“No pienses que el dinero lo hace todo, o acabarás haciéndolo todo por el dinero”. François-Marie Arouet (Voltarie). París 1694-1778. Escritor, historiador, filósofo y abogado francés.
“Que no quede huella, que no, que no, que no quede huella”. Lupe “Él Bronco”. Cantautor mexicano. (Durango 1954).
Utilizar millones de dinero en efectivo, es la “cotidianeidad” de los actos de corrupción entre malandrines de toda ralea (calaña). Acto indignante para sobornar, comprar conciencias y voluntades en un porcentaje de la población. Algunos se someten a éstas prácticas (comunes), por necesidad y, otros peores por la ambiciosa o codicia del dinero, es una parte de la ruindad del género y degenero humano. Quizás una mayoría de personas, caemos en estos actos denigrantes, desde una simple “modesta mordida, o mochada”, para quitarnos una multa o acelerar un trámite; cuyo pago debe hacerse en efectivo y sin dejar huella. El cash, no deja huella.
Volúmenes grandes de dinero en cash, es una práctica muy socorrida por ciertos políticos sin escrúpulos, que en todos niveles, se han tenido evidencias de ello. Aunque digan “demuéstrenme”. ¿Pero cómo demostrar , si el cash no deja huella? Por supuesto que existen muchas excepciones, en todas la actividades de los individuos. Hay gentes probas, de gran solvencia ética, incorruptibles.
Referente a la política, haciendo hincapié en los procesos electorales, en todos los sexenios, incluido el actual que está por terminar, y de todos los políticos, el uso de El Cash, para el soborno, la compra de conciencia, y de votos, ha sido un tema muy trillado, pero nunca resuelto. Las “carretadas” , maletas, portafolios, grandes cajuelas de autos repletas de dinero, han sido partes de las crónicas de las corruptelas, de “honorables” políticos o empleados públicos. Bien lo dijo el vapuleado y desprestigiado expresidente Enrique Peña Nieto: “la corrupción es una cultura”. Peña Nieto, por cierto, casi ni lo menciona el actual presidente, cuando estigmatiza la corrupción de los gobiernos anterior. “Menos menciona a los burros de sus compadres y familiares”.
¿Qué difícil ha de ser para un político, realizar una larga campaña con 200 pesos en su “vieja billetera”, donde trae ese billetito, custodiado por una estampita de un “detente”, para que no se lo robe otro político canallín, y para que no se enferme de COVID? O, robar “no más poquito, como Layín” uno de tantos políticos, pillín.
Las “peripecias” que debió de pasar un político pobre, para hacer aparecer como “ herencia” un hacienda de varios millones de pesos, que “tuvo que aceptar” para levantar su plantón de una concurrida avenida de la ciudad de México, en el 2006. Cash, que le concedió el gobernante, en ese tiempo, de su mismo partido. Esa situación “a de ver estado de La Chingada”. ¿Pero cómo demostrar?, “no hay huellas”.
Pero más perrón (contradiciendo al Rey Midas de la política, Carlos Hank González, en una época su compañero de partido y que de seguro le conoció sus corruptelas), es ¿por qué lo tachan de político pobre?, ya que no es un pobre político. (Hank dijo: Un político pobre, es un pobre político), y que lo calumnien con que el crimen organizado haya “contribuido” con los gastos de una de sus campañas. Pero él, “astutamente” se defiende con : “que me lo demuestren”, lo mismo pide para sus amigos y familiares.
A estos audaces y astutos políticos, saben (o fingen que no saben) o, se les olvida que el cash no deja huella, es dinero que rola sin facturar, pero que si no cumplen con lo pactado, el “donador” de ese efectivo, “cobra la invisible factura con otros actos delincuenciales.
¿Será por eso, por lo que un connotado político acuda frecuentemente a supervisar las obras de comunicación terrestre de entre dos Estados, tradicionalmente “chutameros”?, “ sabrala…”
Sería fabuloso que a la masa amorfa, que la integramos muchos mexicanos, los políticos nos pasaran el “tips” de cómo se hacen millonarios en cada sexenio y algunos sin trabajar. O sea como diría un apreciado amigo: “pasan de piojos, a güinas resucitadas, y de este ectoparásito chupa sangre, se transforman a una modesta persona fifí”( una metamorfosis inversa, Kafkiana).
A menos que pertenezcan a una dinastía de familia política, que por generaciones se hereden el poder grillezco.
O si es un pobre político, reciba algún “osteocito que degustar”.
Tal vez, algún político quiera vivir en la “honrosa medianía” Juarista (que por cierto Juárez en sus más de trece años de dictadura no cumplió con ese lema, y “si Juarez no hubiera muerto, todavía gobernara”).
O parafraseando a Pablo Picasso, aquel Zoon Politikón, aristotélico, pensará: “Me gustaría vivir como un hombre pobre con mucho dinero”.
Y solo pasaría “mochada”, como un político de “polendas”, diría un comunicador QDEP, con todo respeto, cuando lo mencionara “por sus Rumbos: “tenemos un asunto pendiente” quizás la apuesta de “Mochis 2 a 1”.
En un artículo que escribí hace 9 años (31 de octubre de 2015, publicado en Infocajeme.com titulado: Ciudadanía hastiada de demagogos de la oligarquía política. Un estimado y querido amigo me en envió el siguiente comentario.
Estimado Raúl:
Leí con mucho interés esto que escribiste. No puedo estar más de acuerdo contigo. Creo que la gente exige resultados de los políticos; pero también es muy razonable al plantear que las cosas no son fáciles de conseguir; no dejaremos de ser pobres en bastante tiempo.
Lo que sí lastima al pueblo es ver que los políticos sí dejan de ser pobres muy rápido.
Creo que esto se debe a que tienen como prioridad lucrar con el poder en beneficio personal. Esto no es nuevo, desde luego; lo hizo Julio César y también Nerón. Lo triste es que no progresemos. Seguimos en lo mismo.
Y desde luego son demagogos porque ésa es su manera de distraer al pueblo y que no los sorprendan en sus “movidas”.
Pero no veo, ni en México ni en otro lado, alguien que ofrezca una salida lúcida de este remolino de cloaca. Habrá que ser optimista y confiar en el futuro.
Recibe un abrazo.
Dr. Alejandro Gómez Alcalá.
02 de febrero del 2015.
Tal parece que en política, ni los políticos cambian. Parodiando a Juan Gabriel: “No, no te preocupes por mí, que todo sigue igual, como cuando estaba el PRI”. Bueno, no se ha ido, se ha mimetizado en MoReNa., con chispitas N.P ( con ahora No Panistas, no sean mal pensados).
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XRaulHectorCamp1