que han ofrecido a la parte más débil, que es Ukrania, no consiste en caminos de paz, sino en el envío de armas para que la guerra continúe.
El Vaticano, México y otros países carecen de fuerza diplomática y de recursos económicos para ayudar de manera efectiva, y se han limitado a llamados más o menos literarios a la paz.
El único resultado concreto es el convencimiento de que la vieja ONU es inútil.
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