|
Mi larga militancia periodística me ha permitido conocer a todos los secretarios generales que ha tenido la CTM de Sonora. Claro que hay que delimitar el alcance del verbo “conocer”, pues con Jacinto López, primero de la serie .no alcancé a cruzar palabra. Estaba yo muy chico para acercarme a un líder de sus dimensiones. Pero escuché con atención, trepado en las gradas de la Plaza 18 de Marzo (o General Cárdenas) algunos de sus discursos (yo vivía con mis padres frente a la Plaza), uno de ellos como candidato a gobernador en 1949.
Con el paso de los años me hice amigo de algunos secretarios generales, como Gilberto Borrego Zamudio, Alfredo Bojórquez, Manuel R. Bobadilla, Pancho Bojórquez y otros a quienes traté también como diputados.
Obviamente, cuando MORENA ganó la gubernatura con Alfonso Durazo, me calenté los sesos tratando de adivinar cómo iba a ser la relación de MORENA y de la CTM, ajena a esa organización partidista, pero había un signo favorable: ambas partes compartían un objetivo común: el bienestar de los trabajadores y la paz laboral.
Me complace dar testimonio de que el Ejecutivo del Estado, igual que el líder cetemista Javier Villarreal, apostaron sin titubeos a las palabras RESPETO MUTUO. Y bajo esa bandera, recorrieron juntos los dos primeros años del sexenio
Javier ha dirigido con manos limpias y clara inteligencia a esa organización, y además con valor, pues no ha vacilado en activar los recursos que previene la Ley, incluida la huelga, para defender los derechos de los suyos.
Por su parte, el gobernador le reconoció, en el acto del domingo, que ciertas prácticas que implicaban alianzas indebidas con el sector empresarial, quedaron en el pasado. En ese acto, Villarreal fue reelecto para un segundo periodo lo que hará posible que los trabajadores sigan siendo beneficiarios de la buena relación con el poder público estatal.
Esta es una excelente noticia, digo yo.
