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Es imposible sustraerse al temor que pesadillas superadas, puedan en la actualidad reeditarse en nuestra realidad. El panorama político vislumbra en una posibilidad remota este peligro. Tal vez, no me expliqué aún, me imagino (en la imaginación ilustrativa) lo que la comunidad judía pudiera sentir al saber que hay otro Hitler y que se reinstalarán los campos de concentración, o que Pinochet revive, por no decir: Mussolini, Stalin y otras bestias (según las victimas) de la historia de la humanidad.
En nuestra realidad, las fuerzas de la oligarquía sacrifican diferencias grupales, para unirse en un fin común: el retorno de canonjías y prebendas que, durante más de 80 años les permitió una administración del cuerno de la abundancia llamado México. Sí, ese sistema bajo el cobijo de un manto democrático (sabiamente programado) que permitiría repartir el pastel como ostia divina, predestinada a los hijos de la revolución y otros hijos de la…
Cuando el presidente López Obrador se refería a los “aspiracionistas” no se refería a las personas que con base al esfuerzo logran sus metas de manera profesional con sentido ético y calidad humana, seres que pueden presumir sin tacha de duda lo honesto de su esfuerzo y su justa ganancia como recompensa. No, se refería a aquellos mercaderes del oportunismo que solo piden que los pongan “donde hay” y ellos pondrán lo más. Esos que están dispuestos a traicionar su linaje, raza, principios, por lograr el siguiente nivel económico, social, político, aunque esto conlleve la pérdida del honor personal, sujetarse a las humillaciones de “Comer excremento, sin gesto alguno” con la esperanza de ser en un futuro cercano, el que reparta lo que otros tendrán que comer, sin gesto alguno. Luego vendrá el orgullo de ser “Prestanombre”, cómplice, y con mucha lealtad comprobada, hasta socio de alguna empresa fantasma, puesto administrativo y de ahí... Al infinito o más allá…Mientras sea útil.
Los principios morales ya no son requisitos indispensables en la vida política del país, los ejemplos éticos de Gómez Morín, Jesús Reyes Heroles, Lázaro Cárdenas, ni se diga Flores Magón, han sido echados al bote de la basura, en la actualidad, la búsqueda del poder político es la meta del monstruo corruptor creado a lo largo de 80 años, un sistema que parió un casta de nuevos ricos con un esquema político-social, económico creado para coptar las piezas de su sobrevivencia.
Esta oligarquía conformada por empresarios, políticos, dueños de concesiones de medios de comunicación, radio, tv que, alimentados a través de contratos a favor en construcciones, concesiones, exenciones de impuestos, son los intereses creados que están siendo afectados por el cambio de régimen. Esta “Casta Dorada” difiere mucho de la “Casta Divina” de los Slim, Bailleres, Aramburuzabala, Larrea, Salinas Pliego, Legarreta, que sus fortunas las manejan en Wall Street con diferencias en decenas de miles de millones de dólares.
Estos “Dorados” ven como un peligro el que ésta nueva tendencia democrática, les quite, como ya lo ha hecho, canonjías, prebendas y demás que impiden sus sueños “aspiracionistas” a nivel divino y por tal razón invierten en “Contra insurgencia” lo que permita la ley y lo que no.
La señora Xóchitl “usted sabe quién”, fue cuestionada por Epigmenio Ibarra en un programa radiofónico con una sola pregunta:
Si dices que eres de pueblo, que vienes de origen humilde, que apoyas a los de los programas del bienestar, a la diversidad sexual, a la democracia, a los pobres ¿qué estás haciendo con los enemigos que están en contra de lo que apoyas y crees? No hubo respuesta a la pregunta.
En entrevista con Sabina Berman se le preguntó a la señora Gálvez: Hay millonarios con enormes ganancias en el país, de llegar a la presidencia ¿tasarías impuestos a sus fortunas?
La respuesta fue: “Yo abogo por que los obreros tengan mejores sueldos, mejor capacitación”
Hay un “Aspiracionísmo” peligroso para México.
Y eso debe preocupar, ¿no cree usted?
Es Cuanto.
