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Como el Alejandro aquel que un día llega de partirles en su máuser a los Persas en la memorable batalla de la Gaugamela (331 antes de Cristo, para los que apuntan), por ahí entre las cinco o seis de la tarde, porque según cuentan al Alejandro que, si tenía de los que Alito por ahí presume, le gustaba despachar a sus enemigos antes de caer la tarde, por aquello de que no llegaran tarde a su encuentro con San Pedro.
Igualito, exactamente, así llegó a la sede de lo que alguna vez fue el todopoderoso tricolor, lo que pudiera quedar como dirigente, Alejandro Moreno, el que tras de tomar protesta a los integrantes de la Comisión Nacional de Dictamen de la 34 Asamblea Nacional tricolor, afirmó que el PRI avanza con decisión y firmeza, “para dar un cambio con rumbo, en el que el instituto político esté en sincronía con la nueva realidad de México”.
Escuchado lo anterior, (y no te he dicho lo que viene más adelante) la verdad es que, me pongo en el lugar de los integrantes de la tal Comisión y peor, aún, de quien por fuerza y a chaleco tiene que darle vida al boletín de marras y la verdad que, de verdad, como dicen los chavos de hoy, qué weba.
Para empezar por las chabacanas expresiones del Alito y de las que él sabe que no se la creerán ni en su casa y que él mismo tiene por cierto que no hay uno solo de sus “convencionistas”, que se lo crea y ni que decir de la misión que tiene a su cargo la tal Asamblea Nacional.
Más weba, todavía:
Porque, aunque usted y yo lo dudemos, dicha Asamblea será la instancia encargada de ponderar las propuestas que se reciban (entre muchas otras, de las que, por favor, agarre sus chivas y la enfile rumbo a Campeche tras su desastroso desempeño como “dirigente” nacional) de cara a la 24 Asamblea Nacional del PRI, cuya plenaria con olor a funeral, está prevista para el próximo 7 de julio.
Y para colmo de la weba:
Más adelante, lo que queda de líder sin partido, recibió el informe de las Relatorías de las Asambleas Estatales ( mismas que ya forman parte del gran Atlas Mundial que ya se prepara, escrito y dirigido por Alito Moreno en el que se plasman, una a una, las acciones para partirle en su madre a un partido en menos que canta un gallo.), así como de las reuniones de los Sectores, Organizaciones, Organismos especializados y Organizaciones Adherentes del partido en las que se plasma la voz ( muy encabronada, por cierto ) y las reflexiones de la militancia en todo el país, organizaciones en las que por supuesto, ya no están aquellas otroras poderosas centrales y organizaciones en las que se sentaban las bases en las que finalmente terminaron sentándose los dirigentes de todos los tiempos para hacer del PRI su coto particular de poder y así de una tarea que desde luego llevo tiempo, para colocar al ex partidazo en un organismo en peligro de extinción.
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