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Aunque a quienes mandan en el INE no les pareció, los representantes de los partidos que se disputan la Presidencia de la República acordaron suprimir, en el tercero y último de los debates, la confrontación personal y directa entre candidatos. Esta columna aplaude dicho acuerdo porque sin duda reducirá el duelo de comadres en que se intercambian cargos serios sin pruebas en la mano. Así quedará más tiempo para que los aspirantes puedan manifestar juicios, opiniones, proyectos, sobre lo que podrían hacer de ganar la elección.
En lo que corresponde a los debates de aspirantes a las presidencias municipales en Sonora, de los cuales se han realizado cuatro, percibimos también que baja el nivel del diálogo entre participantes cuando se acusan de deficiencias, abusos, faltas graves en el desempeño que el adversario ha desempeñado. Y los reproches suenan a vulgar comadreo porque se tutean.
Es explicable que dos candidatos que se han visto con frecuencia desde hace tiempo en actividades políticas, establezcan relaciones que les permiten tratarse de “tú”. Pero no nos suena bien a quienes ignoramos que existen esas relaciones, sobre todo porque las frases fuertes conjugadas con el tuteo hacen desagradable el diálogo Cuidar las formas sería una forma de dignificarlo.
Por otra parte, no hay mal que dure cien años. Estamos a menos de tres semanas de que finalicen las campañas y pare la vorágine de propaganda hueca y escasamente convincente.
Falta el debate de los candidatos cajemenses hoy sábado y luego el de los hermosillenses. En ambos se repetirá la estrategia que líneas arriba he calificado de comadreo, es decir, le echarán montón al presidente municipal saliente que no quiere salir sino seguir cobrando como lo ha hecho en casi tres años. En el debate de hoy tendrá que aguantar el diluvio de ataques el señor Lamarque.
En el de Hermosillo, el señor Toño Astiazarán al menos podrá compartir las agresiones con la señora Dolores del Río, a quien seguramente le sacarán a la luz trapos sucios de su época.
Trapos viejitos, pero sucios.
carlosomoncada@gmail.com
