En mi vida, he tenido que afrontar muchas veces los embates de la naturaleza, 8 ciclones (tres aquí) y dos terremotos. Vengo de una zona ciclónica donde convergen muchos fenómenos naturales, ciclones, huracanes, hasta terremotos de alta y baja intensidad, en 1932 tres en un mismo mes, el ultimo el 19 de sept 22 de 7.7.
Me refiero al estado de Colima, Tecomán y Manzanillo. Una zona por un lado volcánica (cerca del Paricutin) y otra en una protuberancia geográfica en el mapa que marca un canal hacia el golfo de California. Viví en carne propia el ciclón de 1959 en Manzanillo, donde los muertos se contaron en mas de 1000; un cerro se desgajó y sepultó todo un barrio, mismo que sirvió de fosa común a sus moradores. Se cuenta que mi tierra Colima ha tenido más de 10 terremotos, y ciclones-huracanes del mismo número en su historia y sin embargo, sus habitantes siguen ahí, ni las inundaciones, derrumbes, muertes, desaparecidos, pérdida de bienes los hace moverse de ahí a un lugar más seguro. De ahí son y allí morirán.
De alguna manera son zonas de riesgo y eso lo saben los hoteleros de todo el mundo, consorcios hoteleros que invierten en la materia y aún así, la actividad turística no se detiene.
De ninguna manera, se minimiza la tragedia del fenómeno natural llamado OTIS, tiene razón el presidente Obrador, que no nos fue tan mal con la cifra de 46 muertos (Paulina en Oaxaca 1997 (Cat 4), 240-400 muertos, Katrina 2005, en New Orleans 1836 muertos (cat 5) Pudiendo sin duda ser peor en resultados catastróficos, pero considerado leve comparado con otros eventos parecidos.
Otro punto a considerar, son los materiales de construcción que hoy se usan en los edificios turísticos, administrativos y de gobierno, la mayoría son falsos plafones, materiales de tablaroca y otros que suplen al ladrillo y al concreto, abaratando costos y mano de obra. Esa fue la razón de la devastación escandalosa casi celebrada en la prensa sensacionalista. Si le preguntarán a un nativo les diría sin duda, pura basura. Ningún edificio colapsado, diría un CEO hotelero: vidrios, muebles enseres doméstico nada que no se pueda arreglar. De que hay que reconstruir, sin duda, al igual que si hubiese un incendio o un terremoto. El ser humano, no solo el mexicano, está siempre listo para la sobrevivencia, y si el próximo mes hubiera otro huracán, nuevamente se podrían de pie como históricamente lo han hecho siempre.
Sin lugar a duda, hubo damnificados, sobre todo en los lugares de alto riesgo, laderas, cerros, zonas suburbanas donde desgraciadamente viven personas de baja capacidad económica donde sus construcciones no tienen la solides que requiere una vivienda segura. Gente de los cinturones de miseria que existen en todos los sitios turísticos del mundo, con escasez de servicios públicos y de salud y que, con mucho esfuerzo han construido sus humildes hogares. Este sector siempre será objeto de las peores desgracias en estos fenómenos naturales.
Un alto porcentaje de la población vive en sectores de Infonavit y en secciones urbanas con todos los servicios, casas de material, estos sufrieron el desabasto natural de toda tragedia mete reológica, escases de víveres, gas, luz, agua.
Sin duda, habrá mucha gente que requerirá ayuda, sobre todo la gente que vive en zonas de alto riesgo, esos sectores que el antiguo sistema del fondem, servía para tomarse la foto, dar un poco de dinero al líder de la colonia, unas cuantas laminas, colchonetas, despesas y una buena cantidad de dinero para ir a las Vegas, a los moches correspondientes, o al fideicomiso particular.
Ahora el gobierno entregará personalmente (sin exentarse en errores) los apoyos según el censo y según también la necesidad del momento.
Y es ahí, donde entra la Carroña, por qué ese interés desmedido de los grandes medios de comunicación y sus alfiles en exagerar, pintar apocalípticos paisajes, implantar en el “Dicen, cuentan, es posible” miles de muertos en la tragedia dantesca esperada.
Los profesionales del sensacionalismo, Alatorre, Krause, los de radio formula y otros, no narraban la tragedia invitando a la solidaridad, a la participación, al envío de víveres, eran incisivos en el dolor, en la tragedia, en la necesidad, habia que mostrar la incapacidad del gobierno en atender (antes de suceder) la tragedia.
Uno de esos buitres (con perdón de los buitres) le pregunta a una señora de muy humildes recursos, si se le volaron las láminas del techo y se mojaron las paredes de evidente cartón ( la señora contesta si, de manera natural, esperando tal vez la pronta ayuda) el reportero le dice “Me permite pasar a ver su vivienda?” ¿Qué esperaba el reportero en la nota trasmitir? Y así la mayoría en la consigna programada. Usted vea, juzgue.
Otra razón,(sin generalizar) es que las grandes hoteleras, tienen grandes socios de los grandes medios de comunicación, y seguramente, como en el Covid, desean un fobaproa que les ayude a levantar las posibles pérdidas de sus yates, balandros y Bergatines.
Solo así se explica, la llegada de “grandes comunicadores” en busca de la desgracia, la tragedia, el sensacionalismo, si hubiera ido Loret y Brozzo, de seguro, las victimas fatales hubieran pasado de mil, aunque sea por unos momentos, antes de escusarse.
Hay que exagerar “la rapiña”, fenómeno social que no se justifica, salvo en situaciones especiales como esta, aunque estos actos vandálicos sean aprovechados por personas que no lo hacen como acto de sobrevivencia, ilegal sí, pero justificado desde el punto de vista humanitario. En los Estados Unidos “esta rapiña injustificada, esa sí, es casi ya un deporte de alto riesgo que día a día tiene más seguidores”
Se notó la acción concertada de los actores políticos de la oposición, toda la maquinaria informativa en una misma sincronía en palabras, videos, escenas mostrando su falta de solidaridad efectiva con la tragedia guerrerense.
Finalmente ganará la razón, el pueblo ya no esta obligado en el desengano y la desesperanza a creer en los manipuladores de antaño, llámese: ciro, lópez dóriga, cárdenas y sus émulos repetidores en el país, o políticos carroñeros como: zambrano, marco, alito, claudio X, dresser, la señora X. Así en minúsculas. Es Cuanto.