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“Cuando el arriero es pendejo, le echa la culpa a la mula (o, a la burra). Pos ta cabrón”. El viejo Paulino.
“Nada en el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda”. Martin Luther King.
Con esta expresión muy socorrida en nuestro país, se da entender el hartazgo, fastidio o enojo frente a la testarudez de algunos individuos y que son enfadosamente reiterativas. Frase ad hoc actualmente por la insistencia, otra vez, del presidente López Obrador y de su dama consorte (o compañera del Rey del Palacio Nacional), que también “retoma” la presidente electa Claudia Sheinbaum (que asumirá la presidencia de México el próximo 1 de octubre): La insistente solicitud, a través de una carta enviada al gobierno de España para que “ofrezcan disculpas por los agravios cometidos durante la conquista de México, principalmente de la Gran Tenochtitlan (13 de agosto de 1521)”. Dicha conquista o invasión fue realizada por dos reinos, parte de la antigua Europa, que formaban, con otros territorios o reinos, lo que es ahora España. En ese tiempo España no existía, eran reinos separados. Al igual que en el México prehispánico, también existían naciones “independientes”.
Hechos pasados, sobre la conquista del territorio nacional, hace 503 años e incluyendo dentro de estos, el periodo que duró la colonización, el virreinato de la Nueva España, hasta que se firmó la Independencia de México en agosto de 1821 (hace 203 años). Por cierto, la presidenta electa, tuvo que corregir algunas fechas. Pero no cambió el sentido de la invitación, de no incluir al actual Rey español. El Rey mexica, se encabronó, cual si fuera España otra nación, como antes estaba constituido lo que ahora es nuestro país. Qué bueno que AMLITZIN no se enojó, con la Nación Yaqui, por someter o medrar a otras tribus o naciones en el territorio sonorense; o los pocos que quedan de los Toltecas y Olmecas de su tierra, cuando peleaban estas tribus, entre ellos.
Por qué, el gobierno saliente y el entrante de México no envían una carta en náhuatl a la nación Azteca para exigirle que pidan perdón a los Tlaxcaltecas, Xochimilcas, Cholultecas, entre otras naciones de poblaciones originales del territorio, ahora nacional, por las chingas que les arrimaban los de Tenochtitlan en las guerras floridas, para sacrificarlos y fagocitarlos. Pero a los Tlaxcaltecas, injustamente los consideran traidores, por unirse a las huestes de los conquistadores, porque estaban hasta la “madre” del acoso que sufrían por los aztecas. Así el presidente, por lo de hermano Pio y otros Pillos de su gobierno, ni pio dice. De la delincuencia tampoco. Todo “está bien”.
En la columna que publiqué hace poco más de 5 años (2019), en donde comento, brevemente, lo que mucho se ha escrito y manipulado políticamente y que el gobierno próximo a salir y la presidente entrante han vuelto a remover el “hormiguero”, polarizando a la ciudadanía. ¿Cuál es el objetivo del gobierno de la 4T y de su continuismo, como el anterior Maximato de antaño, cuyo espectro pululó en este régimen que está concluyendo? ¿Pretenden distraer la atención de los varios problemas que aquejan al país, principalmente la inseguridad y otros más? Por lo que se ve, en el gobierno que en estos días iniciará, habrá una mano que mecerá la cuna del “nuevo gobierno” que nacerá… ¿será? o ¿La presidente decidirá?
Aquí unos fragmentos de ese entonces escrito, publicado en el medio digital infocajeme.com :*
Amlolitzin. Uso político de la Historia. * 28 de marzo 2019.
(Controversial el mensaje que dio el presidente de México, junto con su esposa en una zona arqueológica prehispánica, del Estado de Tabasco, que se difundió a través de un video, donde le dice a la ciudadanía, que solicitó ante el gobierno de España, que pidan perdón a los habitantes descendientes de los pueblos originales, por los agravios y desmanes de la conquista. Solicitud que hizo el presidente, a través de una carta, que les envío al Rey Felipe y al Papa Francisco. Por supuesto que el gobierno español, le envió una sesuda contestación, ante esa absurda petición. Para recordarle al presidente de México, que en 1836 se firmó un Tratado Definitivo de Paz y Amistad entre la República Mexicana y S.M.C (Su Majestad Católica). “Firmado en la Ciudad de Madrid, el 28 de diciembre de 1836. En el mismo lugar se firmó un Artículo Secreto Adicional. Así, el 29 de diciembre de 1836 se firmó una Declaración relativa al Artículo IV y una Declaración Particular Secreta relativa al mismo Artículo IV. Ratificados por Los Estados Unidos Mexicanos el 3 de mayo de 1837. Promulgados por Decretos del 28 de febrero de 1838”. En la “declaración particular secreta” con la firma del Perdón y Olvido fue mantener las relaciones comerciales y de buena voluntad entre ambas naciones, después de la Independencia.
La guerra se inició el 16 de septiembre de 1810, y se logró la independencia el 27 de septiembre de 1821, constituyéndose en un país independiente, México.
Sin embargo, 317 años antes que se firmara este documento, en esa época, toda Europa estaba dividida en reinos, el territorio español de antaño no era la excepción, y la conquista o invasión de lo que es hoy México y otros territorios fue patrocinada por el Rey Carlos I a Hernán Cortés. Carlos I no era español (Nació en Gante, Flandes. Era de Bélgica… para evitar el albur), rey de “España” y emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, donde persistió por mucho tiempo la simonía, entre el Papado y gobernantes de ducados, conformado por varios territorios “soberanos”. (Nota al margen: Simonía. Acción o intención de negociar con cosas espirituales, como los sacramentos y cargos eclesiásticos. Principalmente con la influencia de los reinos europeos, con los Cardenales y Papas en turno, para la designación del siguiente, en intrigas palaciegas “… no se puede servir a Dios y a Mammón al mismo tiempo; no podemos estar con un pie en el cielo y otro en la tierra”. Giovanni de´ Mussi. Crónica de Piacenza, h. 1350). (Fuente: Chamberlain- E.R. The bad popes. Ed. Orbis. Barcelona 1970). Nuestro País, México, antes de la invasión o conquista, estaba conformado por naciones; ejemplos: Chichimecas, Olmeca, Cholulteca, Maya, Yaqui, Mayos, Ópata, Azteca, etc., que peleaban en distintas épocas entre ellos, por la supremacía de unos sobre los otros. Tenochtitlan era el yugo.
Lo que hoy es América, que fue descubierta a causa de una serendipia. Reinos que existían, en lo que es hoy España, buscaban una vía marítima más corta, para comerciar con la India, y por “error de cálculos náuticos descubrieron América” –por equivocación llegaron a lo que es hoy Latinoamérica- (a partir de 1492), durante el reinado de los Reyes Católicos (Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón), que patrocinaron a Cristóbal Colón, en esa aventura. (En Barcelona una estatua de cuerpo entero de Colón, con el brazo derecho alzado, apunta con el dedo índice hacia la India). […] Respecto a la disculpa que debería dar la Iglesia por “los mismos” agravios; tres Papas han externado el perdón: S.S. Juan Pablo II, Benedicto XVI y él actual Papa Francisco. […]. Ciertos fueron los inmisericordes agravios de los conquistadores o invasores a los pobladores originales.
Cierto es también, que antes de la llegada del invasor, las confrontaciones de los pueblos originales eran habituales, incluso en “santa paz”, como las constantes guerras floridas entre ellos, para “abastecerse” de seres humanos para los sangrientos rituales de los sacrificios y antropofagia posterior. La subyugación o dominación que tenía el Imperio Azteca, la Gran Tenochtitlan, sobre los demás pueblos o naciones, les produjo mala aversión, enemistad con ellos, y los agravios eran mutuos, predominando los de los aztecas […] Pero si nos basamos en los agravios que han sufrido los seres humanos, por sus semejantes, a través de la historia, tendríamos una interminable lista, desde el fratricidio bíblico cuando Caín mató Abel, las guerras tribales antes y después de Cristo, la primera y segunda guerras mundiales, las guerras intestinas de la revolución mexicana, hasta las masacres inmisericordes que se hacen en la actualidad. Entre la maldad de la humanidad, están los hechos buenos de la mayoría. En aquella época de la conquista, los evangelizadores que llegaron con el conquistador, que, por cierto, la mayoría no eran españoles, lucharon por el buen trato y la dignidad de los pobladores originales, pugnaron por decretar las Leyes de Indias, antecedentes de lo que son ahora los Derechos Humanos, ley que se concretó en 1680; después de luchar por ellos por largo tiempo. No solo por la misma evangelización, sino el vínculo cultural de ambos mundos; el europeo-con el mundo prehispánico de América. […] Algunas personas, desearían haber vivido en la época de nuestro México Prehispánico o, tal vez, que nos “hubieran” conquistado un pueblo sajón para llevar los apellidos irlandeses de O´Connor, O´Neal, en vez de López, García o Pérez, ni tampoco nombres en náhuatl: Xicoténcatl, Tezozómoc, Cuitláhuac, Acamapichtli, Tizoc o apellidos Bacasegua, Anguamea (que se escuchan en la actualidad).
El presidente, tal vez desea llamarse Amlolitzin […]. Hasta aquí, parte sustancial del escrito. […]*
Mañana supuestamente, el presidente “se retirará”, dejando un país polarizado, con el 30 % de votos a favor de sus datos y otros 30 % en contra de su actuación y un 40% de valemadristas de lo que pasa o pasará en nuestro país. Parte de la polarización deja otra pinchi cartita a los españoles exigiendo el perdón. ¿Pretende con esto y con la búsqueda de un cadáver de un guerrillero revolucionario y otros problemas, distraernos cuando el país es una fosa clandestina con tantos desaparecidos por la delincuencia organizada?
Como dijo Catón: hagan Odas, pero no jodan.
Los Amlolitzines dirán: ¿otra vez, vuelta la burra al trigo?
