“Le falta un clavo a mi cruz…” dice una canción popular en México. Esa puede ser el tema a la tragicomedia política que nos envolverá de aquí al veintitantos de agosto o antes si es que el INE y el TJFE decide así.
El ultimo trago y nos vamos. Y es que la oposición tiene su única vela prendida a esta última resolución más importante inclusive que la presidencia de la república: la mayoría CALIFICADA en ambas cámaras del congreso, potestad absoluta para cambiar la constitución, ministros, magistrados y jueces e intentar cambiar la impartición de justicia cada vez más alejada del pueblo.
Ya no importaba Xochitl Gálvez, (de hecho nunca importó) si hubo fraude o no, si el presidente intervino en las elecciones, el deseo mayor la antigua nomenclatura por el cual se tendrían miles de veladoras prendidas a Santo Tomás Moro ( el santo de los políticos) que Morena no tuviese la mayoría calificada en el congreso.
La palabra política de la semana o del mes es “sobre-representación” que consiste en la asignación de curules plurinominales a los partidos según su numero total de porcentaje de votación (el 8%) del cual (según el articulo 54 de la constitución en sus capítulos cuarto y quinto) donde mandata la distribución por partidos y no por coalición y cuida que ningún partido logre más de 300 diputados por si.
Resulta que en el 96, la ley permitía que a las coaliciones enmarcadas en un mismo recuadro en la boleta electoral se le asignaran los “pluris” en coalición, pero en los “2000” se les ocurrió cambiar el texto a que la asignación tal fuera por partido, ya que se pensaba que López Obrador podría coaligarse con otros y estando todavía insignificante en fuerza, por partido nunca ganaría un número significante para una mayoría calificada y con estas reglas (por partido) mandataron a favor, en ese entonces, a los oficialistas en contra del insignificante partidito que quería hacer el tal López Obrador. Transcurrieron el 12, 15 y en el 18 ya Morena como partido que les ganan la presidencia y las cámaras (asociados con otros) en el 21 morena perdió la mayoría calificada (con estás reglas X partido) y ahora resulta que la meta primaria de la oposición es que no se ganen las cámaras y ahora se invoca, públicamente, qué ahora sí, es injusta esa regla porque no permite la representación de las minorías, porque es un peligro para la democracia, un camino a la dictadura de un régimen totalitario. La culebra oligárquica se niega a morir y comienza a dar coletazos en una campaña mediática en los consabidos “Nados sincronizados” para alertar al publico el peligro de la injusta repartición de plurinominales.
Intelectuales, periódicos, periodistas, cámaras empresariales, ex -presidentes hablando de una democracia que nunca respetaron.
Finalmente el INE tendrá que asignar conforme a las reglas del juego activas, el 8 % por partido y en caso de no hacerlo el TFE tendrá que decidir que la constitución dice , lo que decía en 21, 18, 15, 12 y que no se pueden cambiar las reglas después de terminar el partido.
Entonces sí, la verdadera democracia por la que votaron casi 36 millones de mexicanos y mexicanas (diría Fox) habrá clavado un clavo a la cruz (el último) a los ministros de la SCJN, a Claudio X, a la Oligarquía que mueve los hilos del antagonismo mediático y político en contra de sus intereses y a favor de la 4T.
P.D. Me cuentan que Becker García está enfermo, aunque ya no soy su amigo, sinceramente le deseo que recupere la salud. Salud. Es Cuanto.