"No hay virus aquí. No los has visto volar, ¿verdad?" Alexander Lukashenko. Presidente bielorruso. Declaración durante la pandemia de COVID-19. Frase adaptada a la política mexicana.
El proceso electoral en México, para algunos, como lo señalé en mi columna anterior, sea como “haiga sido”, Consumatum est. Para otros, fundamentados en hechos de delitos electorales durante la jornada, siguen en su férrea lucha, aportando pruebas. Las especulaciones en parte de la ciudadanía votante persisten, unos lamentando los resultados, otros con la euforia del triunfo. Las denostaciones con tintes misóginos, por tratarse de dos candidatas mujeres, no han disminuido, las burlas en ambos bandos persisten.
La vida cotidiana de la mayoría de los mexicanos continúa. Algunos soportando la irresponsabilidad ciudadana del indignante abstencionismo. Mientras, la inseguridad en el país sigue en aumento en cada sexenio, las personas asesinadas y desaparecidas, causan indiferencia en la clase gobernante en turno.
Se olvidan de las promesas de campaña, de combatirla, echándose culpas sexenales, y con nulos resultados al respecto.
En el ámbito de los Partidos políticos, hay un total desfiguro de sus principios fundacionales, el multipartidismo reptante y ramplón permea convirtiéndose, estos, en una escoria social. Sin excepción, tal parece que los principios doctrinarios de los partidos han quedado en letra muerta ante los intereses personales o de sectas partidarias. Convirtiéndose, los partidos, en clubs de amigos o parientes. El virus del nepotismo los ha contagiado a TODOS los políticos cuando llegan a encumbrarse en algún importante puesto. Virus que hace sinergia con otros bichos patógenos, llamados “virus del gandallismo, actual cepa-2024”, que en los últimos 5 o 6 sexenios, estos virus mutan – de partido en partido. Ejemplo de infectados por la Cepa-2024: los presidentes nacionales de los partidos y otros personajes de la farándula política. Sufren contagio crónico: “gandallopatía” severa).
De las tantas controvertidas frases durante la pandemia por COVID-19, dichas por algunos presidentes de países, adaptamos una al contagio político expresada por el presidente bielorruso: "No hay virus aquí. No los has visto volar, ¿verdad?". Pero en México Sí los hemos visto volar: el Virus PRIista que contagió a los demás partidos, que hasta la fecha ha estado volando-contaminando- con más intensidad desde el año 2000.
(Nota: de estas frases controvertidas el presidente de México no fue la excepción de decirlas. Las de él, quedaron plasmadas –perdón por el comercial- en el libro de Antología de artículos periodísticos en dos años de pandemia[…]).
Por esta contaminación política, exacerbada en estos últimos cuatro sexenios, a los partidos infectados, con el virus oportunista mutante (PRIista), especialmente el PAN, pero incluyendo a MoReNa (cuya estructura básica es con el PRIPRDismo), urge una autocrítica a conciencia. La requiere el PAN, porque este germen patógeno le ha provocado una grave septicemia, que necesita terapia intensiva, y como todo paciente crítico que sea recuperable mientras respire, hay que seguir luchando para tratar de recuperarlo. El tratamiento ideal de base sería: con sus principio fundacionales junto con el sincretismo de su doctrina (Social-Demócrata-Cristiana), “Porque solo está derrotado, quien deja de luchar”. Maquio.
El PRD ha sufrido una larga agonía desde el 2014. A sobrevivido a esta epidemia política por tratamientos paliativos que no le han servido para nada. Sus adeptos lo han abandonado en su lecho de muerte. Estos sobrevivientes, la mayoría, al igual que los del PRI se han mimetizado en MoReNa, engrosando sus filas, pero corren el riego de que sus constantes mutaciones infecte sus huestes y la plaga se auto digiera, tal como empezó su génesis de este movimiento “regenerativo”, fagocitando primeramente al PRD y a una gran mayoría del PRI, y algunos nalgas prontas de otros partidos rémoras, que han sobrevivido parasitando al erario público. Algunos nacen prematuramente y como tal fallecen. Solo uno se has salvado a nivel de estado y es el Partido Sinaloense manteniendo a la verdadera izquierda que pervive.
Los demás, si sobreviven, es por la ubre que los alimenta pero que solo nutren a sus dirigentes (PT, Verde, MC), los demás boquean al nacer y se extinguen al terminar cada proceso electoral. Por eso estos partidos construidos en “aras de una democracia”, no han servido para nada. Bueno, Sí, para mantener a su élite y familia en la opulencia económica.
“Oh pobre México que-herido, con tantos partidos políticos y tan poca ciudadanía participativa”.
raulhcampag@hotmail.con
XRaulHectorCamp1