Ser o no ser... es la primera línea de un soliloquio de la obra de William Shakespeare, Hamlet, en el acto tercero, escena primera. Considerada y usada como síntesis de los procesos mentales de indecisión y duda.
De alguna manera nuestro protagonista, encarna en la hipótesis temática, la personificación Hamletiana. La duda y el futuro.
Solitario, en el sillón en el que acostumbra a meditar cosas importantes, invocando en el recuerdo reflexiones de su abuelo de norteña sabiduría y colmillo político; remembrando cortos cinematográficos de su padre, del cual guarda un vago recuerdo infantil que llena pocos espacios neuronales, más allá de la convivencia familiar.
Lo conoció más por la leyenda que se escribió tras su muerte, gracias a los historiadores que escriben al postor en turno, escritos que intentan apagar aún a distancia, los oscuros motivos de su malograda ausencia.
Lo conoce más por su discurso del 6 de marzo “Veo un México con hambre y con sed de justicia…” Sueños de un patriota que pudo ser y no fue.
Lo conoce por las hipócritas condolencias de un aparato político que se volcó mafiosamente en el sepelio, donde de seguro se encontraron los que planearon el crimen y cínicamente daban pésames aun destilando sangre en frívola fraternidad.
Así, sentado en el sillón evoca su recuerdo, busca abrazarse al último segundo del último instante, en el último adiós.
Hoy, invoca cual Hamlet tomando en su mano su recuerdo y pregunta “Ser o no ser, es la cuestión” invoca al Colosio político, al Colosio cuyos genes hereditarios seguro lo acompañan, lo invoca para que se manifieste e inspiren las respuestas. Solo un segundo, nada más.
En la hipotética y novelesca escena…
Una voz interna deja oír sus consejos…
“Recuerda que la “Nomenclatura” aún existe, se escuchan ya sus estertores, pero aun respira en busca de sobrevivencia, intubada en la ignominia de blasones que distinguen a los traidores a la patria, en el basurero de la historia.
A esta “Nomenclatura” no le interesa la democracia, sino la forma de reinstalar el sistema que durante años les permitió gozar de los derechos de una “oligarquía plena” una dictadura perfecta. Tú sabes dónde están.
Recuerda la consigna moderna en política “Ningún sonorense en la primera magistratura” Salinas a sabiendas, quiso violarla rompiendo el pacto.
Han trascurrido ya 29 años, las personas de 47 años apenas habrán oído quién fue Luis Donaldo Colosio Murrieta y los más jóvenes lo conocerán en la comercialización de su imagen, en series, películas y libros, pero nunca conocerán la verdad y sus culpables.
Después del apellido (en las encuestas) y más allá de Monterrey y Nuevo León ¿Quién conoce tu persona, no tu apellido?
El partido que postularía tu candidatura nacional sería Movimiento Ciudadano ¿tendría una infraestructura electoral ganadora de suficiente peso? Aún no.
Para el año 2030 Movimiento Ciudadano será, seguramente la segunda fuerza electoral, después del meteorito 4T02/06/24-4T que eliminará ¡Ahora si a los dinosaurios e intereses compartidos!
Recuerda, el frente no quiere ganar la presidencia (sabe que la perderá), quiere minar la mayoría en el congreso y senado (impedir la mayoría) para frenar así la democracia, repartir el pastel plurinominal.
¿Cuántas “pluris” ganaría MC solo, y cuántos con el frente?
Es cuestión de saber sumar.
Se escuchan dos voces al unísono: La vía más importante a futuro es: buena presidencia municipal en Monterrey, buena senaduría, buena gubernatura y entonces sí, nombre propio, carrera propia, pensamiento político propio, inspirada en apellido y nombre en busca de reivindicación.
Luis Donaldo Colosio Riojas. “La leyenda continua”
Se prendieron las luces, el segundo terminó. Sonríe.”
“Ser o No ser” no debe ser ni cuestión, ni dilema.
¿No cree usted?
Es Cuanto.