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Miré su rostro, su andar cansado, como si estuviera tratando de despertar de un largo sueño. En el eterno segundo de su andar, su filmoteca neuronal pasaba miles de escenas en el dantesco mundo de la miseria política. Personajes deambulando entre surcos estériles de esperanza, muertos en vida de cualquier llano en llamas o del miserable mundo de los miserables parias del medio vivir día a día. Ahí estaba el indio despojado de sus tierras por haber puesto su huella en un papel en blanco, ante un juez inmutable que no entiende sus rezos, la súplica de ejercer justicia cabal y expedita para proteger su jacal y su milpa, es todo lo que tiene para medio morir dignamente.
Avanza lento, balanceando ya el peso de los años. Ha exorcizado ya los fantasmas que vivían en los viejos salones, la miradas serviles, dispuestas a ver la hora que se ordene, los dispuestos al aplauso, mientras suenan sus joyas, las cómplices sonrisas del contubernio cortesano. No, ahora estos amplios salones albergan los fantasmas de patriotas que aplauden su paso por la dignidad de sus dignas pisadas, y vitorean el triunfo finalmente del espíritu republicano: con el pueblo todo, sin el pueblo nada.
Saluda de frente, con la frente en alto a la enseña patria que, a la vez, se inclina ante él, reconociendo la dignidad de su representación. Por primera vez, en el último siglo, la enseña se enarbolaba sin mácula, más allá de las debilidades humanas. Por primera vez, la enseña patria está en manos de alguien que representa la razón sus colores. La conciencia nacional va más allá de rumores, insidias. Se sabe pues, en buenas manos y como uno en sí, se deja llevar en el baile de la democracia, en el coliseo donde las arengas se corean con dignidad, el pueblo, la bandera y el himno nacional renuevan votos de esperanza, más allá de la fiesta popular.
Las vivas brotan borboteando la fuente de la democracia, ante la convocatoria del recuerdo de quienes nos dieron patria, entre ellas. ¡Viva la libertad, Viva la Igualdad, ¡Viva la fraternidad Universal! En ese orden geométrico solo por algunos conocido. Para finalizar ¡Viva la Cuarta Trasformación! Arenga que culmina una lucha del pueblo por el pueblo, por un hombre que dio su vida por una esperanza, hoy, hecha realidad-
Ahí está el hombre que pizcó en los diferentes campos sociales, las humillaciones, los atropellos, las injusticias, los abusos de las clases privilegiadas en contra de sus propios hermanos. Ahí está, jalando las campanas de la democracia, instando al pueblo que no desmaye en su despertar, que no despilfarre la esperanza, que se aprenda de los errores cometidos para que no vuelvan a cometerse. Le pide al pueblo que no confíe en los lobos vestidos de ovejas democráticas que medran en su contra dentro y fuera.
La critica hoy, le negará un lugar merecido en la historia, más tarde que nunca cederá ante el clamor de la conciencia popular, quienes son finalmente los que escriben la historia.
En el último adiós, cruza sus brazos ante la multitud, agradece con ello el amor mostrado pululando por los aires y llora sin duda a sus adentros, por el camino andado: Tabasco, PRI, PRD, D.F, desafuero, Reforma, Morena, la presidencia y próximamente: La chingada. Sonríe.
Coincido: ¡Viva la libertad, Viva la Igualdad, ¡Viva la fraternidad Universal! ¡Así sea!
¡Viva México!
Es Cuanto.
