A menos de un año de la elección presidencial (2 de junio, 2024) y más cerca aún del 6 de septiembre, día marcado por Morena para dar a conocer quién será su candidata(o), la designación parece ya estar definida por Claudia Sheinbaum.
Desde hace varios meses el presidente AMLO ha dado pistas de su preferencia por la Jefa de Gobierno de la CdMx y junto a él una lluvia de encuestas la marcan como favorita y con ventaja cómoda sobre Marcelo Ebrard y ni se diga sobre Augusto López.
Si Claudia no responde a las expectativas, el carnal Marcelo sería un buen sustituto, y si éste tampoco levanta, ah pues allí está el paisano Augusto.
La estrategia es la misma del tapadismo priista, cuando se involucraban los nombres de los más allegados al presidente para medir la reacción de los grupos de poder y al final "destapar" al favorito de Los Pinos. Hoy el tapadismo se renueva con la simulación de encuestas casi nada confiables y sí muy fáciles de inventar y manipular, tan "reales" como las encuestas que realizó Morena para designar candidatos a diputados en elecciones anteriores.
La preferencia de AMLO se refleja además en la "cargada", al estilo muy priista, de los círculos oficiales a favor de Sheinbaum. Otro dato fuerte es la designación de Luisa María Alcalde como secretaria de Gobernación. Ella es hija de Bertha Luján, la operadora política de Sheinbaum.
México entra de nuevo a la simulación política que creíamos terminada con el declive del PRI. La candidatura de Morena por la Presidencia de la República será decidida por un "dedazo" disfrazado de encuesta.