Hace tiempo que titulo Lunes Cultural a mi primera columna de la semana y la dedico, claro a información de noticias culturales. Esta vez hago un cambio porque es de suma importancia que se enteren los lectores de la transformación que comienza a notarse en El Estanquillo de las Letras, el puesto ubicado a un costado del kiosco de la Plaza Zaragoza (en Hermosillo).
Fue creado por un grupo de escritores que con esfuerzos sostienen este changarro en donde se venden libros preferentemente de autores sonorenses, aunque acaban de abrir una sección para casi regalar libros de viejo, o de segunda mano, de autores nacionales.
El presidente de la cooperativa Voces Sonhoras, profesor José Guadalupe Montaño, se ha propuesto hermosear a El Estanquillo. Adquirió sillitas para niños a fin de que puedan leer los cuentos de coloridas ilustraciones con comodidad. Se han comprado también sillas nuevas y bonitas para que el público esté a gusto durante la lectura de poemas o presentación de libros, que van a reactivarse ahora con sujeción a un calendario que se dará a conocer con anticipación.
Después de haber cerrado unos meses durante la pandemia, el horario de El Estanquillo de las Letras reabrió los viernes, sábados y domingos de las 5 a la 9 de la noche, pero a petición de los buenos lectores en este verano se trabajará de las 6 de la tarde hasta las 10 de la noche, y si los lectores aguantan, un poco más.
Los planes para mejorar El Estanquillo están ligados a servicios que ahora ofrecen los escritores, además de la venta de libros baratos: cursos profesionales para enseñar los secretos de la literatura creativa, corrección de originales de escritores noveles, reseñas y prólogos de obras, organización de presentación de libros con maestros de ceremonias experimentados, apertura de mercados para los libros que se irán producción, corrección de estilo y muchos otros.
Podemos resumir que todo esto significa la profesionalización auténtica del escritor sonorense con crecimiento consciente y orientado, no más literatura de mero entretenimiento. Los tendremos al tanto de las novedades que surjan en El Estanquillo de las Letras.
LA CANTANTE CALVA
¿Cómo le estará yendo a la maestra Hilda Valencia con las funciones de “La cantante calva”, de Eugene Ionesco? La obra, representada por primera vez en 1950 en Francia, es uno de los más puros ejemplares del Teatro del Absurdo. Que se reponga hoy en día puede considerarse natural si se persiguen finalidades didácticas, pero pienso que el grueso del público se sorprenderá, primero, con los diálogos inconexos y repetitivos, y se aburrirá enseguida. Sin embargo, la maestra Valencia le entiende a esa cosa mágica que se llama Teatro, y algo habrá hecho al respecto. Le deseo un gran éxito.
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