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“Entre un Gobierno que lo hace mal y un Pueblo que lo consiente, hay una cierta complicidad vergonzosa”. Víctor Hugo. Besanzón, Francia, 1802- París 1885. Poeta, dramaturgo, escritor y político francés.
Es preciso definir este término tan socorrido: el NEPOTISMO, sobre todo, en política. Su etimología proviene del latín nepote y el sufijo ismo, del italiano nepote ("sobrino"), o del latín nepos, en épocas antiguas se utilizaba en referencia a la práctica de algunos Papas durante la Edad Media y el Renacimiento, en apuntar a sus parientes (la mayoría sobrinos) como cardenales, o para designar cargos de responsabilidad, prebendas y dignidades eclesiásticas a miembros de su propia familia, o por una exigencia de la misma función política, porque necesitaban rodearse de personas de confianza. Esta práctica se ha extendido en política. El término designa todo abuso de poder realizado en beneficio de parientes y amigos. (Para complementar información refiero la fuente: Arnoletto, E.J.: Glosario de Conceptos Políticos Usuales, Ed. EUMEDNET 2007, texto completo en http://www.eumed.net/dices/listado.php?dic=3).
El nepotismo político se considera un acto de corrupción, del que pocos políticos -para no decir que ninguno- se salvan. Un problema añejo, que ha hecho a un lado a la meritocracia en los cargos públicos en los países. Esto también a contribuido, en mucho, el demerito de los partidos, no solo en México (que es lo que nos importa), sino en varios países; ninguno sale exento de ésta nefasta praxis).
En México, es un añejo problema que desgraciadamente, a desgraciado a los partidos políticos. A través de los tiempos, al país lo han gobernado las “dinastías familiares” y unos “cuantos colados a modo y a ver dónde te acomodo”.
La mayoría de las veces, el nepotismo se hace acompañar del despotismo, sobre todo en los gobernantes, ya que ejercen de manera absoluta y arbitraria la autoridad y el poder, por encima de la razón, imponiendo la voluntad del gobernante sin importar la ley y otros poderes. Que no le vengan con que “la ley es la ley”. Como el absolutismo de Ya Saben Quién,
Éstas prácticas antidemocráticas inician desde los partidos, tal como actualmente sigue sucediendo, en dónde las candidaturas son “concertadas” por las élites, dejando por un lado a la militancia y a los Consejos de TODOS los Institutos políticos, soslayando no solo a los militantes, sino también a la ciudadanía expectante con un clamor: “Otra vez los mismos” o, el tan utilizado adjetivo: “los reciclados”.
Esto último, quizás, en política puede ser “peccata minuta”, cuando la persona cuenta con una excelente preparación, que la ha demostrado en el devenir de los tiempos políticos, aunque no deja de incomodar a algunos. Pero a veces, diría la Senadora Vázquez Mota: “Es lo que hay”. (En ambos bandos opositores -agregaría- los partidos comparsas como el MC del dantesco presidente del mismo, ni nombrarlos). Ni pex es lo “quihay”, repetiría el cholito de barrio. O el tan socorrido por el “pueblo sabio”: “es lo menos peor- pior-”. Tal vez, debería o debe de ser que la meritocracia se imponga; así, “no habría problemas”. Pero imponer a gente de sus entornos, sea familiar o de amistades sin los suficientes méritos, únicamente por nepotismo, eso sí molesta al ciudadano. Encabrona a algunas gentes…de los partidos.
Dentro de los militantes originales, por poner un ejemplo en MoReNa, por tales motivos ha habido una inconformidad al interior de ese movimiento (actualmente en degeneración, debido a su misma génesis. “En su pecado -de construcción-, lleva la penitencia), al candidatear a gente arribista de último momento. En Sonora y en otros estados de la República, este fenómeno del arribismo ha re- “encarabronado” (diría Catón), a la militancia fundadora del MoReNismo. Aunque también están los reciclados de siempre desde su fundación y otros advenedizos que se unieron al Lopezobradorismo hace, relativamente, poco tiempo (entre ellos algunos exgobernadores PRIistas y quizás unos agazapados PANistas, compadres y paisanos del presidente, otros familiares y amigochos ex priistas, pero también existen puestos distribuidos a las dinastías morenistas. Ejemplo, en Sonora, los Taddei, a la usanza del viejo PRI, que no se ha ido, solo se ha mimetizado en MoReNA). Aquí viene a mi memoria lo dicho por el presidente José López Portillo, refiriéndose a una “chambita” que le dio a su hijo José Ramón: “Es el orgullo de mi nepotismo”. Estó, “no sucedió con los otros presidentes. ¿VERDAD?”, menos con el actual José Ramón o los otros hijos del actual presidente”… TAMBIEN.
Los nepóticos a veces se convierten en Judas Iscariote políticos, (para estar a modo en estos días Santos), dejan a sus anteriores “Reyes”, arrastrando con ellos a los de su círculo cercano, para seguir al actual mesías tropical, y con ellos a algunas “Magdalenas”… que las hacen candidatas, a pesar del enojo del Pueblo Sabio del mismo mesías del reino de Macuspana. Pero los peores Judas, son los que desde el interior de sus partidos, traicionan a los mismos.
“CHINGADO, ¿cuándo cambiaremos?”. No pluralices, me contestaria un amigo chairo.
Sin embargo, a pesar de todo, la OPOSICIÓN a este régimen de mezcolanza de políticos, SE MUEVE:
GRACIAS A XÓCHITL GALVEZ
Ella es más candidata ciudadana que de partidos (estos solo son vectores oficiales).
VOTA LIBRE sin miedo, por la VIDA, LIBERTAD Y LA VERDAD y recen por el bien de México.
raulhcampaa@hotmail.com
XRaulHectorCamp1
