Columna de Hierro
Aunque el hecho en sí ya es viejo, no está por demás traerlo a colación por la sencilla razón que además de que viene como anillo al dedo, en estos momentos de crisis política para Tirios y Troyanos, ( léase amasijo de partidos políticos sin rumbo y sin dirección ) es un caso que sigue vigente.
Está vigente en estos momentos y estuvo vigente en las fatídicas elecciones en las que el sistema, el PRI, pues, perdía por tercera ocasión ( y, de veras, será que la tercera es la vencida? ) una elección presidencial, jornada en la que, por primera vez, lanzó al ruedo a una persona ajena a su partido, sin la más mínima militancia como fue el caso de José Antonio Meade, por más que al ex secretario de hacienda se le identificaba más con el principal socio político del PRI, el partido blanquiazul.
Para los que van llegando a la arena política, va una predicción: Para este próximo proceso electoral en la que estará en juego el cargo de presidente de la república, tampoco el PRI mandará a la loma de los disparos a uno de sus miembros y va en igualdad de circunstancias que el PAN porque ocurre que la supuesta abanderada de estos tres, bueno, dos partidos,-- el otro ya sabemos que es puro retaque -- ni es de aquí, ni es de allá, por más que tiene algunos años meciéndose en la liana azul, a la búsqueda de lo que caiga.
Y, otra vez, como en la anterior ocasión, volverán a perder las elecciones, en esta ocasión con Xóchitl Gálvez al frente.
Y lo que es peor; una docena de aquellos jilgueros ( allá pal rancho les dicen más gacho ) no pueden estar equivocados, como son los casos de Pepe Cárdenas, Ciro Gómez Leyva, Joaquín López Dóriga, Pedro Ferriz de Con y su hij@, Pedro Ferriz Hijar…de su; Víctor Trujillo y su escudero, Loret de Mola, Sergio Sarmiento, Denise Dresser, otra Denisse, la Maeker y así hasta llegar a doce, los mismos que pese a sus múltiples taras y confusiones, han logrado coincidir en algo:
La señora Gálvez necesita de un milagro para poder revertir los cartones de más de 20 puntos que le lleva la abanderada de la Cuarta Transformación, la doctora Claudia Sheinbaum.
Y, como según los ateos, los milagros no existen, pues saque usted sus conclusiones.
Ya entrados en contexto, de qué caso y de qué vigencia estamos hablando pisos arriba.?
George W Bush, el cuadragésimo primer presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, ( 1989—1993 ) llegó con un noventa por ciento de aprobación a su campaña en busca de reelección en 1992, números que podían asustar a cualquiera de sus rivales, incluido el mismo ex gobernador de Arkansas, Bill Clinton.
Como dirían los cronistas especializados en box, los momios no daban un cinco por el también ex fiscal de Arkansas.
Al ver que las encuestas anticipaban una aplastante derrota por parte del hombre que había salido airoso en los casos de la llamada guerra fría y el hombre clave en la pacificación del conflicto del Golfo Pérsico, Clinton echó mano de un especialista en materia de imagen y propaganda, incorporando a su campaña al publirrelacionista James Carville el hombre que, con una frase le pudo dar la voltereta al partido; de hecho, fueron tres las frases que Carville colocó sobre unas cartulinas en el cuartel de guerra de Clinton; Cambio contra más de lo mismo, LA ECONOMIA ESTUPIDO y no olvidar el sistema de salud. Sin embargo, los estrategas hicieron eco en la segunda de las frases, hecho que puso por los cuernos de la luna al demócrata Clinton que finalmente arrasó en las elecciones para convertirse en el cuadragésimo segundo presidente de los yunaites.
Guardadas las debidas proporciones, son algunas las similitudes de aquellas campañas con las que Sheinbaum y Gálvez se disputan el poder en México, más no hagáis ilusiones.
Ni Xóchitl es Clinton, pero si ni remotamente y la economía, para el bien de la mayoría de los mexicanos y para mal de la reacción ( lo que es bueno para el cazador no es bueno para el pato ) marcha como nunca en algunas décadas.
Y, también para mal del Frente que amenaza con irse a pique, a diferencia del 2018 en el que el principal lastre de Meade era su principal aliado, Enrique Peña Nieto, cuya bajísima popularidad y aprobación iba de la mano y de mal en peor, ahora la abanderada de Morena marcha avalada de un presidente que cuenta con la aprobación de la mayoría de los mexicanos y que estará cerrando los últimos diez meses que le quedan en el cargo, con infinidad de obras al servicio de los más de treinta millones que lo llevaron al poder.
Moraleja: aquí no se trata de la economía del país, aquí de lo que se trata es que la oposición no se ha querido dar cuenta de algo tan obvio y que es y seguirá siendo el principal problema a partir de marzo próximo que empiecen en forma las campañas:
Es la candidata, estúpido!
Esa misma que hace tres meses atrás nos quisieron vender como un producto fresco y novedoso, cualidades que sólo estuvieron en la imaginación de su creador y promotor, el tal Claudio X González y aquellos que le siguieron el juego en busca de ya sabes que, como los López Dóriga, Loret de Mola y una laaaaaarga fauna nociva para la democracia.
Ahora sí, déjense venir.
Los leo en premiereditores@hotmail.com o al wathsapp 6449972972.