lunes de la semana pasada recibí una sorpresa tan inesperada como grata. Escritores de Sonora A. C. (ESCA), organización a la que pertenezco, celebró su aniversario número 20 con una reunión muy concurrida en la cual los fundadores recibieron sendos trofeos. Y he aquí que al concluir la entrega, me llamaron al frente para darme un trofeo como decano (el más viejito, pues) de los escritores. Es una medalla grande con mi rostro esculpido en ella por el escultor Oscar Cedillo. Y, como se suele decir, no llevaba nada preparado, me salió esto ante el micrófono.
“Nunca imaginé que alguna vez se repetiría lo que me pasó cuando tenía 20 años (¡porque yo una vez tuve 20 años!). Un reportero amigo recibió un ascenso y los colegas pixteadores organizaron una fiesta para celebrarlo. Y uno que se pasaba de listo pidió atención golpeando un vaso con una cucharita, y dijo: “Me ha pedido Carlos Moncada que lo anuncie: va a ofrecer la reunión a nuestro festejado”.
“Yo no había pedido tal cosa, pero mecánicamente me puse de pie y traté de armar una frase. Me salieron palabras deshilvanadas que ni yo entendí. Hice el ridículo. Días después ya que hubo pasado el trago amargo, me propuse trabajar en un plan para no caer en similar trampa nunca más.
“A lo largo de algunos meses, escribí un discurso apropiado para felicitar a quien había recibido un nombramiento o un ascenso; otro discurso para pronunciarlo en una boda; otro para decirse con tono solemne en un funeral, total, ocho discursos que no sólo escribí, también los memoricé. En los muchos años que he vivido me sacaron de apuros dos o tres veces cada uno.
“Bueno, no todos. Hay uno que no he tenido la oportunidad de pronunciar. Es el discurso en el que agradezco al partido que me haya elegido candidato a diputado. Es un discurso muy bueno y es el que tengo mejor aprendido porque lo saco, lo reviso, lo ensayo cada tres años. Es tan bueno que sólo le he hecho un cambio: donde decía Partido Revolucionario Institucional, borré y puse MORENA. Tal vez habrá ocasión de pronunciarlo en 2027.
“De modo que, amigo Oscar Cedillo, mil gracias por esta exquisita obra de arte. Lamento no tener el discurso apropiado para corresponder, pero prometo enviarle copia del que voy a escribir”
carlosomoncada@gmail.com